"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos".
Ellen G. White.
2. Globalización económica
a. La globalización engendra economía de estilo comunista
b. La globalización fomenta el comunismo en países en desarrollo
c. La globalización genera polarización de la riqueza, dando lugar a la ideología comunista
d. La oposición a la globalización impulsa la ideología comunista
e. El capitalismo occidental nutrió al Partido Comunista Chino
3. Globalización política
a. La ONU expandió el poder político comunista
b. La ideología comunista subvirtió los ideales de derechos humanos de la ONU
c. La globalización promueve ideas políticas comunistas
d. El gobierno mundial lleva al totalitarismo
4. Globalización cultural: Un medio para corromper a la humanidad
a. La globalización cultural destruye las tradiciones
b. Los países occidentales desarrollados exportan cultura antitradicional
c. Las corporaciones multinacionales propagan la cultura desviada
d. La ONU difunde valores distorsionados
Conclusión
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Introducción
A partir del Renacimiento, la historia humana entró en un período de cambios drásticos. La Revolución Industrial, que comenzó a fines del siglo XVIII, aumentó enormemente la productividad. El poder nacional de cada país pasó por tremendos cambios y la estructura del orden mundial sufrió cambios radicales. Al mismo tiempo, las estructuras sociales, el pensamiento y las tradiciones religiosas también sufrieron cambios drásticos. Las creencias ortodoxas entraron en declive, la moral humana comenzó a deteriorarse, las sociedades se desordenaron y el comportamiento humano perdió los estándares universales para juzgar lo correcto de lo incorrecto. Fue en estas condiciones que la humanidad vio nacer al comunismo.
Después de la Revolución Bolchevique rusa de 1917, la Internacional Comunista, conocida como la Tercera Internacional, intentó exportar la revolución comunista al mundo. El Partido Comunista de Estados Unidos fue fundado en 1919, y el Partido Comunista Chino (PCCh) fue fundado en 1921. A fines de los años 1920 y principios de 1930, una depresión económica mundial motivó aún más a los ideólogos comunistas. Las ideologías políticas y económicas mundiales comenzaron a tender hacia la izquierda, la Unión Soviética se afianzó y el PCCh aprovechó la oportunidad para desarrollarse.
En 1949, más de una década después, el PCCh usurpó China y el comunismo violento comenzó a ascender. La Unión Soviética y el PCCh juntos se habían apoderado de docenas de países y un tercio de la población mundial, formando así una confrontación contra el mundo occidental. La Guerra Fría que le siguió duró medio siglo.
Aunque el comunismo violento amenaza a toda la humanidad, la mayoría de la gente del mundo libre occidental no presta atención a los factores comunistas no violentos que se desarrollan silenciosamente en sus sociedades. Además de la infiltración por la Unión Soviética, todo tipo de ideologías y movimientos paracomunistas dentro de Occidente –entre ellos, los abiertamente comunistas, la Sociedad Fabiana y los socialdemócratas, entre otros– penetraron el gobierno, el mundo empresarial y los círculos educativos y culturales.
El movimiento de contracultura en Occidente durante los años 1960, así como la Revolución Cultural de China, fueron provocados por elementos comunistas. Luego de los años 1970, la juventud rebelde de Occidente lanzó “la larga marcha a través de las instituciones”, un intento por erosionar la cultura tradicional desde adentro y apropiarse del liderazgo social y cultural. En poco más de una década, lograron un éxito atemorizante.
Luego de la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, algunas personas festejaron el fin de esa etapa de la historia y el fin de la ideología comunista, mientras que otros se preocuparon por un choque de civilizaciones. Pero pocos se dieron cuenta de que el comunismo estaba tomando nuevas formas y disfraces en un intento de controlar el mundo. Su nueva bandera es la globalización.
