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Wednesday, January 15, 2014

Sacude a Michoacán ‘guerra’ entre autodefensas y Templarios



Associated Press
Un camión se quema en la entrada de la ciudad de Parácuaro



Proceso | 2014-01-11 | 21:37 Parácuaro— En la que ya se decantó como una de las jornadas más violentas por los enfrentamientos entre autodefensas comunitarias e integrantes de la organización Los Caballeros Templarios, la correspondiente a la última semana se caracterizó asimismo por bloqueos realizados en la carretera que comunica este municipio con Apatzingán.

El viernes 10, por sexto día consecutivo, presuntos templarios cerraron esa vía carretera, en la que quemaron cinco vehículos y despojaron de sus pertenencias, cámaras fotográficas y un automóvil a reporteros de la localidad y de medios nacionales que acudieron a reportar lo que ocurría en el lugar.

Y mientras los grupos de autodefensa tomaban nuevas localidades en municipios de la zona de Tierra Caliente –como Antúnez, perteneciente a Tacámbaro, y 20 de Noviembre, correspondiente a Coahuayana–, en Apatzingán hombres armados quemaron una tienda Coppel y una Oxxo como parte de las acciones que realizaron durante la semana contra aquéllos.

Desde el domingo 5 los distintos grupos que se mantienen enfrentados a las autodefensas ciudadanas iniciaron con bloqueos a la carretera que comunica Tacámbaro con Apatzingán; luego quemaron una decena de autos y camiones. Pero este fin de semana aumentaron sus acciones: incendiaron negocios en la ciudad Apatzingán y se instalaron a las entradas de ésta para impedir la llegada de “los autodefensas”.

A bordo de camionetas, algunos de ellos armados con rifles de asalto, se presentaron el viernes en el tramo bloqueado y amenazaron e intimidaron a los periodistas: les ordenaron entregar las imágenes que habían registrado y retirarse de la zona. Incluso trataron de levantar a uno de los reporteros, quien logró zafarse de los hombres armados que lo jaloneaban para llevárselo en una camioneta.

La nueva estrategia

A la entrada del poblado, un grupo de jóvenes con rifles R-15 y AK-47 revisa los vehículos antes de dejarlos pasar a esta cabecera municipal. Nada se escapa de su mirada alerta, aunque ya se les nota el cansancio luego de que el sábado 4 tomaron la población para “liberarla” del cártel de Los Caballeros Templarios.

Son integrantes de uno de los grupos de autodefensa ciudadana que, según adversarios suyos como Fidel Orejel, forman parte de una “estrategia” federal contra el crimen organizado que diseñó Óscar Naranjo Trujillo, el asesor colombiano del presidente Enrique Peña Nieto.

El general de cuatro estrellas, retirado del ejército de su país, entró en el equipo del priista desde que éste era candidato a la Presidencia. En junio de 2012 el exgobernador mexiquense presentó al exdirector general de la Policía Nacional de Colombia como su “asesor externo” en materia de combate al crimen organizado, bajo un esquema “no operacional” y “fuera de las líneas jerárquicas del Ejército Mexicano”.

Al encabezar la Policía Nacional de su país, Naranjo llegó a tener bajo su mando a 167 mil efectivos. Fidel Orejel, uno de los voceros de quienes protestan contra las autodefensas en Parácuaro, afirma que el general colombiano está detrás de las acciones encaminadas a apoyar a estos grupos porque es el principal asesor del gobierno federal en la lucha contra el narcotráfico.

“Mandaron a uno de Colombia para querer arreglar México con una estrategia tonta. No pudo arreglar las cosas allá… Las FARC siguen secuestrando, robando y matando gente. Lo único a lo que lo mandaron es a que nos matemos entre nosotros, los michoacanos; esa es la estrategia que están siguiendo”, sostiene Orejel, entrevistado el jueves 9.

“En Colombia no han podido con la estrategia de andar queriendo desaparecer los cárteles; siempre aparece otro. No usan la inteligencia, sino que siguen una estrategia tonta de apoyar a los pueblos armados, como ya lo dijo Miguel Ángel Osorio Chong”, señala. Pero al preguntarle cómo se enteró de todo eso, repone: “Yo leo, me entero de las cosas”.

En efecto, el secretario de Gobernación confirmó dicho apoyo. Lo hizo el lunes 6 en conferencia de prensa al término de la XXV Reunión Anual de Embajadores y Cónsules de México, efectuada en la capital del país. Entonces recalcó que el gobierno federal inició desde hace siete meses una estrategia de atención para Michoacán, entidad en la que, dijo, “hemos venido recuperando territorio… hemos venido trabajando con la sociedad… Las acciones, las propuestas, los programas del gobierno federal están ya ahí presentes… y tenemos que seguir adelante…”.

Horas después de la entrevista con Fidel Orejel, jóvenes encapuchados rociaron con gasolina varios camiones que transportaban cerveza, refrescos y frituras, y les prendieron fuego a la entrada del municipio: un claro reto a los grupos de autodefensa ciudadana que se encuentran a unos 13 kilómetros de ahí, en la cabecera municipal, que tomaron el sábado 4.

La expansión

A casi un año de haberse creado, las autodefensas avanzaron en su táctica de “recuperación de territorio” en 72 comunidades de 22 municipios, donde hablan con la gente, le dicen que están ahí para darle seguridad y piden su apoyo para “limpiar” al estado de los cárteles que lo tienen asolado, especialmente de “Los Templarios”.

