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Friday, August 19, 2011

Los acontecimientos desde la presión en favor del domingo hasta el fin


Amplificación de los acontecimientos desde la presión en favor del domingo hasta el fin del tiempo de prueba.-

“Hasta ahora se ha solido considerara los predicadores de las verdades que contiene el mensaje del tercer ángel como meros alarmistas. Sus predicciones de que la intolerancia religiosa adquiriría dominio en los Estados Unidos de Norteamérica, de que la Iglesia y el Estado se unirían en ese país para perseguir a los observadores de los mandamientos de Dios, han sido declaradas absurdas y sin fundamento... Pero, a medida que se va agitando más ampliamente la cuestión de la observancia obligatoria del domingo, se ve acercarse la realización del acontecimiento hasta ahora tenido por inverosímil, y el mensaje del tercer ángel producirá un efecto que no habría podido producir antes...

Cuando[1] llegue el tiempo de [predicar el mensaje del tercer ángel] con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio... Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal, todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrán oído palabras semejantes, las escucharán. Admirados y confundidos, oirán el testimonio de que Babilonia es la iglesia que cayó por sus errores y sus pecados... Cuando el pueblo acuda a sus antiguos conductores espirituales a preguntarles con ansia: ¿Son esas cosas así? los ministros aducirán fábulas, profetizarán cosas agradables para calmar los temores y tranquilizar las conciencias despertadas. Pero como muchas personas no se contentan con las meras razones de los hombres y exigen un positivo ‘Así dice Jehová’, los ministros populares... airándose al ver que se pone en duda su autoridad, denunciarán el mensaje como si viniese de Satanás e incitarán a las multitudes dadas al pecado a que injurien y persigan a los que lo proclaman.

Satanás se pondrá alerta al ver que la controversia se extiende a nuevos campos y que la atención del pueblo es dirigida a la pisoteada ley de Dios.[2] El poder que acompaña a la proclamación del mensaje sólo desesperará a los que se le oponen. El clero hará esfuerzos casi sobrehumanos para sofocar la luz por temor de que alumbre a sus rebaños. Por todos los medios a su alcance los ministros tratarán de evitar toda discusión sobre esas cuestiones vitales. La iglesia apelará al brazo poderoso de la autoridad civil[3] y en esta obra los papistas y los protestantes irán unidos.[4] Al paso que el movimiento en favor de la imposición del domingo se vuelva más audaz y decidido, la ley será invocada contra los que observan los mandamientos. Se los amenazará con multas y encarcelamientos; a algunos se les ofrecerán puestos de influencia y otras ventajas para inducirlos a que renuncien a su fe... Los que serán emplazados ante los tribunales defenderán enérgicamente la verdad, y algunos de los que los oigan serán inducidos a guardar todos los mandamientos de Dios. Así la luz llegará ante millares de personas que de otro modo no sabrían nada de estas verdades...

Cuando los defensores de la verdad se nieguen a honrar el domingo, unos serán echados en la cárcel, otros serán desterrados y otros aún tratados como esclavos. Ante la razón humana todo esto parece ahora imposible; pero a medida que el espíritu refrenador de Dios se retire de los hombres y éstos sean dominados por Satanás... se verán cosas muy extrañas...

Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que profesaron creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe, e irán a engrosar las filas de la oposición. Uniéndose con el mundo y participando de su espíritu, llegarán a ver las cosas casi bajo el mismo aspecto; así que cuando llegue la hora de prueba estarán preparados para situarse del lado más fácil y de mayor popularidad. Hombres de talento y de elocuencia, que se gozaron un día en la verdad, emplearán sus facultades para seducir y descarriar almas. Se convertirán en los enemigos más encarnizados de sus hermanos de antaño. Cuando los observadores del sábado sean llevados ante los tribunales para responder de su fe, estos apóstatas serán los agentes más activos de Satanás para calumniarlos y acusarlos de falsos informes e insinuaciones.

En aquel tiempo de persecución la fe de los siervos de Dios será probada duramente. Proclamaron fielmente la amonestación mirando tan sólo a Dios y a su Palabra. El Espíritu de Dios, que obraba en sus corazones, les constriñó a hablar. Estimulados por santo celo e impulso divino, cumplieron su deber y declararon al pueblo las palabras que de Dios recibieron sin detenerse en calcular las consecuencias. No consultaron sus intereses temporales ni miraron por su reputación o sus vidas.