Con la Revolución Industrial y el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el desplazamiento de personas y los cambios en la economía, política, ciencia, tecnología y cultura se tornaron cada vez más frecuentes. Hoy en día, las telecomunicaciones modernas, el transporte, las computadoras y las redes digitales redujeron las distancias y borraron los límites que existieron por miles de años. El mundo parece haberse vuelto pequeño y las interacciones e intercambios entre países no tienen precedentes. El mundo se convirtió cada vez más en una unidad. El fortalecimiento de la colaboración global es un resultado natural del desarrollo tecnológico, la expansión de la producción y la migración. Este tipo de globalización es el resultado de un proceso histórico natural.
No obstante, hay otro tipo de globalización, que resultó del hecho de que las ideologías comunistas se apropiaron del proceso histórico natural de globalización con el fin de socavar a la humanidad. Esta segunda forma de globalización es el tema de este capítulo.
La esencia de la globalización bajo el control del comunismo se trata en definitiva de la diseminación rápida y generalizada de los peores aspectos de los regímenes tanto comunistas como no comunistas. Los medios para esta diseminación incluyen operaciones políticas, económicas, financieras y culturales a gran escala que rápidamente borran los límites entre naciones y personas. El objetivo es destruir la fe, la moral y las culturas tradicionales de las que depende la humanidad para sobrevivir y que permiten su redención. Todas estas medidas apuntan a destruir la humanidad.
Este libro pone énfasis en que el comunismo no es meramente una teoría, sino un espectro perverso. Está vivo, y su objetivo final es destruir a la humanidad. El espectro no se atiene ninguna ideología política en particular, sino que cuando las condiciones lo permiten, es capaz incluso de usar teorías políticas y económicas contrarias a la ideología comunista estándar. Desde los años 1990, la globalización afirmó tener el objetivo de reforzar la democracia, la economía de mercado y el libre comercio, y por lo tanto fue objetada por varios grupos de izquierda. Pero estos grupos de izquierda no se dan cuenta de que en niveles más altos estaba operando el espectro del comunismo. La globalización económica, la gobernanza política global, la Agenda 21 y varias convenciones ambientales e internacionales, todos se convirtieron en herramientas para controlar y destruir a la humanidad.
La globalización, también conocida como “globalismo”, manipulada por el espectro comunista, hizo un sorprendente progreso en varias áreas, usando una variedad de medios junto con una serie de rutas por todo el mundo. Este capítulo discutirá los aspectos económicos, políticos y culturales de esta forma de globalismo.
Estos tres aspectos de globalización se fusionaron en una ideología secular de globalismo. Esta ideología tiene diferentes apariencias en diferentes momentos y a veces usa contenido contradictorio. Pero en la práctica, exhibe características que son sumamente similares al comunismo. Basado en el ateísmo y el materialismo, el globalismo promete una bella utopía, un reino del Cielo en la Tierra que es rico, igualitario y libre de explotación, represión y discriminación… y que es supervisado por un gobierno global.
Esta ideología está destinada a excluir las culturas tradicionales de todos los grupos étnicos, que están basadas en la fe en los dioses y enseñan la virtud. En años recientes, se volvió cada vez más evidente que esta ideología está basada en la “corrección política”, la “justicia social”, “valorar la neutralidad” y el “igualitarismo absoluto” de la izquierda. Esta es la globalización de la ideología.
Cada país tiene su propia cultura, pero tradicionalmente, cada una está basada en valores universales. La soberanía nacional y las tradiciones culturales de cada grupo étnico juegan un rol importante en el patrimonio nacional y en la autodeterminación, y ofrecen una protección a todos los grupos étnicos para no ser infiltrados por fuerzas externas, entre ellas, el comunismo.
De formarse un supergobierno global, el comunismo fácilmente lograría su objetivo de eliminar la propiedad privada, las naciones, las razas y la cultura tradicional de cada nación. La globalización y el globalismo están jugando un rol destructivo en este sentido, al socavar las tradiciones humanas y la ética y al difundir ideologías de izquierda y comunismo. Si bien revelar las raíces comunistas de la globalización y las similitudes entre el globalismo y el comunismo es un asunto espinoso, es también extremadamente importante y urgente.
