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Sunday, September 28, 2008

El Sellamiento*


Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mientras no estuviese hecha la obra de Jesús en el santuario, y que entonces caerían las siete postreras plagas. Estas enfurecieron a los malvados contra los justos, pues los primeros pensaron que habíamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían raernos de la tierra las plagas se detendrían. Se promulgó un decreto para matar a los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob. Entonces todos los santos clamaron en angustia de ánimo y fueron libertados por la voz de Dios. Los 144,000 triunfaron. Sus rostros quedaron iluminados por la gloria de Dios. Entonces se me mostró una hueste que aullaba de agonía. Sobre sus vestiduras estaba escrito en grandes caracteres: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto." Pregunté acerca de quiénes formaban esta hueste. El ángel me dijo: "Estos son los que una vez guardaron el sábado y lo abandonaron." Los oí clamar en alta voz: "Creímos en tu venida, y la proclamamos con energía." Y mientras hablaban, sus miradas caían sobre sus vestiduras, veían lo escrito y prorrumpían en llanto. Vi que habían bebido de las aguas profundas, y hollado el residuo con los pies--pisoteado el sábado--y que por esto habían sido pesados en la balanza y hallados faltos.

*(Esta es una seleccion del capitulo)
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Primeros Escritos, E. G. W., p. 36- 37.