Aprobaron una enmienda para recortar el presupuesto asignado para ese fin, ya que consideran que el órgano falló en su misión de preservar la democracia. La iniciativa no prosperaría en el Senado
Crédito foto: Reuters
La enmienda, presentada por el congresista por Florida Connie Mack, establece que "ninguno de los fondos a ser asignados será autorizado para las contribuciones a la Organización de Estados Americanos". Fue aprobada este miércoles por el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, donde la oposición republicana tiene la mayoría.
El presupuesto presentado ya preveía un recorte a los fondos que anualmente el Departamento de Estado destina a la OEA: de los 48,5 millones de dólares asignados este año bajaba a poco más de 44,2 millones.
"La OEA es una organización que ha fallado en América Latina en la defensa de la libertad y democracia en el Hemisferio Occidental", sostuvo Mack al presentar su enmienda. "Cada vez que nos giramos, la OEA, en vez de apoyar las democracias, respalda y mima a los Hugo Chávez" de la región, agregó.
La eventual sanción de esa enmienda implicaría que el organismo regional perdería los fondos del que, por el momento, es su principal contribuyente. Sin embargo, más que un verdadero intento por recortar la financiación de la OEA, ésta es considerada una declaración política en medio de la tensa disputa sobre los modos de reducir el abultado déficit fiscal entre demócratas y republicanos. Es que en el Senado, donde el oficialismo goza de una ajustada aunque suficiente mayoría, la medida no prosperaría, cuestión que eximiría al presidente Barack Obama de tomar una decisión al respecto.
El congresista demócrata Gerry Connolly advirtió este miércoles de las consecuencias negativas que, de prosperar, tendría la iniciativa para su país. La enmienda constituye una "retirada de nuestras responsabilidades como gran potencia", sostuvo y recordó que "es de esperar que una organización multilateral no se pliegue al cien por ciento" a los deseos de Washington, lo cual no implica que los Estados Unidos no deban "participar en la arena internacional".
Tanto Mack como la presidente del Comité de Relaciones Exteriores, Ileana Ros-Lehtinen, son fuertes críticos de la OEA, a la que acusan de apoyar a gobiernos como los de Venezuela o Cuba en detrimento de otros países más afines.
La gota que colmó el vaso de su paciencia fue el apoyo de los Estados Unidos a la suspensión de Honduras de la OEA tras el golpe de Estado de junio de 2009 contra el entonces presidente Manuel Zelaya, hecho que estos congresistas conservadores han negado que constituyera un golpe pidiendo reiteradamente, por el contrario, que se respetara al gobierno de facto de Roberto Micheletti instaurado tras los hechos.
Fuente: DPA
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