1. Globalización y comunismo
Marx no usó el concepto de globalización en sus escritos, sino que en cambio utilizó el término de “historia mundial”, que tiene connotaciones muy cercanas. En elManifiesto Comunista, Marx afirmó que la expansión global del capitalismo inevitablemente produciría un proletariado enorme, y luego una revolución proletaria barrería el mundo, derribando el capitalismo y logrando el “paraíso” del comunismo [1]. Marx escribió: “El proletariado puede entonces solo existir para la historia mundial, así como el comunismo, su actividad, solo puede tener una existencia ‘histórica mundial’” [2]. Esto significa que la realización del comunismo depende de que el proletariado tome acciones conjuntas en todo el mundo –la revolución comunista debe ser un movimiento global.
Aunque Lenin luego modificó la doctrina de Marx y propuso que la revolución podía iniciarse en el eslabón débil del capitalismo (Rusia), los comunistas nunca abandonaron el objetivo de la revolución mundial. El 1919, los comunistas soviéticos no veían la hora de establecer la Internacional Comunista en Moscú, con ramas esparciéndose en más de sesenta países. Lenin dijo que el objetivo de la Internacional Comunista era establecer la República Soviética Mundial. [3]
El pensador estadounidense G. Edward Griffin resumió los cinco objetivos de la revolución comunista global propuestos por Stalin en el libro Marxismo y etnias:
Confundir, desorganizar y destruir las fuerzas del capitalismo en todo el mundo.
Unir a todas las naciones en un único sistema económico mundial.
Obligar a los países avanzados a verter una asistencia financiera prolongada en países subdesarrollados.
Dividir al mundo en grupos regionales como etapa transitoria hacia un gobierno mundial total. Las poblaciones abandonarían más fácilmente sus lealtades nacionales ante una vaga lealtad regional más que ante una autoridad mundial. Luego, las regionales [como la OTAN, la SEATO y la OEA] pueden ser llevadas hacia una única dictadura mundial del proletariado. [4]
William Z. Foster, expresidente nacional del Partido Comunista de EE. UU., escribió: “Un mundo comunista será un mundo unificado y organizado. El sistema económico será una gran organización, basada en el principio de planificación que ahora está naciendo en la URSS. El gobierno americano soviético será una sección importante de este gobierno mundial”. [5]
Desde Marx, Lenin, Stalin y Foster hasta la “comunidad del destino humano” propuesta por el Partido Comunista Chino, podemos ver claramente que el comunismo no está satisfecho con solo tener el poder en unos pocos países. La ideología del comunismo desde el principio hasta el final incluye la ambición de conquistar a toda la humanidad.
La revolución mundial proletaria pronosticada por Marx no ocurrió. Lo que él consideraba un capitalismo desesperado y moribundo era en cambio algo triunfante, próspero y floreciente. Con el colapso de los campamentos comunistas de la Unión Soviética y de Europa del Este, habiendo quedado solo el Partido Comunista Chino y otros pocos regímenes, el comunismo parecía enfrentar su deceso. Esto era una aparente victoria para el mundo libre.
Pero mientras Occidente creía que el comunismo sería barrido en el montón de basura de la historia, la tendencia del socialismo (la etapa inicial del comunismo) estaba floreciendo. El espectro comunista no está muerto. Se esconde detrás de diversas doctrinas y movimientos mientras corroe, infiltra y expande la ideología comunista en cada esquina del mundo libre.
¿Es esto accidental? Por supuesto que no. La globalización parece ser un proceso de formación natural, pero el rol del comunismo en su evolución se está volviendo cada vez más obvio. El comunismo se ha convertido en una de las ideologías que guía la globalización.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas de izquierda en países europeos continuaron creciendo. La Internacional Socialista que abogaba por el socialismo democrático incluía partidos políticos de más de cien países. Estos partidos estaban al poder en varios países e incluso se propagaron por la mayor parte de Europa. En este contexto, un alto nivel de asistencia social, altos impuestos y la nacionalización afectaron a Europa en su conjunto.
