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El entorno urbano del templo del Santuario de Guadalupe vive su ambiente de feria.
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Fieles ''agolpan'' al Santuario de Guadalupe
Zona de El Santuario de Guadalupe se llena de ambulantes
Habrá restricciones viales en zona del Santuario
Nuevamente se hizo el ritual de vestir a niños y niñas con prendas típicas
El Santuario de Guadalupe mostró su gran convocatoria para creyentes con motivo de la fiesta de la Virgen del Tepeyac
GUADALAJARA, JALISCO (12/DIC/2012).- Nuevamente el Santuario de Guadalupe mostró su gran convocatoria para los creyentes con motivo de la fiesta de la Virgen del Tepeyac. Los asistentes, como ríos humanos, entraban y salían de este recinto mariano tapatío del Centro Histórico, cuya misa solemne en esta ocasión fue presidida por el obispo auxiliar Juan Humberto Gutiérrez Valencia.
En su mensaje, el prelado exhortó a los feligreses a valorar el culto guadalupano, "más allá del entusiasmo y el sentimiento, a imitar la actuación de Santa María en su actitud de servicio y seguimiento a Jesucristo, incluso cuando éste estuvo en la cruz al culminar su misión".
En un atiborrado recinto, el obispo coadjutor resaltó que la Virgen de Guadalupe "es el símbolo más festivo del catolicismo mexicano, ya que remite a la acción del parto espiritual del Tepeyac que a partir del año de 1531 trajo consigo el surgimiento de la nación mexicana".
Abundó que la acción evangelizadora en México, "bajo la conducción de Santa María de Guadalupe, ha sido un factor de unidad, ya que logró inducir que la raza vencida no es menos que la de los dominadores, y que ambas comparten el hecho de ser hijos de Dios en la fe. Esto es motivo de tomar conciencia como católico".
Insistió en que "el hecho de que la Madre de Dios, asumiera el color de la piel de los vencidos, marcó una nueva etapa para el país, a pesar de la incredulidad del entonces obispo Juan de Zumárraga ante el mensajero Juan Diego, quien fue testigo de una presencia sobrenatural transformadora que convirtió el cerro del Tepeyac en un jardín de rosas".
De nueva cuenta, el entorno urbano del templo del Santuario de Guadalupe vive su ambiente de feria, con la presencia de múltiples vendedores de comida (con gran variedad de fritangas), de flores, puestos de fotógrafos, juguetes infantiles y de ropa típica (cuyos vendedores convirtieron en un aparador gigante los muros del edificio del Palacio Federal), entre otros objetos de comercio.
Entre los fieles asistentes, se destacó el gran número de mujeres ataviadas con rebozos, blusas, faldas y vestidos de ropa típica, desde las personas maduras, hasta las jóvenes.
Nuevamente se hizo el ritual de vestir a niños y niñas con prendas típicas, entre lo que se tuvo la imitación del vestuario de Juan Diego entre los menores, algunos de ellos en forma pintoresca al ataviarlos con sombreros estilo Dick Tracy y bigotes pintados.
Como medidas de prevención, las autoridades civiles y los organizadores de los festejos tomaron sus acciones cautelares, como la instalación de barreras metálicas para controlar los accesos y salidas del templo.
En varios lugares de la zona conurbada, como ocurre a escala nacional, se tiene la quema de material pirotécnico, sobre todo en los templos donde se venera la Virgen del Tepeyac, con la consecuente polémica entre quienes gustan de la pirotecnia y sus detractores.
EL INFORMADOR/ SALVADOR Y MALDONADO
CRÉDITOS:Informador Redacción / SRC Hoy 13:27 hrs
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