"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos". Ellen G. White.
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Saturday, June 25, 2011
La ciudad de Nueva York
Dios no ha ejecutado su ira sin misericordia. Todavía se extiende su mano. Debe darse su mensaje en el Gran Nueva York. La gente debe ver cómo Dios, por un toque de su mano, puede destruir las propiedades que han reunido para enfrentar el último gran día.-3MR 310- 311(1902).
No tengo luz en particular respecto a lo que viene sobre Nueva York; sólo sé que un día los grandes edificios serán derribados por el poder trastornador de Dios... La muerte llegará a todas partes. Esta es la razón por la cual me siento tan ansiosa de que nuestras ciudades sean amonestadas.-RH Julio 5, 1906.
Estando en Nueva York en cierta ocasión, se me hizo contemplar una noche los edificios que, piso tras piso, se elevaban hacia el cielo. Esos inmuebles que eran la gloria de sus propietarios y constructores eran garantizados incombustibles...
La siguiente escena que pasó delante de mí fue una alarma de incendio. Los hombres miraban a esos altos edificios, reputados incombustibles, y decían: "Están perfectamente seguros". Pero estos edificios fueron consumidos como la pez. Las bombas contra incendio no pudieron impedir su destrucción. Los bomberos no podían hacer funcionar sus máquinas.-3JT 281-282 (1909).
Eventos de Los Ultimos Dias, pp.115-116.
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