La globalización vació la industria de EE. UU., redujo la clase media, causó que los ingresos se estancasen, polarizó a los ricos y a los pobres, y causó grietas en toda la sociedad. Esto promovió ampliamente el crecimiento de la izquierda y del socialismo en Estados Unidos, llevando al espectro político global bruscamente hacia la izquierda en la última década. Las fuerzas de izquierda en todo el mundo afirman que la globalización causó desigualdad de ingresos y polarización entre ricos y pobres. Junto con estos argumentos, el sentimiento antiglobalización creció rápidamente, convirtiéndose en la nueva fuerza que resiste el capitalismo y promueve el socialismo.
Después de la Guerra Fría, las ideas comunistas infiltraron la globalización económica, con el objetivo de que no haya economía nacional pura y que se socave la soberanía de los cimientos económicos de cada país. El propósito era movilizar completamente la avaricia humana, mientras que los poderes financieros occidentales desplazaron la riqueza –riqueza acumulada por la sociedad a lo largo de varios cientos de años– para rápidamente enriquecer al Partido Comunista Chino. El PCCh entonces usó la riqueza que amasó rápidamente para atar moralmente a otros países y hundirlos.
Como cabecilla de las fuerzas comunistas en el mundo actual, el PCCh está constantemente fortaleciendo su crecimiento económico mientras inyecta una dosis de fuerza a los partidos de izquierda y comunistas de todo el mundo. El PCCh usó el régimen totalitario para socavar las reglas del comercio mundial y utilizó el enriquecimiento que obtuvo gracias al capitalismo global para fortalecer al socialismo. La fuerza económica del PCCh también impulsó hacia adelante sus ambiciones políticas y militares, a medida que intenta exportar el modelo comunista por todo el mundo.
Desde una perspectiva global, tanto los izquierdistas antiglobalización como el PCCh, que se ha beneficiado de la globalización, ascendieron en nombre de la globalización. En efecto, el estatus quo del mundo actual está muy cerca del objetivo que Stalin propuso en el pasado.
2. Globalización económica
La globalización económica se refiere a la integración de las cadenas de capital, producción y comercio mundial que comenzó en los años 1940 y 1950, maduró en los años 1970 y 1980, y se estableció como la norma global en los años 1990. Las agencias y corporaciones internacionales fueron las fuerzas impulsoras, dado que exigían aflojar la regulación y los controles para permitir el libre flujo de capital. En la superficie, la globalización económica fue promovida por países occidentales para propagar el capitalismo en todo el mundo.
Pero desafortunadamente, la globalización se convirtió en un vehículo para que se propague el comunismo. En particular, la globalización llevó a que los países occidentales brindasen apoyo financiero al régimen chino, lo que resultó en una dependencia mutua entre la economía de mercado capitalista y la economía socialista totalitaria del PCCh. A cambio de beneficios económicos, Occidente sacrifica su conciencia y valores universales, mientras que el régimen comunista expande su control por medio de la coerción económica, como si el comunismo estuviera listo para dominar el mundo.
a. La globalización engendra economía de estilo comunista
La globalización transformó la economía global en una única gran entidad económica. En este proceso, se formaron grandes organizaciones internacionales, así como tratados y regulaciones. En la superficie, esto parece ser la expansión del capitalismo y el libre mercado. Pero de hecho, se formó un sistema de control económico unificado, que es capaz emitir órdenes para determinar el destino de las empresas de muchos países. Esto equivale a formar un sistema económico totalitario, lo cual está muy alineado con el objetivo de Stalin de unir a todos los países para formar un sistema económico único. Luego de que se estableciera este orden financiero internacional, también se formó el fenómeno de asistencia económica a largo plazo de los países desarrollados a los países en desarrollo. Este es exactamente el tercer objetivo de Stalin.
