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Friday, December 12, 2008

"La postura del nuevo obispo sobre las bodas gays y el aborto es la de la Iglesia"


Antonio Dorado Soto, en su despacho del Obispado durante un momento de la entrevista.


Jesús Catalá tomará mañana posesión de su cargo como nuevo obispo · Así se cerrarán 16 años de Dorado Soto al frente de una Diócesis que ha crecido "enormemente" y a la que le falta vocación sacerdotal

Cristina Fernández / Málaga Actualizado 12.12.2008 - 01:00


Antonio Dorado Soto, en su despacho del Obispado durante un momento de la entrevista.
7 comentarios 1 voto Inmerso en la vorágine de sus últimos días como cabeza visible de la diócesis malagueña, Dorado Soto encuentra generosamente un hueco para hacer balance y tocar las principales claves que encontrará su sucesor.

-Presentó su renuncia hace dos años y medio, ¿cree que es necesaria la renovación?

-Existe una norma establecida por el Papa que recomienda encarecidamente a los obispos que al cumplir los 75 años presenten la renuncia. Dada la importancia que tiene el cargo, es normal que las fuerzas físicas y psíquicas no sean suficientes. Yo obedecí y me han dado una propina de dos años más.

-¿Qué Iglesia se va a encontrar su sucesor?

-Creo que no va a encontrar sorpresas, ya que en España tenemos los mismos avances en la acción pastoral y las mismas dificultades.

-¿Cómo es concretamente la Diócesis malagueña?

-Es una Diócesis que ha crecido enormemente y en la que hay un gran pluralismo cultural y religioso debido a la inmigración y el turismo. Aunque la mayoría se profesa católica, a pesar de que a veces no sean fieles a todas las exigencias de la Iglesia. También hay un conjunto numeroso de sacerdotes, de religiosos y seglares comprometidos que trabajan con mucha ilusión y una riquísima tradición histórica que se expresa en obras pastorales muy vivas. Sin embargo, la mayor riqueza de la Iglesia es el conjunto de hombres y mujeres que trabajan voluntaria y gratuitamente al servicio de ésta.

-¿Y cuáles son sus necesidades principales?

-La necesidad de fortalecer nuestra fe en Dios, hace falta crecer y madurar en nuestra fe para responder a las dificultades que nos encontramos hoy.

-La cantidad de sacerdotes para el número de población es insuficiente, ¿es por falta de vocación?

-Sí, por una insuficiencia de vocación, aunque es un problema general de Europa.

-¿Y cuántos curas harían falta para cubrir las necesidades?

-Bueno, siempre es poco. Si me pregunta por cifras, yo diría que con cincuenta curas más podríamos tener mejor atendidos nuestros servicios.

-Los jóvenes, ¿están implicados en la Iglesia?

-Creo que hay numerosos jóvenes implicados, aunque son más los alejados y, por otra parte, los católicos practicantes hacen menos ruido. Pero los que son tienen mucho mérito, han de remar contracorriente porque sus ambientes sociales no son sensibles a este ministerio. Nuestra preocupación está en ayudar a jóvenes a conocer a Dios y vivir como cristianos. Aunque el ambiente no lo favorece, ni la escuela tiene la identidad de otras épocas que promovía valores cristianos, ni la educación familiar favorece la educación cristiana... el ambiente social no procede de la fe ni conduce a ella. Más bien incita en contra de la religión cristiana.

-Como dice, la sociedad se aleja cada vez más de la Iglesia, ¿considera que las decisiones del Estado en políticas de educación, aborto, homosexualidad tienen mucho que ver o es una cuestión global?

-Evidentemente el Estado con su política tiene influencia. Nos encontramos en un país en el que sus dirigentes favorecen una formación moral impuesta por el Estado [Educación para la Ciudadanía] y dificulta mucho la presencia de la enseñanza católica para los que la piden. Además, se hacen campañas laicistas, en las que Dios estorba. Por ejemplo, este empeño por querer suprimir los crucifijos en los sitios públicos. Me parece una actitud impropia. Si molestan los crucifijos, habría también que derribar catedrales y templos porque son símbolos de Dios. Esto en una sociedad democrática es inconcebible, hay que respetar los derechos de las personas. El Estado debe ser aconfesional, lo que significa que ha de respetar las distintas manifestaciones religiosas del país.

-¿Qué le parece que sea el enfrentamiento religión-ética el que protagonice cualquier debate de la educación cuando, quizás, se debería incidir en la calidad?

-A la Iglesia no le preocupa sólo la clase de Religión, sino una educación integral de calidad. Debería de haber libertad para que las fuerzas sociales que lo deseen ofrezcan formas de educación y escuelas y esto no está debidamente respetado. Queremos que se ayude también a los colegios que los padres elijan. La gran tarea es la educación integral, el Estado no es el dueño de todo esto.

-Acabamos de celebrar el Día del Sida, se sabe que aumentan los nuevos contagios, al igual que el número de abortos, ¿cree usted que la Iglesia debería de tomar otra posición con respecto al uso del preservativo?

-Yo creo que la Iglesia está tomando una postura muy clara en la condena del aborto como un crimen. También intenta facilitar y favorecer la sanidad y la salud. Creemos que hay fórmulas que no son humanas, no se puede tolerar el aborto y la eutanasia por el respeto al hombre.

-¿Cómo ha sido su relación con los colectivos de la provincia?

-Me he reunido con muchas instituciones civiles, con ayuntamientos, con alcaldes no católicos con los que ha habido un gran respeto y colaboración.

-¿Cómo se ha llevado con las cofradías?

-Al contrario de la creencia, he tenido unas buenísimas relaciones con las hermandades y cofradías, que no es una cosa distinta a la Iglesia. Para mí los cofrades son cristianos ejemplares que aman a Jesucristo y que su fe la expresan en la manifestación pública de las procesiones. Saben quiénes son y a dónde van, cumpliendo su condición de cristianos y sin dejarse seducir por propuestas puramente folclóricas.

-Se ha dicho que el nuevo obispo viene de la línea dura de la Iglesia, ¿considera usted que es lo que necesita Málaga?

-Yo creo que cuando el Papa nombra a una persona después de muchas consideraciones no lo hace con frivolidad. Lo que ocurre a veces es que tenemos algunos clichés, que tienen cierto fundamento, aunque no siempre justo. Si se ha dicho que es de la línea dura porque había condenado el aborto y había dicho que las uniones de homosexuales no eran matrimonio, eso es lo que dice la Iglesia. Yo creo que es un hombre culto, muy religioso, con buena formación y espero que sabrá ayudar a los católicos malagueños a que formen una Iglesia viva y evangelizadora.

-Creo que seguirá ejerciendo el sacerdocio en Málaga...

-Sí, voy a fijar mi residencia en el antiguo seminario, a ayudar y colaborar en lo que pueda, en las tareas ministerales que me sea posible en esta Diócesis tan necesitada de sacerdotes. Aunque es una tarea que nunca se termina, siempre hay mucho camino por andar.
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