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Friday, July 18, 2008

Milagros Santanicos - II

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MILAGROS SATÁNICOS - II

También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. (Apoc. 13: 13).

A medida que el pueblo de Dios se acerca a los peligros de los últimos días, Satanás sostiene ansiosas consultas con sus ángeles en cuanto al plan de mayor éxito para derribar su fe. Él ve que las iglesias populares ya están dormidas, arrulladas por su poder engañador. Mediante una sofistería agradable y milagros engañosos puede continuar teniéndolas bajo su dominio. Por lo tanto dirige a sus ángeles para que coloquen sus trampas especialmente destinadas a los que esperan la segunda venida de Cristo y se esfuerzan por guardar todos los mandamientos de Dios.

Se nos ha advertido que en los últimos días obrará con señales y maravillas mentirosas. Y continuará esas maravillas hasta que termine el tiempo de gracia, a fin de poder señalarlas como evidencias de que es un ángel de luz y no de las tinieblas.

Satanás vendrá para engañar, si fuera posible, aun a los escogidos. Afirmará ser Cristo y vendrá haciéndose pasar por un gran médico misionero. Hará descender fuego del cielo a la vista de los hombres para probar que él es Dios.

Las maravillas mentirosas del diablo son las que cautivarán al mundo, porque hasta hará descender fuego del cielo ante la vista de los hombres. Realizará milagros, y este maravilloso poder obrador de milagros abarcará todo el mundo.

Algunos estarán tentados a recibir estos prodigios como provenientes de Dios. Habrá enfermos que sanarán delante de nosotros. Se realizarán milagros ante nuestra vista. ¿Estamos preparados para la prueba que nos aguarda cuando se manifiesten más plenamente los milagros mentirosos de Satanás? ¿No serán entrampadas y apresadas muchas almas? Al apartarse de los claros preceptos y mandamientos de Dios, y al prestar oído a las fábulas, la mente de muchos se está preparando para aceptar estos prodigios mentirosos. Todos debemos procurar armarnos ahora para la contienda en la cual pronto deberemos empeñarnos. La fe en la Palabra de Dios, estudiada con oración y puesta en práctica, será nuestro escudo contra el poder de Satanás y nos hará vencedores por la sangre de Cristo.

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Maranata, E. G. W., p.206.