En términos de asistencia económica, las organizaciones financieras internacionales generalmente implementan la macrointervención sobre las economías de los países que reciben ayuda. El método usado es dictatorial. No es solo forzoso, sino que también ignora las condiciones sociales, culturales e históricas del país receptor. El resultado es menor libertad y mayor control centralizado. El académico estadounidense James Bovard escribió que el Banco Mundial “promovió enormemente la nacionalización de economías del Tercer Mundo e incrementó el control político y burocrático sobre las vidas de los más pobres entre los pobres”. [6]
Por otro lado, la globalización económica creó una economía mundial homogénea, llevando a que haya mayores similitudes en las tendencias de los consumidores y mecanismos unificados de producción y consumo. Las pequeñas empresas, especialmente las tiendas de arte tradicional y artesanías, tienen menos espacio para sobrevivir. Muchas pequeñas empresas y las asociadas con grupos étnicos locales simplemente fueron barridas por la ola de la globalización. Más y más gente perdió el ambiente y la viabilidad para participar libremente en el comercio dentro de sus propias fronteras.
Los países en desarrollo se convierten en parte de la cadena de producción global, debilitando la soberanía económica de las naciones individuales y, en algunos casos, llevando a que falle el Estado. Algunos países cargan con deuda y la necesidad de pagarlas, quebrando la base de las economías capitalistas libres.
b. La globalización fomenta el comunismo en países en desarrollo
A principios de los años 2000, Jamaica abrió su mercado y comenzó a importar grandes cantidades de leche de vaca barata. Esto hizo que la leche sea más asequible, pero también llevó a que los productores lecheros, incapaces de sobrevivir ante la inundación de importaciones baratas, entrasen en bancarrota. México solía tener numerosas fábricas de industria ligera, pero después de que China entrara en la OMC, la mayoría de esos empleos desaparecieron de México y fueron para China. México sufrió porque no tiene capacidades superiores de manufactura. África es rica en minerales, pero luego de que llegara la inversión extranjera, los minerales africanos fueron extraídos y exportados al extranjero, generando muy poca ganancia económica para sus habitantes.
Las inversiones extranjeras también corrompen a los funcionarios de gobierno. La globalización afirma traer democracia a esos países, pero en realidad empoderó a las dictaduras corruptas. En muchos lugares, la pobreza empeoró. Según las estadísticas del Banco Mundial de 2015, “más de la mitad de quienes viven en extrema pobreza están en África subsahariana”. “En efecto, el número de pobres de la región se incrementó en 9 millones, y 413 millones de personas vivían con menos de USD 1,90 por día en 2015”. [7]
Durante la reciente crisis económica de Asia, Tailandia abrió su débil sistema financiero a la inversión internacional, lo que trajo una prosperidad temporal. Pero cuando se fue la inversión extranjera, la economía de Tailandia se paralizó y tuvo un impacto negativo en sus países vecinos.
Con el desarrollo de las tecnologías de comunicación y transporte, el planeta se convirtió en una aldea. Parecía que la globalización traería prosperidad financiera y valores democráticos a toda la aldea global. No obstante, como afirmó el profesor Dani Rodrik de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard, hay un “trilema” de globalización: “No podemos perseguir la democracia, la determinación nacional y la globalización económica al mismo tiempo” [8]. Este es el defecto escondido de la globalización y algo que el comunismo aprovechó.
Obviamente, los beneficios y oportunidades que trajo la globalización se limitan a un pequeño número de personas. En todos los otros lugares, la globalización empeoró artificialmente la desigualdad y es incapaz de resolver los problemas de pobreza a largo plazo. La globalización erosionó la soberanía nacional, exacerbó la agitación regional y generó el conflicto entre “el opresor” y “el oprimido”. Las nociones sobre opresión, explotación, desigualdad y pobreza son armas que los izquierdistas usan para luchar contra el capitalismo, dado que la resistencia de los oprimidos contra el opresor es el modelo típico del comunismo. La ideología comunista del igualitarismo y la filosofía de lucha se propagaron en todo el mundo junto con la globalización.
