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Saturday, June 27, 2009

SE INVOCA LA LEY DOMINICAL


Y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. (Mat. 24: 9).



Al paso que el movimiento en favor de la imposición del domingo se vuelva más audaz y decidido, la ley será invocada contra los que observan los mandamientos. Se los amenazará con multas y encarcelamientos; a algunos se les ofrecerán puestos de influencia y otras ventajas para inducirles a que renuncien a su fe. Pero su respuesta será. . . "Pruébesenos nuestro error por la Palabra de Dios". Los que sean emplazados ante los tribunales defenderán enérgicamente la verdad, y algunos de los que los oigan serán inducidos a guardar todos los mandamientos de Dios. Así la luz llegará ante millares de personas que de otro modo no sabrían nada de las verdades.

A los que obedezcan con toda conciencia la Palabra de Dios, se les tratará como rebeldes. Cegados por Satanás, habrá padres y madres que serán duros y severos con sus hijos creyentes; los patrones o patronas oprimirán a los criados que observen los mandamientos. Los lazos del cariño se aflojarán; se desheredará y se expulsará de la casa a los hijos. Se cumplirán a la letra las palabras de San Pablo: "Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Tim. 3: 12). Cuando los defensores de la verdad se nieguen a honrar el domingo, unos serán echados en la cárcel, otros serán desterrados y otros aún tratados como esclavos. . .

En aquel tiempo de persecución la fe de los siervos de Dios será probada duramente. Proclamaron fielmente la amonestación mirando tan sólo a Dios y a su Palabra. El Espíritu de Dios, que obraba en sus corazones, les constriñó a hablar. . . Sin embargo, cuando la tempestad de la oposición y del vituperio estalle sobre ellos, algunos, consternados, estarán listos para exclamar: "Si hubiésemos previsto las consecuencias de nuestras palabras, habríamos callado". estarán rodeados de dificultades. Satanás los asaltará con terribles tentaciones. La obra que hayan emprendido parecerá exceder en mucho a sus capacidades. Los amenazará la destrucción. El entusiasmo que los animara se desvanecerá; sin embargo, no podrán retroceder. Y entonces, sintiendo su completa incapacidad, se dirigirán al Todopoderoso en demanda de auxilio.
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Maranata, E. G. W., p.184.
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