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Monday, September 15, 2008

Wall Street sufrió una "paliza" histórica y cayó más del 4,4 por ciento


Un día realmente negro se vivió en los mercados de EE.UU.


15 de Septiembre de 2008 19:38


El mercado de valores de Nueva York ingresó hoy en una dramática corrida de ventas en medio de la crisis financiera


Wall Street se despertó "groggy" el lunes, jornada en la que tuvo una fuerte caída, tras un fin de semana que hará historia: nada volverá a ser lo mismo tras la quiebra de uno de sus pilares, Lehman Brothers, y la operación de compra del amenazado Merrill Lynch.

El golpe se evidenció al cierre del lunes, cuando en la bolsa de Nueva York el Dow Jones perdió 4,42% y el Nasdaq 3,60%.

El mercado de valores de Nueva York ingresó hoy en una dramática corrida de ventas en medio de la crisis financiera. El índice Dow Jones cerró con una pérdida de más de 500 puntos, por debajo de las 11.000 unidades, en lo que fue su mayor caída desde 2002 en un día.

Mientras, la acción de Goldman Sachs perdió 12,13% en la jornada del lunes, a 135,50 dólares, y la de Morgan Stanley cayó 13,54%, a 32,19 dólares.

A pesar de las malas noticias, "el mercado resistió bastante bien", estimó Peter Cardillo, de Avalon Partners, agregando que "podía haber sido peor".

Según Marc Pado, de Cantor Fitzgerald, en vísperas de la reunión de la Reserva Federal estadounidense, "la clave de la sesión estuvo en AIG".

El gigante de los seguros, en graves dificultades, registró una pesada pérdida de 60,79% a 4,76 dólares, ante su incapacidad para presentar las medidas de reestructuración prometidas antes de la apertura de los mercados. AIG es uno de los 30 valores que componen el índice Dow Jones.

Tras la absorción de Bear Stearns por JP Morgan en marzo, tres de los cinco grandes bancos de inversión de Nueva York perdieron, o están a punto de perder, su independencia. Sólo quedan Goldman Sachs y Morgan Stanley. ¿Pero por cuánto tiempo más?

Gregori Volokin, analista de Meeschaert New York, ya considera que "se rompió el modelo de los bancos de inversión". "Es un modelo que no perdurará, tarde o temprano Goldman Sachs deberán apoyarse en los bancos comerciales", opina.

Según el presidente del Bank of America, Ken Lewis, quien concluyó en algunas horas en el fin de semana la adquisición de Merrill Lynch, esta evolución era inevitable.

"Desde hace siete años que en que soy presidente tenía la impresión de que los bancos comerciales terminarían por poseer los bancos de inversión por razones de liquidez", explicó durante una conferencia de prensa.

"Probablemente el tipo de bancos que existen (...) en Estados Unidos pero no en Europa, bancos de negocios independientes, serán menos numerosos y más universales", señaló asimismo desde El Cairo el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss Khan, quien espera "un largo proceso" de "consolidación de los sectores financieros".

Pado estimó que a los últimos bancos de negocios independientes aún les aguardan días buenos.

Goldman Sachs, que superó tempranamente sus vulnerabilidades vinculadas a la crisis del crédito inmobiliario, podrá sobrevivir muy bien a la crisis, estimó.

Y mientras algunas firmas desaparecerán, "se verá que emergerán otros bancos de inversión", predice Pado.

El economista demócrata Paul Krugman se inquieta en The New York Times por la despreocupación de la administración Bush, que prefirió dejar caer a Lehman Brothers en lugar de salvarlo invirtiendo el dinero de los contribuyentes, como hizo con Bear Stearns en marzo.

"Pronto veremos si (el secretario del Tesoro, Henry Paulson) fue valiente o temerario" al dejar que el sistema financiero absorba el shock de la caída de Lehman Brothers. "Es la ruleta rusa", resume Krugman.

A la espera de una respuesta, en Wall Street tienen razones para preocuparse por los empleos.

La firma Challenger, Gray & Christmas calcula en 103.000 el número de despidos en el sector financiero este año, tras las 153.105 supresiones de fuentes de trabajo en 2007, un récord que se podría batir en 2008.

Los presidentes del Bank of America y de Merrill Lynch se negaron a dar cifras sobre los despidos que podría suponer su fusión, pero el lunes insistieron en la complementariedad de sus actividades.