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Monday, October 4, 2010

El esfuerzo compartido es esencial

La República 2 Octubre 2010, 11:22 PM

ADVENTISTAS Y TESTIGOS DE JEHOVÁ

El esfuerzo compartido es esencial

LOS ADVENTISTAS ENTIENDEN QUE LAS IGLESIAS PUEDEN AYUDAR CON EL MANEJO DE LAS FINANZAS


Celebración. Asamblea de los Testigos de Jehová, en la que participan miembros de la iglesia de la región Noroeste y la provincia Santo Domingo.

Wanda Méndez
Santo Domingo

La mejoría del país en las diferentes áreas no dependerá sólo de acciones económicas y políticas del gobierno, sino de un compromiso por parte de todos los sectores con el bienestar de la nación.
En ese proceso, a las iglesias les corresponde jugar un rol importante en cuanto a la moralización de la gestión de sus feligreses, afirma Silvestre González, secretario general de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

González fundamenta su criterio en que las iglesias pueden ayudar no sólo en la formación religiosa y moral de los individuos, sino también a eficientizar el manejo de los fondos públicos, para capacitar a esos miembros que también son funcionarios.

“Las religiones de hoy en día han fallado en despertar el interés en la Biblia”
Andrés Santiago, representanten del departamento de Servicios, Sociedad Dominicana de los Testigos de Jehová.


A los adventistas les preocupa la falta de gerencia y de supervisión en las instituciones públicas, la inseguridad ciudadana, la corrupción y la deficiencia de los servicios básicos.

Hace falta más compromisos de quienes dirigen el desarrollo de la nación, afirma González. La Congregación Testigos de Jehová por otro lado, tiene una visión distinta acerca de los problemas.
Cita algunos de ellos, como la delincuencia infantil y la desintegración familiar, pero no aporta propuestas para su solución, ni cuestionan, sino que dejan que sean las autoridades que decidan qué deben hacer.

“La minoría, que sí está por malos caminos, hace más bulla y son como los cántaros vacíos, que suenan más”
Silvestre González, secretario general de la Iglesia Adventista del Séptimo Días.


Para estos religiosos, más que exigir al gobierno, lo importante es que cada ciudadano determine qué puede hacer de manera individual.

Se mantienen neutrales en los asuntos públicos, no votan, y son respetuosos de lo que las autoridades hacen.

Tampoco participan en actividades políticas.

Su única crítica es que las religiones de hoy en día han fallado en despertar el interés de los ciudadanos en la Biblia.

Solución, en la Biblia
Los males que agobian a la nación son, para los testigos, una evidencia de la veracidad de los pasajes bíblicos, que aportan a la sociedad informaciones para afrontar los problemas.

La solución definitiva tampoco la ubican en mano de los hombres, sino en una intervención profunda de Dios, según explican Andrés Santiago y Josué Féliz, de la Congregación Testigos de Jehová.

Los problemas del país constituyen, para esos protestantes, el refl ejo de la descomposición moral y desintegración familiar que hay en el mundo. La causa de esos males la atribuyen a que el ser humano se ha alejado de las normas que debe seguir y que están escritas en la Biblia.

Avance parcial
La Iglesia Adventista observa un avance parcial en el país. Por ejemplo, percibe mejoría en el aspecto económico y en la educación, pero no tanto en el área de la salud. Aboga por una mejoría en la justicia y demanda de congresistas más comprometidos con sus comunidades y de funcionarios, tanto públicos como privados, que sean modelos a seguir.

“Por el camino que vamos, si no se toman acciones concretas, los que estarán en los puestos de dirección, públicos y privados, en 15 ó 20 años serán esos jóvenes que no estamos formando de buena manera y por lo tanto tendremos una sociedad que se va a ir deteriorando cada día más”, advierte.

González sostiene que también el país es víctima del descontrol del consumo y tráfi co de droga, pero plantea que no por ello hay que rendirse.

Exhorta a promover más el cristianismo y la unidad de la familia.

Estado, iglesia y sociedad civil juntos, afirma, pueden echar hacia adelante el país.

Su creencia es que todavía la mayoría de los dominicanos quiere un mejor país y no están corrompidos.