c. La globalización genera polarización de la riqueza, dando lugar a la ideología comunista
La enorme salida de industrias y empleos hacia otros países convirtió a las clases trabajadora y media de los países occidentales en víctimas de la globalización. Tomemos a Estados Unidos como ejemplo: con la masiva salida de capital y tecnología hacia China, se perdieron numerosos empleos de manufactura, lo que llevó a una pérdida de industrias y al aumento de la tasa de desempleo. Entre los años 2000 y 2011, 5,7 millones de trabajadores del sector manufacturero perdieron sus trabajos, y 65.000 fábricas cerraron [9]. La brecha entre ricos y pobres se ha estado ampliando desde hace mucho en Estados Unidos. En los últimos treinta años, el aumento del salario promedio (ajustado según la inflación) ha estado desacelerándose, provocando la aparición de trabajadores pobres: gente que trabaja o busca empleo durante veintisiete semanas al año, pero cuyo ingreso es menor que del nivel oficial de pobreza. En 2016, 7,6 millones de estadounidenses fueron incluidos entre los trabajadores pobres. [10]
La polarización entre ricos y pobres es la tierra en la que crece el comunismo. Los problemas económicos nunca se limitan meramente al reino económico, sino que continúan creciendo. La exigencia de “justicia social” y de una solución a la distribución injusta de los ingresos llevó al surgimiento de la ideología socialista. Por su parte, la demanda de asistencia social también aumentó, creando a su vez más familias pobres y formando un círculo vicioso.
Desde el año 2000, el espectro político estadounidense ha estado cada vez más abierto a la influencia de la izquierda. Durante las elecciones de 2016, hubo una creciente demanda de socialismo y cada vez más polarización política debido a los intereses partidarios. En gran medida, el impacto de la globalización yacía detrás de estos cambios. Por otro lado, mientras mayor sea el problema en el que se encontraban las sociedades democráticas occidentales, más triunfantes parecían las fuerzas comunistas en el escenario mundial.
d. La oposición a la globalización impulsa la ideología comunista
Junto con el avance de la globalización llegaron las campañas antiglobalización. Las grandes y violentas protestas del 30 de noviembre de 1999 en Seattle contra la Conferencia Ministerial de la OMC marcaron el inicio de tales campañas. Tres conferencias internacionales a gran escala en 2001 (la Cumbre de las Américas en Quebec, Canadá; la Cumbre de la Unión Europea en Gotemburgo, Suecia; y la Cumbre del Grupo de los Ocho en Génova, Italia) también estuvieron asoladas por tales manifestaciones. En 2002, Florencia, Italia, vio una gran manifestación antiglobalización sin precedentes que atrajo a un millón de participantes.
Las campañas mundiales antiglobalización atrajeron a participantes de una variedad de orígenes. La vasta mayoría de ellos eran izquierdistas opositores al capitalismo en general, entre ellos sindicatos, organizaciones ambientalistas (también interceptadas e infiltradas por el comunismo), así como víctimas de la globalización y los desamparados. Como resultado, el público, ya sea partidarios u opositores de la globalización, terminó sirviendo a los fines del comunismo sin darse cuenta.
e. El capitalismo occidental nutrió al Partido Comunista Chino
Al evaluar los éxitos y fracasos de la globalización, los académicos suelen citar a China como un ejemplo de éxito. China parecía haberse beneficiado enormemente con la globalización y rápidamente pasó a primer plano como la segunda economía más grande del mundo. Muchos predijeron que China reemplazaría a Estados Unidos.
A diferencia del modelo de manufactura básica de México, el PCCh se dispuso a obtener la tecnología más avanzada de Occidente y luego reemplazar a sus competidores. A cambio de vender en el mercado chino, el PCCh exigió a las compañías de países desarrollados que establecieran empresas mixtas, que el PCCh luego utilizó para extraer tecnologías clave. El PCCh adoptó numerosos métodos para este fin, desde forzar inescrupulosamente la transferencia de tecnología hasta el robo directo mediante piratería informática. Luego de obtener esta tecnología avanzada, el PCCh exprimió su ventaja colocando productos con precios bajos en el mercado mundial. Con la ayuda de reembolsos y subsidios de exportación, el PCCh derrotó a sus competidores con precios por debajo del mercado, perturbando el orden de los mercados libres.
