13 Oct 2011, Silver Spring, Maryland, Estados Unidos
Mark A. Kellner, Revista Adventista
El número creciente de gente que reside en las grandes ciudades (más gente vive hoy en las ciudades que en zonas rurales) implica un llamado alto y claro en pro del evangelismo urbano, dijo el pastor Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista, el pasado 8 de octubre durante el sermón en la sede central de la iglesia en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.
Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, hace un llamado a la obra misionera urbana en todo el mundo, comenzando con un lanzamiento en la ciudad de Nueva York. Los directivos de Nueva York y la División Norteamericana acompañan a Wilson en la plataforma el pasado sábado 8 de octubre, en la sede central de la iglesia. [fotografía: Ansel Oliver]
Basándose en Lucas 19:41-42, Wilson destacó que Jesús, en su entrada final en Jerusalén, lloró por la ciudad donde sería falsamente acusado, juzgado y crucificado.
"Jesús lloró por la ciudad, [y] por la gente de la ciudad", dijo Wilson. "Sabía lo que pasaría unos días después [...]. Pero no se mostró enojado o resentido, sino que lloró. ¡Lloró por la gente de la ciudad!"
A partir de ese ejemplo, dijo Wilson, los cristianos pueden sacar la conclusión de que la gente de las ciudades es importante para Dios y para el cumplimiento de la comisión evangélica de llevar las buenas nuevas a todo el mundo.
"Nuestro humilde objetivo es alcanzar aproximadamente a 650 grandes ciudades del mundo antes del próximo Congreso de la Asociación General en 2015, todo sobre la base del poder del Espíritu Santo por medio del reavivamiento y la reforma", dijo.
"Dios nos está llamando a ir a las ciudades del mundo donde los obreros son pocos y la mies es mucha", dijo Wilson ante los 500 líderes de la iglesia mundial y otros presentes."¿Están dispuestos a llorar y trabajar por los habitantes de las grandes ciudades? Él nos llama a proclamar su amor, su justicia, los mensajes de los tres ángeles, su advertencia a un mundo que perece, y el poderoso anuncia de su pronta segunda venida".
Wilson agregó: "Nuestro mensaje bíblico a las ciudades nos unirá como un pueblo mundial y nos guardará de aislarnos de la sociedad y unos de otros. Nuestro mensaje a las ciudades del mundo es que otra ciudad se acerca: la Nueva Jerusalén, una ciudad de seguridad, esperanza y refugio que tiene a Dios por centro".
En un mensaje transmitido simultáneamente por el Hope Channel de la iglesia, Wilson dijo que Jesús ha hecho un llamado a trabajar en las zonas urbanas, según se refleja en los escritos de Elena G. de White, cofundadora de la iglesia: "Durante más de cien años, Dios ha estado pidiendo a su pueblo que trabaje en las ciudades según los métodos divinos. El espíritu de profecía [sus escritos] están repletos de instrucciones sobre la obra que tiene que llevarse a cabo en las ciudades [...]. Es una obra sustentable, cuidadosa y abarcadora [...], una obra que une cada aspecto de la obra de la iglesia para alcanzar a las multitudes de las ciudades y recibir la bendición divina cuando se hace según su voluntad y con un corazón humilde".
Wilson citó entonces lo que dice Elena G. de White en su libro El ministerio médico, p. 403: "La obra en las ciudades es la obra esencial para este tiempo. Cuando se trabajen las ciudades como Dios desea, el resultado será la puesta en operación de un poderoso movimiento cual nunca se ha visto".
Wilson recordó el relato de White sobre la "colmena de actividad" que los adventistas crearon en San Francisco, California, hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, y dijo que esos esfuerzos pueden y deberían ser duplicados hoy.
"Necesitamos una planificación estratégica bajo la conducción del Espíritu Santo, para que cada ciudad de cada país de cada división del mundo produzca esa "colmena", dijo Wilson.
Y añadió: "Todos pueden contribuir al desarrollo de esta obra en proceso, incluidos nuestros departamentos e instituciones. Hacemos un llamado para que todos participen, los jóvenes y los ancianos, los que viven en las ciudades y los que viven en zonas rurales, los pastores y los feligreses, las organizaciones de la iglesia y sus instituciones.
Cada miembro debería participar de toda manera posible en el evangelismo abarcador urbano".
Wilson lanzó un desafío a su audiencia: "¿Estamos dispuestos a dar pasos decididos para poner en práctica los planes de Dios para los centros urbanos del mundo, de manera que se produzca un 'poderoso movimiento', o nos volveremos y saldremos corriendo como Jonás?
Al afirmar la autenticidad del relato bíblico, expresó: "Esta fue una historia real, un Jonás real, un pez real y un llamado real de parte de Dios para ir a Nínive. No desestimen estas y otras historias de la Biblia como solo simbólicas o alegóricas. Los milagros de la Biblia son verdaderos y demuestran la autoridad divina. Creamos en la autenticidad de la Santa Palabra de Dios y el espíritu de profecía. La Palabra de Dios nos habla en lenguaje claro que muestra que él está en control y que tenemos que seguir sus instrucciones y vivir la vida a pleno".
Wilson anunció que el proyecto de evangelismo urbano comenzará en la ciudad de Nueva York, donde el actual presidente de la AG comenzó su trabajo ministerial, y donde Elena G. de White dirigió la atención especial de los adventistas.
"En 2013 lanzaremos un proyecto de evangelización muy específico, abarcador y sostenido para el mundo comenzando en la ciudad de Nueva York", dijo. "Queremos comenzar allí, porque Elena G. de White indicó que debería ser un símbolo de cómo trabajar en el resto del mundo. Dado que las grandes ciudades están compuestas de muchas comunidades y vecindarios más pequeños, esperamos tener aproximadamente entre 150 a 200 reuniones de evangelización en la zona metropolitana de Nueva York del 7 al 29 de junio de 2013 [...]. Por la gracia de Dios, me comprometo con mi esposa Nancy a llevar a cabo una de esas doscientas reuniones de evangelización en la ciudad de Nueva York en junio de 2013".
Wilson concluyó su mensaje con un llamado a la oración y a obreros para el proyecto misionero urbano.
"Confío plenamente en que Dios cumplirá su promesa si le sometemos humildemente nuestros planes y seguimos sus instrucciones en la Biblia y el espíritu de profecía.
Roguemos al Espíritu Santo para que nos dé el poder de cumplir la tarea que se nos ha encomendado", dijo. "Qué día será cuando Jesús regrese y nos unamos a los salvados de las grandes ciudades y las zonas rurales para ascender con el Señor a nuestros hogares eternos".
Source: Adventist News Network©
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