La Familia Michoacana –organización de la que surgieron Los Caballeros Templarios– se dio a conocer en 2006 como un supuesto grupo de autodefensa que tenía la intención de combatir a Los Zetas, pero desde el principio exigió a ciudadanos, comerciantes y empresarios elevadas cuotas a cambio de no atentar contra ellos. El grupo que tomó Parácuaro no pide dinero, a menos que la población se le una en la “autoprotección” en sus pueblos, comunidades y ciudades.

“Lo que nosotros queremos es sacar a todos los cárteles, que no haya uno solo en Michoacán”, dice Luis Antonio Torres, conocido como El Americano porque nació en Estados Unidos. Señala que la intención de la autodefensa es primero preparar el camino y después liberar Apatzingán, el municipio al que se considera el bastión de la banda comandada por Servando Gómez, La Tuta.

El 24 de febrero del año pasado, en La Ruana, municipio de Buenavista, así como en Tepalcatepec, se formaron los primeros núcleos de pobladores para enfrentarse a Los Caballeros Templarios, que los sometían a extorsiones, amenazas, asesinatos, secuestros y violaciones a sus hijas e esposas.

Entonces eran pocos cientos. Según El Americano, uno de los comandantes de la coordinación general de los grupos de autodefensa, hoy suman aproximadamente 10 mil hombres armados con rifles de caza o de asalto y pistolas de todos los calibres. Coincidentemente, en diciembre La Tuta, entrevistado en el canal de televisión estadunidense en español Mundo Fox, dijo que su organización cuenta con el mismo número de sicarios.

Aunque se han gestado autodefensas en varias entidades del país, sólo en Michoacán han crecido y se han expandido. Su estructura se basa en un consejo o coordinación general, “comandantes” que se encargan de células o pequeños grupos que marchan de avanzada en la “liberación” de los pueblos, y un grueso grupo de simpatizantes que los respaldan conforme se acercan a sus objetivos.

Casi todos “los autodefensas” portan rifles de asalto, pistolas y chalecos antibalas. Sostienen que estas armas son “botín de guerra”: las toman cuando sus enemigos huyen o mueren. También utilizan camionetas arrebatadas a los sicarios, a las que les pintan un logo y las palabras “Autodefensas” o “Policías Comunitarias”. Las balas tienen que pagarlas de su bolsillo.

El Americano tiene 34 años y se unió a la autodefensa de Tepalcatepec desde que surgió. Trae un AK-47 cruzado en el pecho, que refleja el sol en su culata de metal labrado. De su cintura cuelga una pistola escuadra. Y cuando se le pregunta de dónde sacan ese equipo y el dinero necesario para mantener a su organización en sus casi 11 meses de existencia, contesta:

“No somos paramilitares, somos gente trabajadora y hemos ayudado a los pueblitos a liberarse. El gobierno no nos apoya, tampoco ningún cártel. Si la gente de Jalisco quiere hacerlo, los vamos a combatir porque no queremos a ningún cártel.”

Añade: “El Ejército nos trata bien y la Policía Federal nos ha dado apoyo, no como otras organizaciones corruptas. Las armas las van ganando los muchachos en cada enfrentamiento. Si abaten a un sicario se quedan con el arma”.

Otro mando, Martín, sostiene que no han recibido recursos del gobierno federal ni del Ejército o la policía, aunque reconoce como un apoyo el hecho de que les permitan avanzar hacia los municipios que “recuperan” de la banda que durante 12 años extorsionó, secuestró y asesinó a sus familias.

Pero Salvador Esquivel, otro comandante de las autodefensas, indica que no siempre es así. “Nosotros estamos haciendo su trabajo, pero (las autoridades civiles y militares) nos detienen, a veces nos quieren desarmar, y no entendemos cuál es su papel porque no nos defienden”.

Aclara que el suyo no es un “levantamiento” popular contra el gobierno, sino que pretenden limpiar el estado de “templarios”. Para él, si recibieran ayuda oficial, las autodefensas ya abarcarían mucho más de 40% de la entidad en donde actualmente tienen presencia.

‘Táctica colombiana’

Fidel Orejel es una de las cabezas visibles de quienes bloquearon la carretera y quemaron vehículos a la entrada de Parácuaro para exigir que los grupos de autodefensa ciudadana salgan del municipio. Los califica como “otro cártel”, apoyado por el de Jalisco Nueva Generación.

Dice que es productor de limón y ex colaborador de la presidenta municipal Lucila Barajas, quien el viernes 3 y el sábado 4 –cuando el grupo de autodefensa tomó Parácuaro– presumió en Facebook una foto en la que aparece descansando en la playa.

Entrevistado la tarde del jueves 9, durante el bloqueo de la carretera que comunica Antúnez con Apatzingán, Orejel identifica la estrategia del gobierno federal “de apoyar a estos grupos de autodefensa” con la que aplicó el general Óscar Naranjo Trujillo en Colombia.

Naranjo fue una pieza clave del presidente colombiano Álvaro Uribe en el combate al narcotráfico y a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Desde junio de 2012 asesora a Peña Nieto en los rubros de seguridad democrática, prevención del delito, cooperación internacional y combate al narcotráfico y al crimen organizado.

Se le considera el artífice del descabezamiento de los cárteles de Medellín, Cali y del Norte del Valle. En 1993 dirigió la operación que terminó con la vida del capo Pablo Escobar. Pero durante años también se le relacionó con grupos paramilitares, y a su hermano Juan David Naranjo se le acusó de presuntos vínculos con el narcotráfico porque fue detenido en Alemania, en 2006, al tratar de vender 35 kilos de cocaína a dos policías encubiertos.


Fuente

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