El Inspector General del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, llega antes de testificar ante el Comité Judicial del Senado en el Edificio de Oficinas del Senado Philip Hart en el Capitolio, el 18 de junio de 2018. (Chip Somodevilla/Getty Images)
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OPINIÓN
El impeachment no ayudará a demócratas a encubrir el mayor escándalo político de la historia de EE.UU.
POR JASON MEISTER
11 de Diciembre de 2019 Actualizado: 13 de Diciembre de 2019
Comentario
Los demócratas esperan que sus audiencias del impeachment dominen el ciclo de noticias de esta semana y puedan desviar la atención de las devastadoras revelaciones contenidas en el informe del Inspector General (IG) del Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos, Michael Horowitz, sobre los orígenes de la investigación en Rusia.
El informe del IG, publicado el 9 de diciembre, nos muestra por qué están tan desesperados por distraer tanto la atención.
Durante dos años, los demócratas negaron que el dossier o expediente Steele, que fue desacreditado en reiteradas ocasiones -y pagado por Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata (DNC)-, desempeñara un papel importante en cualquier investigación. En 2017, el director de la CIA del presidente Barack Obama, John Brennan, negó enfáticamente que el dossier desempeñara algún rol en la evaluación de la comunidad de inteligencia (ICA por sus siglas en inglés) y que por tres años impulsó la teoría de la colusión “Russiagate”.
En el informe del IG, aprendimos que ambas eran mentiras. El Dossier Steele desempeñó un papel “central y esencial” en la solicitud o petición de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) para intervenir el teléfono de Carter Page, un asistente de Trump. El FBI no podría haber obtenido la autorización de vigilancia del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISC, por sus siglas en inglés) sin el expediente. Como dice el informe del IG, “Inmediatamente después de que el equipo de Crossfire Hurricane recibiera el 19 de septiembre el informe electoral de Steele, el equipo retomó sus esfuerzos para obtener el servicio de vigilancia de FISA para Page”.
Al parecer, el FBI también sabía de los vínculos del expediente con la campaña de Hillary Clinton. “El agente de gestión de Steele nos dijo que cuando Steele le proporcionó los primeros informes electorales en julio de 2016 y describió su compromiso con Fusion GPS, era obvio para él que la solicitud para la investigación estaba motivada políticamente”, escribió Horowitz.
Sin embargo, olvidaron mencionar los orígenes políticos del dossier y la falta de fiabilidad en su solicitud de FISA. El personal del FBI no cumplió con el requisito de la política del FBI de asegurar que todas las declaraciones de hechos en una petición de FISA sean “escrupulosamente exactas”, indica el informe del IG.
“Identificamos al menos 17 errores u omisiones significativas en las solicitudes de FISA de Carter Page”, declaró Horowitz, calificando estas como “graves fallas de desempeño por parte de agentes supervisores y no supervisores con responsabilidad sobre las solicitudes de FISA”.
La misma falla está presente en el ICA. El informe del IG encontró que el “FBI, incluyendo a Comey y McCabe, buscaron incluir el dossier [de Steele] en el ICA”, a pesar de que sabían de dónde provenía.
La multitud anti-Trump en el Capitolio y los medios de comunicación no querían que este informe del IG fuera elaborado. Han estado trabajando para socavar su legitimidad desde que se enteraron de que la investigación ya estaba concluida. El Washington Post, por ejemplo, trató de insinuar un operación de encubrimiento basado en esfuerzos de sentido común para prevenir fugas.
Viendo el informe final del IG, podemos ver exactamente por qué intentaron desacreditarlo de forma preventiva.
Las mismas personas que impulsan el impeachment se han aprovechado de la determinación de Horowitz de que el FBI tenía un “propósito autorizado” para comenzar su investigación sobre Page y otros. El FBI tiene una autonomía y autorización extraordinariamente amplias para investigar, por lo que habría sido realmente increíble para un inspector general encontrar que el FBI había violado la ley al abrir una investigación. El propio informe hace referencia al “bajo umbral de predicación” en los reglamentos pertinentes del DOJ.
Mientras tanto, el funcionario del DOJ, Bruce Ohr, quien no informó a sus supervisores de sus contactos con Steele y Fusion GPS, está siendo referido a la Oficina de Responsabilidad Profesional del DOJ.
El informe Horowitz es solo un aperitivo. Los próximos resultados de la investigación del fiscal John Durham serán aún más esclarecedores. De hecho, Durham ha indicado que está dispuesto a ir mucho más allá de lo que hizo Horowitz con respecto a la legalidad de la investigación del FBI.
Los demócratas esperan que su circo del impeachment impida que el público preste atención a las verdaderas bombas. Como todo el mundo ya sabe, el impeachment morirá en el Senado. Sin embargo, las investigaciones sobre el abuso sistemático del poder del gobierno anterior contra la campaña de Trump y los esfuerzos subsiguientes para destruir su presidencia, no han hecho más que empezar.