A diferencia de otros países subdesarrollados que abrieron sus mercados nacionales, el PCCh creó múltiples barreras comerciales hacia su mercado nacional. Luego de unirse a la OMC, el PCCh se aprovechó de sus reglas y simultáneamente sacó ventaja de la globalización para inundar de productos a todo el mundo. Pisoteando las reglas, el régimen se atrajo beneficios económicos sustanciales. Sin embargo, el Partido no abrió industrias clave –entre ellas, las telecomunicaciones, la bancaria y la energía– lo que a su vez permitió a China tomar ventaja de la economía global mientras incumplía sus compromisos.
Seducido por las ganancias económicas, el mundo occidental hizo la vista gorda y oídos sordos a las violaciones de derechos humanos. Aunque el PCCh abusa de los derechos humanos de manera infame, la comunidad internacional continuó confiriendo favores generosos al régimen.
En medio de la globalización, un poderoso PCCh, junto con una sociedad china moralmente corrupta, arremetió contra la economía de mercado y las regulaciones comerciales en Occidente.
Como destructor de reglas, el PCCh cosechó todas las ventajas de la globalización. En cierto modo, la globalización fue como una transfusión de sangre para el PCCh, permitiendo que un Estado comunista débil volviera a la vida. Detrás de la manipulación de la globalización está el propósito oculto de apuntalar al PCCh mediante la redistribución de la riqueza. Mientras tanto, el PCCh fue capaz de acumular ganancias ilícitas al tiempo que llevaba a cabo las peores violaciones a los derechos humanos.
La globalización ha sido un proceso de salvar al PCCh y legitimar al régimen comunista chino. Mientras el Partido fortalecía sus músculos socialistas con nutrientes capitalistas, Occidente cayó en un relativo debilitamiento, dando al PCCh más confianza en su totalitarismo comunista y ambiciones globales. El ascenso de China también entusiasmó enormemente a muchos socialistas e izquierdistas en todo el mundo –esto era parte del plan.
Mientras su economía crecía, el PCCh intensificó sus esfuerzos por infiltrarse en las organizaciones económicas mundiales, entre ellas la OMC, el FMI, el Banco Mundial, la Organización de Desarrollo Industrial de la ONU, y otras. Cuando se asignan a funcionarios del Partido en posiciones importantes de estas organizaciones, estos las persuaden para que cooperen con el PCCh a fin de que respalden las argucias del Partido y defiendan sus políticas.
El PCCh utiliza organizaciones económicas internacionales para llevar a cabo su propia agenda económica y modelo corporativista. Si sus ambiciones no son frenadas, hay pocas dudas de que el régimen traerá desastres a la política y la economía globales.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la globalización económica fue usada para promover y propagar el comunismo. Con los avances en las telecomunicaciones y el transporte, las actividades económicas se expandieron más allá de las fronteras de una nación. Este es un proceso natural, pero en este caso, el proceso fue convertido en una oportunidad para que el PCCh iniciara el camino hacia la dominación mundial. Llegó el momento de que la sociedad esté alerta de lo que está ocurriendo y libere a la globalización de los elementos comunistas. Solo así la soberanía de los Estados individuales y el bienestar de sus pueblos serán posibles.
3. Globalización política
La globalización se manifiesta políticamente como la cooperación entre países, el surgimiento de organizaciones internacionales, la formulación de agendas políticas y tratados internacionales, la restricción de la soberanía nacional y la transferencia gradual del poder de los Estados soberanos a organizaciones internacionales. Luego del surgimiento de tales instituciones internacionales, así como de las reglas y regulaciones que trascienden las fronteras nacionales, tales instituciones comenzaron a infringir las vidas políticas, culturales y sociales de los países individuales. El poder comienza a concentrarse en una institución internacional afín a un gobierno mundial, erosionando la soberanía nacional, debilitando las creencias tradicionales y los cimientos morales de sociedades particulares, socavando la cultura tradicional y subvirtiendo la conducta internacional convencional. Todo esto es parte del avance gradual del programa comunista.
