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Monday, May 31, 2010

REPORTAJE ESPECIAL: Almoina cobra vigencia 50 años después de asesinato

Sabado, 08 de Mayo 2010 01:04:00

REPORTAJE ESPECIAL: Almoina cobra vigencia 50 años después de asesinato
POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ



Portada del libro "Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista", de Salvador Morales Pérez.


SANTO DOMINGO.- Cincuenta años se han cumplido en la presente semana de la muerte a tiros en Ciudad de México de José Almoina Mateos, quien residió en Santo Domingo entre 1939 y 1947, período en el cual sirvió como maestro de Ramfis Trujillo y secretario particular de su padre, el dictador Rafael L. Trujillo Molina.

Según múltiples evidencias –algunas surgidas recientemente- Almoina Mateos, nacido en España, fue ultimado por orden de Trujillo por dos sicarios cubanos que fueron capturados, enjuiciados y encarcelados en México.

El atentado ocurrió en la capital azteca la mañana del 4 de mayo de 1960 y el fallecimiento se produjo al día siguiente en un hospital en donde hicieron esfuerzos por salvarle la vida. El hecho causó una conmoción en México y trascendió a todo el Continente, incriminándose desde el principio al régimen trujillista.

En el cincuenta aniversario del suceso, el intelectual cubano Salvador Morales Pérez –autor de una fatigosa investigación que culminó el año pasado con el interesante libro "Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista", está satisfecho del interés surgido en los últimos tiempos hacia la figura del personaje, nacido en Lugo, Galicia.

NUEVAS INVESTIGACIONES

Muestra del interés es que el miércoles último Morales Pérez disertó acerca de Almoina en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid, ocasión en la que donó ejemplares de su libro y se desató un debate sobre los intentos que siempre se han hecho para ocultar los crímenes de los gobiernos totalitarios.

“En España hay en estos momentos una controversia sobre los muertos del franquismo, porque al igual que en la República Dominicana los verdugos de la dictadura no fueron encausados”, dice Morales Pérez, de nacionalidad cubana, actual profesor-investigador en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, de Morelia, México.

Aunque no se acaban de abrir nuevos archivos en torno al caso de Almoina, Morales Pérez destaca que “lo novedoso está por venir por el interés levantado por mi obra y la del periodista gallego Xurxo Martínez Crespo, desconocido aun en Dominicana”. (Este último es autor de una biografía sobre Almoina titulada “Exilio. Dominicana. México”.

Morales Pérez apunta que Fernando Muñiz Albiac, profesor jubilado del Instituto de Educación Secundaria León Felipe de Zamora, España, tiene casi listo un libro sobre Almoina que trata del período anterior a su exilio, que comenzó en 1939, tras la guerra civil española. “Traerá novedades, sin lugar a dudas”, pronostica Morales.

Observa que en Lugo, España, conoció recientemente al profesor Claudio Rodríguez Fer, quien está muy interesado en la obra literaria que dejó Almoina, particularmente en sus escritos acerca de autores gallegos. Revela que también ha conocido a Isabel Gómez Rivas, “joven universitaria que anda destapando a este gallego desconocido en su propia tierra”.

“Como se puede ver, el proceso de recuperación está en marcha, pese a los obstáculos y los escollos presentados por los que no quieren que estos episodios y personajes revuelvan el remanso de gobernanza actual”, destaca.

MOTIVACIONES DEL CRIMEN

A un año de su libro y cincuenta del crimen, de varias cosas está convencido Morales Pérez.

Primero, de que un informe confidencial que sobre la política dominicana produjo Almoina en septiembre de 1947 (al poco tiempo de irse de Santo Domingo), destinado a gobiernos de distintos países americanos, fue el principal motivo de su asesinato. A su entender, las denuncias de Almoina en ese informe “entorpecieron las intrigas políticas de Trujillo para sentar su influencia en el área de modo terminante”.

En su libro "Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista", publica íntegramente -por primera vez en una obra formal- lo que se titula “Informe confidencial que sobre la política dominicana produce el licenciado José Almoina Mateos, ex secretario particular del Presidente Trujillo".

Almoina cometió el error de calzar con su nombre el "Informe confidencial" dirigido a los gobiernos de la cuenca del Caribe, en el que lanzó duras críticas a Trujillo, atribuyéndole serios planes intervencionistas en los asuntos internos de otros países. En el voluminoso informe, analizó -entre otras muchas cosas- las condiciones personales de Trujillo y le atribuyó ser "un enfermo mental". Llegó al extremo de imputarle degeneración sexual y práctica homosexual.

