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Saturday, July 6, 2013

De la Ciudad al Campo





De la Ciudad al Campo 



Una contribución a la seguridad moral y 
social de los hijos de Dios





Elena G. de White

Acerca de la autora: Elena G. de White (1827-1915). Prolífica escritora y conferencista. Cuenta en su haber con la escritura de cien mil páginas de manuscritos, fruto de su espíritu investigativo y su ferviente comunión con Dios. De todos los autores en la historia norteamericana, tiene el honor de ser la autora más traducida. Sus libros se han vendido por millones y se han traducido a más de cien idiomas.





Contenido (para seguir el vínculo presione el mouse)

Prefacio

Exhortación a Abandonar las Ciudades

Los peligros de la ciudad

La vida en las ciudades no cumple el propósito de Dios

Una actitud indolente

Las ciudades recibirán los juicios de Dios

Resultados de desoír las advertencias

Los juicios de Dios son inminentes

La visión de una gran destrucción

Dios procura despertar la gente

El peligro de permanecer innecesariamente en las ciudades Evítense los Conflictos Laborales

Procurad la libertad que ofrecen las zonas rurales

Evitad las luchas partidistas

Futuros problemas gremiales

En conflicto con los gremios de obreros

Preparación para el acontecimiento

Para mantener nuestra individualidad

Desprecio del Decálogo

Uniones que se han formado o que se formaran

Una Exhortación a los Padres

Alejad a vuestros hijos de los centros de la iniquidad

Antes que sobrevenga el azote

Salvación de los hijos versus comodidad y conveniencia

El carácter cristiano se desarrolla mejor en los lugares apartados

El campo es un lugar de refugio

No es una gran privación

Cómo obtener los mejores resultados de la vida

La influencia del campo en la vida de los hombres nobles

Mejor que las riquezas

Múltiples beneficios de una vida activa al aire libre

No esperéis que un milagro deshaga los resultados de una conducta impropia

El Trabajo en las Zonas Rurales

La tierra suplirá nuestras necesidades

Un pedazo de tierra y un hogar cómodo

El cultivo de frutas y verduras y la crianza de aves

La vida en el campo es una bendición para los pobres

Fundación de las industrias para las familias

Fábrica de alimentos saludables

Preparación para la Crisis que Provocarán las Leyes Dominicales

Nos esperan tiempos difíciles

Las Instituciones como Centros de Colonización

No debemos formar colonias

Trabájese en comunidades dispersas

Lugares que ofrecen posibilidades de trabajo

No os dejéis seducir por las ventajas que ofrecen nuestras instituciones

No establezcamos centros como Jerusalén

Permaneced en las iglesias pequeñas —Abrid nuevas escuelas

Lo que deben sentir los ángeles

Creced y extendeos; pero no en un solo lugar

Guiados por la Providencia Divina

Cuando Dios abra el camino

Dios ayudará a su pueblo

Hay que ayudar a abrir el camino

Consejo y advertencia a los que se proponen salir de las ciudades

El don de aconsejar

Considerad cuidadosamente todo movimiento

Se necesitan planes bien definidos

Los peligros de la nueva experiencia

Hágase todo con orden

Los resultados de una acción apresurada

Exponed todos los planes delante de Dios

Nuestras Instituciones deben Ubicarse Lejos de las Zonas muy Pobladas

Lugares apropiados para establecer funciones

Como evitar la tentación y la corrupción

Nos esperan tiempos difíciles

Dónde se puede enseñar a los jóvenes con mayor eficacia

Hay que trabajar desde puestos de avanzadas

Lugares de fácil acceso a las ciudades

Lecciones que nos enseñan Enoc y Lot

Iglesias pero no instituciones en las ciudades

El mensaje del Señor

Huida Apresurada en el Conflicto Final

La señal para la huida





Prefacio

Los consejos del espíritu de profecía insisten repetidamente en los beneficios que ofrece la vida de campo. Las nubes anunciadoras de tormenta señalan cuan apropiada es la repetida exhortación a abandonar las ciudades. Todo Adventista consciente se da cuenta de que las aglomeraciones, las tentaciones, y los crecientes conflictos laborales que se presentan en la vida de la ciudad, no ofrecen un ambiente saludable para las familias cristianas.

A través de los años, millares de Adventistas han buscado en los testimonios del Espíritu de Profecía ya publicados, los consejos que los orientaron para elegir el ambiente apropiado donde debían establecer su hogar, y para saber cuál debía ser su actitud en su relación con las diversas organizaciones del mundo. Como los presagios de la crisis que se avecina indican cuan sutiles son los peligrosos y cuan terrible es el conflicto que nos espera, nos ha parecido acertado presentar una nueva edición de estos consejos de manera que atraiga la atención de cada miembro de iglesia

Y si tomamos en cuenta el tiempo en que vivimos, resulta apropiado no sólo repetir los consejos que ya conocemos porque se han publicado hace mucho tiempo, sino imprimirles el énfasis necesario al acompañarlos con instrucciones más detalladas que se publicaron de vez en cuando en la Review and Herald o que la pluma inspirada incluyó en cartas personales que dirigió a obreros responsables de la causa de Dios, para darles ciertos consejos.

Esta edición está en completa armonía con las instrucciones que la señora Elena G. de White dio a sus fideicomisarios, cuando les indicó que'' imprimieran compilaciones extraídas de mis manuscritos", porque ellos contienen, prosiguió, "instrucciones que el Señor me ha dado para su pueblo". La referencia de cada pasaje indica el año en que ha sido escrito o publicado por primera vez.

En este folleto hallaremos fervientes llamados a una acción decidida, al mismo tiempo que una solemne advertencia a no actuar con presunción. Deberíamos prestar atención especial a los consejos que se dan a la sección VII, "Guiados por la Providencia Divina", que aparecen en las páginas 24 a 27. La publicación y distribución de este folleto es una respuesta a la firme convicción expresada por los dirigentes de la iglesia, de que ha llegado el tiempo de reiterar el clamor: "salid de las ciudades".

Los Fideicomisarios de las Publicaciones Elena G. de White.


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