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Monday, May 18, 2015

Obras jesuitas van más allá de la religión



10/05/2015-07:55 Vida


Promueven la investigación, la cultura y la educación, con un bajo perfil emplean a más de 15.000 personas.



Ref. Fotografia: La formación técnica y regular es uno de sus mayores retos. Sin embargo el proyecto Fe y Alegría es el de mayor éxito que tiene la congregación.

Con un trabajo silencioso que se forja desde la promoción de la fe y la justicia, la congregación Jesuita en Bolivia se convierte en una de las obras sociales más grandes que tiene la Iglesia en Bolivia.

Con más de 100 proyectos educativos, culturales, sociales y económicos, la Compañía de Jesús como también es denominada, la orden a la que pertenece el papa Francisco, también guarda méritos.

En ocasión a la llegada del Sumo Pontífice, El Día decidió reflejar el trabajo que realizan los sacerdotes que comparten la vocación del papa Francisco.

Con una larga lista de proyectos religiosos que son la base de su trabajo vocacional en Bolivia, la congregación jesuita tiene bajo su responsabilidad la administración de templos y parroquias en todo el área urbana y suburbana del país, principalmente en las ciudades de El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y Oruro.
Por otro lado, en el área rural se destacan proyectos religiosos exitosos entre ellos las parroquias de San Ignacio, San Francisco y San Lorenzo de Moxos en el Beni; Qorpa y Jesús de Machaca en el altiplano de La Paz; San Pedro de Clavel de Charagua en Santa Cruz y Tiraque en Cochabamba.

En la capital cruceña se destaca también la casa de Retiro del Padre Arnoldo en Forestal una comunidad ubicada en El Torno.

Educación. “Las obras son innumerables y son frutos de un trabajo vocacional y permanente que encara la Iglesia con la ayuda de jesuitas bolivianos y voluntarios” señala Francisco Pifarre, Director de esta misión en Santa Cruz.

Si bien el religioso destaca el aporte que hace la Compañía de Jesús en Santa Cruz estima que a nivel nacional al menos 15.000 personas tienen un empleo fijo a través de los diversos proyectos integrales que ejecutan.

Solo la obra educativa, Fe y Alegría, alberga a 200.000 alumnos en el país. A esta responsabilidad se suma la administración de los colegios San Calixto y San Ignacio en La Paz, además del Juan XXIII y Sagrado Corazón en Sucre.

En lo que respecta la formación técnica profesional se destacan el Instituto de Aprendizaje Industrial (IAI), en Oruro y la Escuela Técnica San Alonso (ETsa), en Santa Cruz que benefician a centenares de jóvenes y adolescentes cada año.

En Charagua los jesuitas dirigen el dentro de educación Guaraní Arakuarenda al servicio de jóvenes indígenas.

Asimismo entre sus mayores aportes a la educación se pueden registrar la biblioteca Albó, con más de 100 mil volúmenes en temáticas antropológicas, culturales, económicas y políticas.

Cultura e investigación. Sin embargo, las obras educativas no son los únicos logros que ha podido gestar esta congregación a lo largo de sus años en Bolivia.

Una prueba de esto es el trabajo multidisciplinario que se hace tanto en capitales y provincias a través de proyectos culturales e investigativos.

Uno de ellas la Acción Cultural Loyola (ACCO), que funcionan en Chuquisaca, Potosí y Tarija.

Cabe destacar que los jesuitas son fundadores y asociados del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), institución que trabaja con campesinos e indígenas de Pando, Beni, La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz.

Hay que recalcar que entre CIPCA y ACCO se apoya a campesinos e indígenas originarios de los nueve departamentos del país.

“El trabajo consiste en apoyar las organizaciones de las comunidades, en el desarrollo de culturas y centros de emprendimientos económicos y productivos de los pequeños productores de Bolivia”, sostiene el religioso que se muestra optimista de los logros forjados de grandes alcances para el país.

Tal es el caso del observatorio sismológico de La Paz, que funciona por iniciativa de esta congregación.

Comunicación. En el área de la comunicación se destacan grandes proyectos comunicacionales en prensa escrita radiofónica y audiovisual. Entre las más destacadas se puede citar la agencia de informaciones Fides, Radio Santa Cruz y la revista de circulación nacional 4to Intermedio, de contenido cultural y político.

Asimismo son fundadores y propietarios del Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA).

Cabe destacar que los jesuitas son profesores y catedráticos en la Universidad Católica Boliviana y en la Universidad Loyola de La Paz.

“Los jesuitas en todas estas obras promueven sobre todo el espíritu de servicio a los pobres y marginados de Bolivia”, concluye Pifarre.

Economía. En el área económica, son asociados y fundadores del Fondo de Desarrollo Comunal (FONDECO), que se dedica especialmente a productores campesinos que actualmente beneficia a aproximadamente 15.000 personas.