Sin embargo, cuando la tempestad de la oposición y del vituperio estalle sobre ellos, algunos, consternados, estarán listos para exclamar: "Si hubiésemos previsto las consecuencias de nuestras palabras, habríamos callado". Estarán rodeados de dificultades. Satanás los asaltará con terribles tentaciones. La obra que habrán emprendido parecerá exceder en mucho sus capacidades. Los amenazará la destrucción. El entusiasmo que les animara se desvanecerá; sin embargo no podrán retroceder. Y entonces, sintiendo su completa incapacidad, se dirigirán al Todopoderoso en demanda de auxilio. Recordarán que las palabras que hablaron no eran las suyas propias, sino las de Aquel que les ordenara dar la amonestación al mundo...

Conforme va revistiendo la oposición un carácter más violento, los siervos de Dios se ponen de nuevo perplejos, pues les parece que son ellos mismos los que han precipitado la crisis; pero su conciencia y la Palabra de Dios les dan la seguridad de estar en lo justo; y aunque sigan las pruebas se sienten robustecidos para sufrirlas. La lucha se encona más y más, pero la fe y el valor de ellos aumentan con el peligro...

Pero mientras Jesús siga intercediendo por el hombre en el santuario celestial, los gobernantes y el pueblo seguirán sintiendo la influencia refrenadora del Espíritu Santo... Mientras que muchos de nuestros legisladores son agentes activos de Satanás, Dios tiene también los suyos entre los caudillos de la nación... Es así como unos cuantos hombres contienen una poderosa corriente de mal. La oposición de los enemigos de la verdad será coartada para que el mensaje del tercer ángel pueda hacer su obra.[5] Cuando la amonestación final sea dada, cautivará la atención de aquellos caudillos por medio de los cuales el Señor está obrando en la actualidad, y algunos de ellos la aceptarán y estarán con el pueblo de Dios durante el tiempo de angustia.

El ángel que une su voz[6] a la proclamación del tercer mensaje, alumbrará toda la tierra con su gloria. Así se predice una obra de extensión universal y de poder extraordinario... Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés. Como la "lluvia temprana" fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del ministerio evangélico, para hacer crecerla preciosa semilla, así la "lluvia tardía" será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha...

La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella... Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra.[7] Se realizarán milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad. El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos. Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistará en las filas del Señor. CS:663-670.

“Cuando termine el mensaje del tercer ángel, la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido "la lluvia tardía", el "refrigerio de la presencia del Señor", y estará preparado para la hora de prueba que le espera... Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido "el sello del Dios vivo". Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial. CS:671

[1] El adverbio temporal ‘cuando’, que aparece en varios lugares de las páginas 663 a 670 de El Conflicto de los Siglos, conecta la secuencia de eventos futuros en orden cronológico desde el presente hasta el final del tiempo de prueba.

[2] Este, aparentemente, es el comienzo del tiempo de angustia temprano, cuando los siervos de Dios se levantan para proclamar "más plenamente el sábado" (PE 33).

[3] El hecho de que la iglesia busca el apoyo del fuerte brazo del poder civil implica que la presión que busca una legislación en favor del domingo está teniendo éxito.

[4] Esta unión de "papistas y protestantes" nos ayuda a ubicar este evento en relación con los demás eventos en una cronología de causa y efecto de los acontecimientos finales. Así, por ejemplo, "Cuando nuestra nación abjure de tal manera de los principios de su gobierno que promulgue una ley dominical, en este acto el protestantismo dará la mano al papismo" (2JT:318).

En 5T: 451 se comenta acerca de este evento decisivo: “Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse de la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión nuestro país repudie todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca" (2JT:151).

[5] Notemos que la amonestación final no se ha dado hasta este momento, pero "se dará". Entonces, la "amonestación final" se produce al final de la secuencia de eventos bosquejados en el CS:663-670, mientras que la “amonestación” se produce al comienzo de esta secuencia.

[6] El ángel que se une al tercer ángel y “alumbra toda la tierra con su gloria”, es el ángel de Apocalipsis 18. Está aquí en conexión con la “lluvia tardía”, la que en PE:86 se dice que proporciona "poder a la voz fuerte del tercer ángel”.

[7] Notemos que vendrá aflicción sobre la tierra y las naciones se airarán, pero "serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel", y que es en este tiempo cuando "descenderá la 'lluvia tardía'... para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel" (PE 85-86).

El refrenamiento de las naciones airadas se describe en PE:38, como la retención de los cuatro vientos después que los ángeles habían comenzado a soltarlos. Esta retención es lo que permite al pueblo de Dios proclamar la "amonestación final" (CS:669). Esto sugiere claramente que habrá un breve período de alivio de las dificultades que habían estado afligiendo la tierra mientras se daba la "amonestación final". (Ver CS:545).

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