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Tuesday, May 14, 2013

Al César lo que es del César y a César Duarte la responsabilidad oficial



Mario Melgar

El embate más serio a la Constitución en lo que va del siglo, le corresponde a un gobernador priísta. 14/05/2013 00:30




Estados Unidos es una sociedad religiosa. Los dólares que emite la Reserva Federal llevan las imágenes de próceres bajo el lema In God we Trust. Uno de los temas musicales más importantes, después del himno nacional (The Star-Spangled Banner), es God Bless America, que se escucha a cada momento. El juramento a la bandera incluye la expresión “Bajo Dios”.

El laicismo en México y Estados Unidos es diferente a pesar de que ambos países tienen similar organización constitucional. En México el laicismo fue crucial en la conformación del ser nacional. Si bien la Constitución de 1824 reconoció el catolicismo como religión oficial y fue intolerante desde el punto de vista religioso, después el liberalismo mexicano enfrentó los privilegios corporativos de la Iglesia.

La Revolución de Ayutla en 1854 impuso al liberalismo como conductor de la vida política. Tanto la Ley Juárez como la Ley Lerdo y la Constitución de 1857, amortizaron las inmensas propiedades eclesiásticas y limitaron a la Iglesia en la vida social. La nacionalización de los bienes del clero, la supresión de las órdenes religiosas, la secularización del sistema educativo, el establecimiento del Registro Civil, la libertad de credo generaron conflictos que llevaron al país a una guerra civil que se resolvería a favor del ideario liberal. La tensión ideológica no cesaría hasta finalizar el primer tercio del siglo XX, en que además del texto constitucional y las leyes, se estableció una separación concertada de la Iglesia y el Estado

La atmósfera religiosa de Estados Unidos, originalmente sustentada en la relación con Dios y en la certeza de ser una sociedad cristiana, no ha impedido que sea al mismo tiempo una sociedad tolerante, incluyente y laica. Cuando hay conflictos sobre los límites a la libertad religiosa le corresponde a la Suprema Corte decidir cuál es el camino constitucional para resolver un conflicto. ¿Se viola la Constitución cuando se reza previamente a los juegos de futbol americano? ¿Puede un estudiante ateo abstenerse de jurar a la bandera en razón de que se incorporó una letanía que invoca al Todopoderoso?

Estas y muchas otras cuestiones las resuelve la Suprema Corte. Cuando la Corte está inclinada a la derecha, por tener más jueces conservadores que liberales, pondrá la religión por encima de otros valores civiles. En caso contrario prevalecerán la libertades y derechos. Curiosamente en Estados Unidos, un país preponderantemente protestante, la Suprema Corte no tienen jueces asociados (ministros) protestantes. Hay seis católicos y tres judíos.

En México, los 12 últimos años el laicismo estuvo amenazado por el PAN. Partido, en su origen, integrado por católicos. No obstante el embate más serio a la Constitución en lo que va del siglo, le corresponde a un gobernador priista. César Duarte, gobernador de Chihuahua, violó su juramento a la Constitución Federal, a la Constitución del Estado de Chihuahua. Traicionó su filiación al partido que los postuló, el PRI, que contiene declaraciones inequívocas a favor del laicismo tanto en sus Estatutos como en su Programa de Acción. Esto dijo reciente y públicamente, ante los representantes de los poderes del Estado (coordinador del Congreso y presidente del Tribunal Superior de Justicia) y rector de la Universidad “Autónoma” de Chihuahua:

“Yo, César Duarte Jáquez, por este medio me consagro a mí mismo, a mi familia, a mi servicio público a la sociedad: pido al Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi consagración, que me ayude y por intercesión del inmaculado Corazón de María, le entrego a Dios y a su divina voluntad, todo lo que somos, todo lo que tenemos en el Estado de Chihuahua”.


“Le pido perdón a Dios por todo lo que ha sucedido en el pasado, le pido que nos ayude a cambiar todo lo que no sea de él. Yo,César Duarte, declaro mi voluntad delante de Dios, delante de los señores obispos y de mi pueblo, amen”.

Laicidad y tolerancia son valores de la democracia, sin embargo, en esta violación flagrante no debería darse tolerancia alguna. Lo anterior merece la intervención de la Secretaría de Gobernación y un procedimiento disciplinario de su Partido. El principio es que al César lo que es del César, pero a Duarte que se le exijan responsabilidades.

Nota Final: Esta tarde (14 de mayo) en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, a la 18 horas, se presenta mi libro La Suprema Corte de Estados Unidos, Claroscuro de la Justicia. Me acompañarán el director del Instituto Héctor Fix-Fierro, el constitucionalista Edgar Corzo y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Fernando Franco yAlberto Pérez Dayán. Mis amigos y lectores están cordialmente invitados, yo agradecido que me acompañen.


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