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Monday, June 16, 2014

Contra la corrupción, Francisco renueva la curia


Domingo, 15 de junio de 2014
Edición impresa

Con el plan de edificar una Iglesia austera y transparente, el Papa descabezó la cúpula de la “vieja guardia” curial, incluyendo a directivos del Banco Vaticano y la AIF, ente de control financiero. Dicen que la mafia lo tiene entre ojos.

Por Guillermo Villarreal - De la Agencia DyN, especial para Los Andes



Francisco busca internacionalizar la curia, mayoritariamente itálica, con religiosos de su confianza.


Sin que le tiemble el pulso, el Papa practica cirugía mayor en las estructuras de la Santa Sede, aunque al hacerlo se exponga a las intrigas del “círculo rojo” vaticano que opera en las sombras para impedir que avance en su revolución silenciosa.

El método de Francisco es minucioso, dinámico pero no acelerado y no se aparta un ápice de la idea original de edificar una Iglesia nueva, de salida, pobre y para los pobres, además de austera y transparente en todas sus líneas.

Con los recientes cambios que practicó en la Autoridad de Información Financiera (AIF), Jorge Bergoglio asestó un duro golpe a la “vieja guardia” curial que, apoyada desde afuera por sectores del poder económico, todavía intenta influir en las decisiones.

Es que el Papa acaba de tocar un punto clave, al descabezar la cúpula de ese consejo creado en 2010 por Benedicto XVI para prevenir y luchar contra el lavado de dinero, cuyos miembros eran todos italianos, e inmerso hace meses en una lucha interna que derivó en la renuncia este año de su presidente Attilio Nicora.

La elección de los nuevos integrantes de la AIF puso en evidencia que el Pontífice tuvo la intención de deshacer la hegemónica presencia itálica en ese organismo de contralor del Instituto de Obras para la Religión o Banco Vaticano, entidad que supo estar sospechada de vínculos con la mafia y acusada de manejos “non sanctos”.

El Papa dejó claro con esa movida que quiere internacionalizar la curia y abrir sus estructuras a miembros laicos y, en menor medida, a las mujeres. Lo hizo al nombrar en esa junta financiera al singapurense Joseph Yuvaraj Pillay, al suizo Marc Odendall y al estadounidense Juan Carlos Zarate, uno de los consejeros del ex presidente George W. Bush, además de designar a la técnica italiana María Bianca Farina.

Las señales de alarma de que la movida de Bergoglio puso nerviosos a sectores influyentes, tanto internos como externos a la Iglesia, las encendió el vaticanista Marco Politi. “Hay mucha resistencia pasiva, inercia. No se hace nada. Esperan”, advirtió, y agregó: “Los lobos son los adversarios en la curia, fuera de la curia, en el mundo económico. Existe una suerte de alianza transversal”.

“Francisco está tocando grandes intereses económicos y la alarma de un atentado contra él del juez antimafia italiano Nicola Gatteri es muy seria”, sostuvo Politi. El editorialista refería de ese modo a la advertencia que el fiscal adjunto en Calabria lanzó en noviembre, al asegurar que la mafia “no dudaría en hacerle una zancadilla” al Pontífice argentino, por “desmantelar centros del poder económico”.

El estilo directo, afectuoso, cercano a la gente y cargado de gestos de Francisco también encuentra la oposición de los sectores ultraconservadores de la Iglesia, que en Roma y en el mundo no dudan en criticarlo, en casos con consideraciones xenófobas y discriminatorias.

“Actúa como un afable latinoamericano” o “es un simple cura de parroquia”, se les ha escuchado decir a más de uno. Los detractores, según Politi, acusan al Papa de demagogia, de populismo, de disminuir el primado papal, de llevar a una “protestantización” de la Iglesia, de fomentar un diálogo ecuménico e interreligioso desmedido y de hablar demasiado de pobreza.

En lo meramente pastoral, estos grupos duros rechazan que Francisco diga que la Iglesia no se puede obsesionar con temas espinosos como el aborto, el matrimonio igualitario o el uso de anticonceptivos, y que también se pronuncie a favor de atender con misericordia las realidades familiares consideradas “irregulares” o “difíciles”.

Francisco parece hacerle caso omiso a quienes rechazan su política reformista y sus métodos pastorales, e insiste en vencer esa resistencia mediante el diálogo. Por eso suele afirmar con humildad, como lo hizo en una entrevista publicada este viernes en el diario español La Vanguardia: “No soy ningún iluminado”.

El Papa no dará audiencias en julio

El Papa Francisco no acordará audiencias generales en todo el mes de julio, pero la oración del Angelus se mantendrá cada domingo durante el verano, anunció ayer el Vaticano.

“En el mes de julio, las audiencias generales de los días 2, 9, 16, 23 y 30 no tendrán lugar. Se reanudarán en agosto”, salvo durante el viaje del Santo Padre a Corea del Sur (del 13 al 18 de agosto), precisó la Santa Sede en un comunicado.

La oración del Angelus de cada domingo, no obstante, “será conducida por el Papa en el Vaticano durante los meses de julio y agosto”, con la salvedad de la estancia en Corea.

La misa celebrada cada mañana por Francisco en su residencia de Santa Marta queda “suspendida durante todo el período estival”, y se reanudará a inicios de setiembre, añade el Vaticano.

Desde su designación como cabeza de la Iglesia Católica en marzo de 2013, el argentino Jorge Mario Bergoglio, de 77 años, nunca se ha tomado unas verdaderas vacaciones y no ha hecho ninguna estadía en Castel Gandolfo.

Según algunos observadores, parece tener prisa, como si supiera que no dispone de muchos años para reformar la Iglesia. AFP


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