Jason D. Meister es miembro del consejo asesor de Donald J. Trump for President Inc. y director ejecutivo de Ackman-Ziff.
OPINIÓN
El impeachment no ayudará a demócratas a encubrir el mayor escándalo político de la historia de EE.UU.
POR JASON MEISTER
11 de Diciembre de 2019 Actualizado: 13 de Diciembre de 2019
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Los demócratas esperan que sus audiencias del impeachment dominen el ciclo de noticias de esta semana y puedan desviar la atención de las devastadoras revelaciones contenidas en el informe del Inspector General (IG) del Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos, Michael Horowitz, sobre los orígenes de la investigación en Rusia.
El informe del IG, publicado el 9 de diciembre, nos muestra por qué están tan desesperados por distraer tanto la atención.
Durante dos años, los demócratas negaron que el dossier o expediente Steele, que fue desacreditado en reiteradas ocasiones -y pagado por Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata (DNC)-, desempeñara un papel importante en cualquier investigación. En 2017, el director de la CIA del presidente Barack Obama, John Brennan, negó enfáticamente que el dossier desempeñara algún rol en la evaluación de la comunidad de inteligencia (ICA por sus siglas en inglés) y que por tres años impulsó la teoría de la colusión “Russiagate”.
En el informe del IG, aprendimos que ambas eran mentiras. El Dossier Steele desempeñó un papel “central y esencial” en la solicitud o petición de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) para intervenir el teléfono de Carter Page, un asistente de Trump. El FBI no podría haber obtenido la autorización de vigilancia del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISC, por sus siglas en inglés) sin el expediente. Como dice el informe del IG, “Inmediatamente después de que el equipo de Crossfire Hurricane recibiera el 19 de septiembre el informe electoral de Steele, el equipo retomó sus esfuerzos para obtener el servicio de vigilancia de FISA para Page”.
Al parecer, el FBI también sabía de los vínculos del expediente con la campaña de Hillary Clinton. “El agente de gestión de Steele nos dijo que cuando Steele le proporcionó los primeros informes electorales en julio de 2016 y describió su compromiso con Fusion GPS, era obvio para él que la solicitud para la investigación estaba motivada políticamente”, escribió Horowitz.
Sin embargo, olvidaron mencionar los orígenes políticos del dossier y la falta de fiabilidad en su solicitud de FISA. El personal del FBI no cumplió con el requisito de la política del FBI de asegurar que todas las declaraciones de hechos en una petición de FISA sean “escrupulosamente exactas”, indica el informe del IG.
“Identificamos al menos 17 errores u omisiones significativas en las solicitudes de FISA de Carter Page”, declaró Horowitz, calificando estas como “graves fallas de desempeño por parte de agentes supervisores y no supervisores con responsabilidad sobre las solicitudes de FISA”.
La misma falla está presente en el ICA. El informe del IG encontró que el “FBI, incluyendo a Comey y McCabe, buscaron incluir el dossier [de Steele] en el ICA”, a pesar de que sabían de dónde provenía.
La multitud anti-Trump en el Capitolio y los medios de comunicación no querían que este informe del IG fuera elaborado. Han estado trabajando para socavar su legitimidad desde que se enteraron de que la investigación ya estaba concluida. El Washington Post, por ejemplo, trató de insinuar un operación de encubrimiento basado en esfuerzos de sentido común para prevenir fugas.
Viendo el informe final del IG, podemos ver exactamente por qué intentaron desacreditarlo de forma preventiva.
Las mismas personas que impulsan el impeachment se han aprovechado de la determinación de Horowitz de que el FBI tenía un “propósito autorizado” para comenzar su investigación sobre Page y otros. El FBI tiene una autonomía y autorización extraordinariamente amplias para investigar, por lo que habría sido realmente increíble para un inspector general encontrar que el FBI había violado la ley al abrir una investigación. El propio informe hace referencia al “bajo umbral de predicación” en los reglamentos pertinentes del DOJ.
Mientras tanto, el funcionario del DOJ, Bruce Ohr, quien no informó a sus supervisores de sus contactos con Steele y Fusion GPS, está siendo referido a la Oficina de Responsabilidad Profesional del DOJ.
El informe Horowitz es solo un aperitivo. Los próximos resultados de la investigación del fiscal John Durham serán aún más esclarecedores. De hecho, Durham ha indicado que está dispuesto a ir mucho más allá de lo que hizo Horowitz con respecto a la legalidad de la investigación del FBI.
Los demócratas esperan que su circo del impeachment impida que el público preste atención a las verdaderas bombas. Como todo el mundo ya sabe, el impeachment morirá en el Senado. Sin embargo, las investigaciones sobre el abuso sistemático del poder del gobierno anterior contra la campaña de Trump y los esfuerzos subsiguientes para destruir su presidencia, no han hecho más que empezar.
Jason D. Meister es miembro del consejo asesor de Donald J. Trump for President Inc. y director ejecutivo de Ackman-Ziff.
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