Morales Pérez está seguro de que aunque el documento de Almoina fue manejado con mucha discreción, llegó rápidamente a las manos de Trujillo. Cuenta cómo él (Morales Pérez) encontró en años recientes copias de la pieza en archivos de la cancillería venezolana y localizó referencias del mismo en Cuba. Además, hace una serie de explicaciones encaminadas a demostrar la trascendencia regional que tuvo ese documento a nivel diplomático y gubernamental y de la manera en que Trujillo se enteró del mismo.

Almoina se ausentó del país a principios de 1947 alegando estar enfermo de tuberculosis y se radicó en México, donde tuvo una activa vida intelectual y produjo el "informe confidencial" en septiembre de ese mismo año.

Morales Pérez dice que “de la semilla del Informe confidencial germinó la idea de un libro de combate frontal contra el régimen de Trujillo, aunque escudado en el seudónimo de Gregorio R. Bustamente, el cual decidió titular “Una satrapía en el Caribe. Historia puntual de la mala vida del déspota Rafael Leonidas Trujillo “.

Tan solo un año y medio después de su “informe confidencial” terminaba con el libro, el cual –a juicio de Morales Pérez- fue “una bomba de acusaciones contra Trujillo” y la la segunda causa de su asesinato en 1960.

DE LA DIATRIBA A LA APOLOGIA

Pero en 1950 Almoina escribió otro libro, “Yo fui secretario de Trujillo, atendiendo a peticiones reiteradas que a través de emisarios –y por escrito- le hizo la Primera Dama de República Dominicana, María Martínez.

Morales Pérez observa que después de la diatriba, con todo el fundamento ideológico y testimonial que la amparó, Almoina pasó a la apología de Trujillo. “La candela se había acercado tanto que Almoina entendió debía hacer algo para ponerse a salvo y evitar que la familia pudiera ser afectada por las acciones crueles con que Trujillo solía castigar ka osadía y la infidelidad al régimen”, resalta.
En un documento escrito años después de ese libro –en el que dejó sentado que si algo le pasaba debía culparse a Trujillo- Almoina explicó las razones que lo forzaron a tomar la repugnante decisión de preparar una obra laudatoria por encargo.

Pero en ese ni en ningún otro documento, Almoina admitió ser Gregorio Bustamante. “En ningún momento lo admitió”, expresó esta misma semana el investigador Morales Perez, consultado por el hilo telefónico. “Temía por su familia y no le faltaban razones contundentes. En el martirologio ocasionado por Trujillo y sus adeptos hay muestras de la inescrupulosidad de los represores, que no reparaban en nada. Sin embargo, en una ocasión dijo a su hija Helena Almoina Fidalgo que cualquier gallego que leyese Una satrapía en el Caribe, podía deducir que había sido escrita por un gallego”, anadió el escritor cubano radicado en México.

TRUJILLO ENGAÑADO

Dos preguntas son básicas a un investigador que como Morales Pérez ha dedicado tantas horas a este caso y que ha tenido múltiples contactos con los familiares del español asesinado en 1960.

Un hombre en extremo astuto como Trujillo se dejó engañar de Almoina con el argumento de la tuberculosis ?.

“Ese pretexto así lo pasaron otros dominicanos al dictador, tal como hicieron Pedro Henríquez Ureña y Juan Bosch, entre muchos. Lo cierto es que lo dejo salir y también a la familia. Hasta donde llega nuestra especulación, parece que en los tres casos se tragó el cuento”.

INGENUIDAD

Pecó Almoina de ingenuo al estimar que Trujillo no se enteraría de su Informe Confidencial ?.

Al respecto Morales Pérez cree que “hubo una mezcla de ingenuidad y de pronóstico erróneo. Muchos pensaron que al final de la guerra mundial caerían las dictaduras como las de Trujillo, Somoza, Franco. De manera que Almoina apostó por contribuir a su caída y ésta no se produjo por el beneplácito de Estados Unidos con estos regimenes adictos durante la guerra fría. No obstante, su contribución fue importante para desnudar el funcionamiento de este régimen y su peligrosidad para la estabilidad del Caribe. Su muerte no fue inútil.

*EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.
pimentelmunoz_jose@hotmail.com
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