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Tuesday, July 29, 2008

"Salir a evangelizar", respuesta a la pérdida de católicos en Latinoamérica

"Salir a evangelizar", respuesta a la pérdida de católicos en Latinoamérica
Autor: Zenit.org

La respuesta de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada hace un año en Aparecida (Brasil), a la pérdida de católicos es un impulso sin precedentes a salir a evangelizar, afirma uno de los co-presidentes de aquella cumbre eclesial.
"El número de los católicos ha disminuido en el último decenio como nunca antes en la historia, a la vez que se multiplican las comunidades pentecostales y las sectas. Ha aumentado la indiferencia y la increencia; ésta última, en varios países, entre muchos jóvenes. La urgencia de salir a evangelizar se ha hecho imperiosa", afirma el cardenal Francisco Javier Errázuriz, en la última edición (50) de la revista "HUMANITAS" de la Universidad Católica de Chile.


Con el objeto de prolongar las horas de gracia de la conferencia celebrada en la ciudad brasileña , el arzobispo hace un recuento de sus impresiones y de los frutos recogidos un año después de los sucesos.

Recalca el hecho de que volver a Aparecida supone reencontrarse con su mensaje central, el llamado a seguir a "Jesucristo vivo, que nos hace sus discípulos misioneros", una vocación de la que, según aclaró, participan todos los cristianos.

"Ser cristiano no consiste meramente en ser bautizado y participar ocasional o frecuentemente en las celebraciones del Pueblo de Dios. Ser cristiano es ser siempre discípulo misionero de Jesucristo, en la comunión de los suyos, enviados a construir su Reino", expresa.

El cardenal Errázuriz constata en su artículo la progresiva desaparición del espíritu cristiano en la cultura de los pueblos latinoamericanos.

"En muchos países cargamos sobre nuestros hombros la cruz pesada de estar perdiendo en el ámbito público, en el discurso político y en muchos medios de comunicación la evidencia del sentido de nuestra vida como cristianos, la memoria de las aportaciones del cristianismo a nuestros pueblos", señala.

Frente a este contexto hace un llamado a impulsar la evangelización de la cultura. Manifestó que es necesario "apuntar hacia la evangelización de nuestras convicciones, de nuestros comportamientos y costumbres, hacia la manera como cultivamos la relación con la naturaleza, entre nosotros y con Dios".

Releyendo el mensaje de Aparecida, el cardenal resume la situación continental con estos términos: "la Conferencia de Aparecida constató en América Latina y el Caribe grandes vacilaciones en el ámbito de las convicciones y los valores, el desconcierto que producen quienes quieren suplantar el substrato católico de nuestra cultura por otros modelos de vida, de familia y de convivencia social, la incoherencia con la fe de innumerables bautizados, la incapacidad que han demostrado tantos constructores de la sociedad de optar preferentemente por los pobres a la hora de tomar incisivas decisiones".

Asimismo destaca la responsabilidad universal de todo cristiano en esta misión, dirigiéndose particularmente a los fieles laicos presentes en las realidades temporales: "La búsqueda del bien de nuestros pueblos en todas sus dimensiones seculares, y la transformación de las estructuras de la sociedad de manera que sean favorables a la vida, es una tarea que implica una opción por la misión específica de los fieles laicos en medio de las realidades temporales, presencia responsable y activa en los nuevos y antiguos areópagos, en las ciudades y en los campos, en las periferias y en los centros de decisión".

Respecto del fundamental papel de la familia en la sociedad y del derecho esencial a la vida, recuerda la imperiosa exigencia de defenderlos: "La opción por la vida de Jesucristo para nuestros pueblos, es asimismo una opción por la familia, por la cultura de la vida y por la misma vida. Sobre la pastoral familiar, después de constatar las amenazas que se ciernen sobre la familia como realidad viva y como institución, pide encarecidamente (El Documento de Aparecida) que dado que la familia es el valor más querido por nuestros pueblos, debe asumirse la preocupación por ella como uno de los ejes trasversales de toda la acción evangelizadora de la Iglesia".

Fuente: http://www.demisiones.com/noticias/articulo.php?id=1645