“Los jesuitas llevamos estas obras con una organización ordenada y efectiva, pero ante todo con el apoyo de un buen número de laicos y laicas en todo el país que procuran crear equipo y comunidad apostólica eclesial con todas las personas”, confiesa el religioso.

Según estima solo en empleos directos la congregación en Bolivia, beneficia a 15.000 personas con empleos fijos y directos.

La misión de los jesuitas. Y es que el trabajo de los jesuitas tanto en Bolivia como en Santa Cruz, son asesores del Movimiento Fraternidad Cristiana de personas con discapacidad.

Además son asesores del movimiento espiritual (CVX), comunidades de vida cristiana en varios departamentos.

“Los jesuitas procuran destacarse en la formación de jóvenes y mujeres que promuevan un nuevo modo de ser bolivianos pero sobre todo se sienten comprometidos a servir a la Iglesia en todo Bolivia”, señala.

Lo más destacable según el religioso, es que la mayoría de los jesuitas que trabajan en Bolivia, son nacidos en el país, aproximadamente un 80% señala el religioso. ¿La formación?, la mayoría de los jóvenes que se preparan para ser sacerdotes estudian tanto en el país o diversos países de América Latina.

Entrevista: Francisco Pifarre

‘Francisco es un pastor que disfruta compartir con humildes’

Con una amplia sonrisa y un carisma innato el padre Francisco ‘Pifa’, como le dicen sus cercanos, dice lamentarse hasta hoy no haberse sacado una foto cuando tuvo la oportunidad de conocer al papa Francisco, en ese entonces Jorge Bergoglio a quien conoció durante un encuentro antes de culminar sus estudios como sacerdote jesuita. Incluso se apresta a bromear que fue el Santo Padre quien le ‘copió’ el nombre. Además de contarnos algunos detalles de la personalidad del Papa, es optimista de que la visita del Sumo Pontífice deje una lección de humildad en el país.

P. ¿Qué recuerda de su encuentro con el papa Francisco, cómo se dio?…
F. P.: Yo tenía 28 y él 35 años. Estuve en su casa una semana. Yo estaba terminando mis estudios de teología y estaba a punto de viajar a España, me recibió cuando bajé del tren y me llevó hasta él cuando su subí al barco para irme a España. Estuve en su casa una semana.

P. ¿Qué recuerdos guarda de ese momento y que no ha borrado el tiempo…
F. P.: Me hizo conocer Villa Miseria, el Colegio de Jesuitas, él era educador, maestro de novicios de los jesuitas jóvenes que ingresaban a la Compañía de Jesús, además de una casa de albergue para ancianos.
Sé que le gusta mucho la pizza y el churrasco porteño.
Una anécdota que hoy viene a mi mente es cuando íbamos por una de las calles de Buenos Aires en un auto pequeño Fiat 600, y corría con bastante atrevimiento metido entre la bulla de los conductores alocados de Buenos Aires. Cuando estábamos doblando en una de las rotondas le dije cuidado te van a chocar y él me contestó: “sabes, aquí si no metes el hocico te comen”.

P. ¿Le gustaría devolverle las atenciones o mostrar el trabajo que hace la congregación jesuita en Bolivia?
F.P.: Por supuesto que me encantaría, pero es muy difícil por la agenda que tiene el Papa. Sería genial que conozca el trabajo de la iglesia en general pero no se puede por el tiempo limitado que estará el Papa en Bolivia.

P. ¿Cuéntenos un poco más sobre la personalidad de Francisco?
F. P.: Francisco es una persona muy espiritual, enamorada de Cristo, muy cercano a la Virgen de Luján, muy agradecido a la catequesis y enseñanzas recibidas de su abuelita a la que siempre recuerda.

Él se destaca por ser una persona normal como todas, por su sencillez, por su optimismo y por su mirada gozosa. Es un pastor que disfruta compartiendo con las personas más sencillas.

A Francisco no le gustan las condecoraciones, ni las distinciones, tampoco le gusta que se lo adule porque valora sobre todo el trato amistoso y sincero. Es una persona preocupada por las injusticias del mundo. Como pastor de la Iglesia católica mundial nos invita a todos a defender el derecho de los pobres y a los humildes de toda clase de abusos e injusticias. No le gustan las mentiras y tampoco las coimas.

P. ¿Qué le enseñó Francisco cuando era Jorge Bergoglio?
F. P.: Aprendí de él a ser atento y cariñoso con las personas visitantes.
Él es un referente de la humildad de la lucha por la justicia.

P. ¿Qué le gustaría que imiten nuestras autoridades de Francisco en su paso por nuestro país?
F.P.: A todas las personas estén a cargo de autoridad político, religiosa y empresarial, Francisco nos puede enseñar a servir desde abajo y no desde arriba.

P. ¿Qué quisiera que cause la visita del papa Francisco en Bolivia?
F.P.: Yo deseo que nos deje una huella de alegría y esperanza joven en un país tan rico en culturas y costumbres como Bolivia.



Fuente: eldia.com.bo

Publicado por: Patricia Cadena

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