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Monday, October 5, 2009

Los restos de Mercedes Sosa dejaron el Congreso rumbo a Chacarita


/ 2009-10-05 12:26


05/10/09 Los restos de la cantante Mercedes Sosa, la voz de América, abandonaron el Congreso Nacional rumbo al cementerio de la Chacarita, con un amplio cortejo fúnebre y cientos de personas apostadas sobre la avenida Rivadavia, que emocionadas aplaudieron y arrojaron flores a su paso.
Es que el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso una vez más se visitó de luto ya que en ese lugar, velaron desde ayer al mediodía a la cantante que falleció pasadas las 5 de la mañana del domingo, tras cinco días de agonía debido a una falla hepática que repercutió en sus riñones, corazón y pulmones.
Desde SADAIC, SONY Music; la familia Alfonsín; el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner; la Presidente Cristina Fernández de Kirchner; el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra, CETERA; Canal 13, la cantante brasilera Daniela Mércury; Joaquín Sabina, Ariel Ramírez, entre otros innumerables entidades, personajes de la política y el empresariado, funcionarios de gobierno y artistas nacionales e internacionales, hicieron llegar sus coronas. Una primera evaluación estima que pasaron por la improvisada capilla ardiente más de 20 mil personas, entre artistas, amigos, conocidos, y admiradores que llegaron hasta al Parlamento para darle su último adiós. Entre quienes se hicieron presentes se encuentran Diego Maradona, Susana Giménez; Víctor Heredia, Charly García, Gustavo Cerati, Argentino Luna, Soledad Pastorutti, Piero, el Bahiano, Jairo y Pedro Aznar, entre otros. El Paz Martínez, uno de los más apesadumbrados, señaló que sentía como si hubiera muerto su madre.
Peteco Carabajal fue quien ayer por la tarde inició el rito más repetido de la jornada: se acercó con su guitarra al ataúd y comenzó a cantar las canciones que la folklorista latinoamericana que se convirtió en la voz de los oprimidos hizo famosas. A él se sumaron también Teresa Parodi, Liliana Herrero, entre todos los demás artistas que concurrieron más la gente que pasaba a darle el último adiós. Así, durante toda la jornada entonaron una tras otras aquellas letras que La Negra cantó con su voz gruesa: "Gracias a la vida", "Alfonsina y el mar", "Canción de las simples cosas", "Como la cigarra", "Zamba para no morir", entre otros.
"Es la voz de la Patria", dijo al arribar al Congreso en el mediodía del domingo un visiblemente conmovido Jorge Coscia. El secretario de Cultura recordó a "La Negra" contando que había crecido escuchando su voz: "Los argentinos de mi generación difícilmente podamos decir cuándo la escuchamos por pimera vez, porque nos criamos rodeados de sus canciones". Sumamente serio, evidentemente dolido, Coscia llegó solo: "Vengo como un ciudadano más a despedir a Mercedes" señaló con emoción antes de ingresar al edificio del Parlamento y darle su saludo final a la inigulable intérprete de "Si llega a ser tucumana". Ya cuando la noche de ayer había caído sobre la Ciudad, la presidenta Cristina Fernández llegó junto a su marido, el ex presidente Néstor Kirchner y miembros del gabinete nacional para darle la última despedida a quien supo tocar en los actos que durante toda la gestión kirchnerista se organizaron para conmemorar los 24 de marzo. Vestida de negro y profundamente emocionada estuvo varios minutos parada junto al cajón, abrazada a los familiares de la cantante. Cuando los presentes comenzaron a entonar a capella "Luna tucumana", no pudo esconder las lágrimas.
Junto a ella llegó el gabinete nacional casi en pleno. Estuvieron presentes el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el ministro de Salud Juan Manzur, la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, el ministro de Educación Alberto Sileoni, el Canciller Jorge Taiana y el secretario de Cultura Jorge Coscia, que esta vez sí llegó al lugar en su caracter de funcionario público. También asistieron el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, la diputada kirchnerista Patricia Vaca Narvaja, la titular del INADI María José Libertino, el diputado electo Ricardo Alfonsín, el gobernador de Santa Fe Hermes Binner, el secretario de Cultura del Gobierno porteño, Hernán Lombardi y el gobernador bonaerense Daniel Scioli entre muchos otros. También se hizo presente Estela de Carlotto en representación de las Abuelas de Plaza de Mayo.
El diputado socialista Ariel Basteiro, eligió recordarla desde su lugar de militante política, defensora de los Derechos Humanos. "Ella nunca decía que no. Siempre se manifestó por la defensa de los Derechos Humanos. La última vez que la vi fue en un recital de la CTA en Mar del Plata, donde cantó en forma gratuita y nos ayudó mucho a seguir en esa pelea por la libertad sindical. Era una persona que tenía muy claro los conceptos por los que había que luchar y vivir; como Derechos Humanos, contra la pobreza, a favor de los trabajadores. Hechos que me parecen absolutamente trascendentes", manifestó.
Su sobrino Coki Sosa, también cantante y quien participó junto a su tía en sus comienzos como artista, en el festival de Cosquín, reconoció que se quebró junto a sus hijos. Pero que hasta en la muerte infunde paz. Coki, dijo además refiriéndose a la lucha de Mercedes Sosa que “ella siempre fue solidaria anónima en Tucumán. La página web llegó hoy a los 30 mil mensajes, y es un símbolo de una persona que luchó por la paz y dio todo", concluyó.
La cantante, que había nacido en 1935 se inició en la música en su Tucumán natal, bajo el seudónimo de Gladys Osorio. Casada con Manuel Oscar Matus, el padre de su único hijo, comenzó a virar su repertorio tomando las canciones de los autores y poetas que en los años 60 y 70 estaban prohibidos por todas las dictaduras latinoamericanas. Ya en las listas negras de varios países latinoamericanos, el dictador Jorge Rafael Videla mandó a la policía a reprimir un concierto suyo en la ciudad de La Plata. Ella y el público terminaron presos por “subversión”. Luego, en 1979 debió exiliarse en Francia y España. Siempre recordó que el exilio le dejó una marca profunda en su vida y una depresión crónica de la que jamás terminaría de recuperarse.
Con la vuelta de la democracia acercó su música al rock, grabando con Charly García, Pedro Aznar, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, entre muchos otros.
Desde el 2005 su salud había empezado a flaquear. Finalmente, el 18 de septiembre fue internada en el Sanatorio de la Trinidad, en Palermo. Su salud deteriorada no resistió su última enfermedad. Antes de morir había pedido a sus familiares que la cremaran y repartieran sus cenizas entre Tucumán, Buenos Aires y Mendoza. Hoy se cumplirá el primer paso en el crematorio de la Chacarita. Es que la vida de la cantante latinoamericana por excelencia se ha apagado, sin embargo su voz seguirá cantando para siempre.



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