“La minoría, que sí está por malos caminos, hace más bulla y son como los cántaros vacíos, que suenan más. Nosotros debemos llenar esos cántaros, llenar los corazones, llenar esas vidas, de esperanza, de trabajo, de educación, de salud, para que podemos contribuir todos juntos por una mejor sociedad”, confía.

Los testigos
Cuentan con 32,000 miembros activos, que se reúnen en alrededor de 300 lugares, cuyos días los escogen los mismos miembros de la iglesia en cada localidad, según su conveniencia.

Sus líderes se llaman ancianos o superintendentes, el equivalente al pastor.

Dan ayudas a 1,800 personas y presiden celebraciones religiosas. No son asalariados, viven de su trabajo normal. Es una dirección colectiva.

Toda su obra se sufraga por donaciones voluntarias.

Cada congregación tiene una cajita para gastos de la congregación, una para contribución mundial y otra para construcciones de templo mundial.

No practican el diezmo, ni tienen cuotas fijas. Tampoco exigen a sus miembros de congregación dar, aún así, los mismos testigos de Jehová son quienes sostienen la misión, que funciona como una hermandad.

Siguen el modelo de Jesús, explican, dar testimonio de buenas noticias de Dios, porque es el mandamiento que les da Jesús en la Biblia.

Esa obra la realizan casa por casa, de puerta en puerta, persona a persona. Cuando ven interés de alguna persona le dan seguimiento para estudiar la Biblia. Tienen en sus “salones del reino” reuniones educativas, para jóvenes sobre el matrimonio.

Sus aportes
Cuando hay desastres naturales, los testigos activan un comité de socorro para ayudar tanto a miembros de la congregación o vecinos.

En Haití, por ejemplo, la iglesia construyó 1,500 casas a afectados por el sismo, en el cual murieron 200 testigos de Jehová.

Consideran que su obra de prédica es una labor social, porque todas las congregaciones están educadas para ayudar al que necesita.

Cada sala de reino es un centro de educación, se conduce el ministerio teocrático, se le da clase de alfabetización, enseñan a leer y escribir a personas, a través de una educación informal.

Adventistas
Desde el 1907 se estableció la Iglesia Adventista en el país. Cuenta con 275,000 miembros, sin incluir los niños, que se reúnen en 1,100 iglesias, dirigidas por 200 pastores. “Creen en Cristo Jesús como su modelo a seguir y la Biblia es su única regla de fe”.

Se distinguen por su práctica de guardar el sábado, día que usan para reuniones, visitar cárceles, hospitales y hacer obras de bien.

No consumen alcohol, ni café, tampoco comen cerdo.

Promueven el ejercicio, el consumir mucha agua y comida vegetariana, al igual el trabajo organizado, el descanso adecuado y disfrutar de los rayos del sol.

La iglesia tiene el récord mundial de que sus miembros son las gentes que más viven, las mujeres entre 8 y 9 años más que el resto de la población y los hombres entre 6 y 7 años más que el resto de los hombres del mundo, según un estudio publicado por la organización mundial de la Salud y National Geografic.

(+)
IMPACTO DE INVERSIÓN PROGRAMAS SOCIALES
La Iglesia Adventista invierte más de 200 millones al año al servicio social, conincidencia en el campo de la salud, la prevención y la educación.

Dirige 98 colegios primarios y secundarios.

Posee una red de siete estaciones de radio, a través de las que dan educación para la familia, sin anuncios comerciales. Cuentan con 9 librerías y al año distribuyen alrededor de 50 millones de pesos en literatura, algunas son vendidas, otras regaladas.

Tienen la Universidad Adventista Dominicana, que tiene varios centros, pero con su sede en Bonao.

Han incursionado, en los últimos tres años, en el campo de la salud curativa, a través del Centro Médico Vistas del Jardín, un hospital y un cuerpo de médicos con la filosofía de la iglesia, ubicado en la avenida Colombia, frente al Jardín Botánico. Una unidad brinda operativos médicos en los barrios.

Abrieron un Centro de Vida Sana, un lugar para enseñar a la gente a prevenir las enfermedades, además un Centro de Servicios Audiovisuales que prepara material educativo para la comunidad, otro que se encarga de las construcciones para las iglesias y escuelas; así como un programa dirigido a motivar el ahorro, el manejo de las finanzas, enseñar a hacer presupuesto para que puedan tener en el futuro libertad financiera, con la finalidad de desarrollar al ser humano.
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