Durante este proceso, el comunismo promueve y utiliza las organizaciones internacionales para apuntalar a los factores comunistas, promoviendo la filosofía de lucha del Partido Comunista, promoviendo definiciones retorcidas de los derechos humanos y la libertad, promoviendo ideas socialistas a escala global, redistribuyendo la riqueza e intentando construir un gobierno global que lleve a la humanidad por el camino del totalitarismo.
a. La ONU expandió el poder político comunista
Naciones Unidas, establecida luego del final de la Segunda Guerra Mundial, es la organización internacional más grande del mundo y fue originalmente diseñada para fortalecer la cooperación y la coordinación entre países. Como entidad supranacional, Naciones Unidas se adecúa al objetivo del comunismo de eliminar el Estado, y ha sido utilizada para incrementar el poder comunista. Desde el mismo principio, la ONU se convirtió en una herramienta del campamento comunista liderado por los soviéticos y actuó como escenario para que el Partido Comunista se promoviera a sí mismo y a la ideología comunista de un gobierno mundial.
Cuando se fundó Naciones Unidas y se redactó la Carta de la ONU, la entonces Unión Soviética era uno de los países patrocinantes y miembros permanentes del Consejo de Seguridad, jugando un rol decisivo. Alger Hiss, que escribió la Carta y era secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, funcionario del Departamento de Estado de EE. UU. e importante asesor de Roosevelt, fue condenado por cometer perjurio vinculado a la acusación de ser un espía soviético [11]. Lo que se esconde detrás de la Carta de las Naciones Unidas y las convenciones beneficia a los regímenes comunistas, y Hiss probablemente tiene mucho que ver con esto.
Los líderes de muchas agencias importantes de la ONU son comunistas o simpatizantes. Muchos secretarios generales que tuvo la ONU son socialistas y/o marxistas. Por ejemplo, el primero, Trygve Lie, era un socialista noruego y tuvo un fuerte apoyo de la Unión Soviética. Su tarea más importante fue hacer que el Partido Comunista Chino entrase en las Naciones Unidas. Su sucesor, Dag Hammarskjöld, era socialista y simpatizante de la revolución comunista global, y solía adular al alto funcionario del PCCh Zhou Enlai [12]. El tercer secretario general, U Thant, de Myanmar (antes Birmania), era un marxista que creía que los ideales de Lenin eran consistentes con la Carta de la ONU [13]. El sexto secretario general, Boutros Boutros-Ghali, fue vicepresidente de la Internacional Socialista. Por lo tanto, no es difícil comprender por qué los cabecillas de los regímenes comunistas regularmente reciben las mayores cortesías de Naciones Unidas. Muchas convenciones de la ONU también se convirtieron en herramientas para promover, directa o indirectamente, ideas comunistas y expandir el poder comunista.
La misión más elevada de Naciones Unidas es mantener la paz y la seguridad en el mundo. Las Fuerzas de Paz de Naciones Unidas están bajo la responsabilidad del secretario general adjunto de Asuntos Políticos y de Seguridad. Empero, de los catorce individuos que ocuparon este cargo entre 1946 y 1992, trece fueron ciudadanos soviéticos. El régimen comunista soviético nunca renunció a intentar expandir el poder comunista, y no tuvo ningún interés en contribuir con la paz mundial. Por lo tanto, pese a que usaba “salvaguardar la paz mundial” como lema, en realidad se enfocaba en impulsar los intereses del comunismo. Apoyar una organización prosocialista encaja con sus fines.
En ese tiempo, los comunistas habían infiltrado Estados Unidos. El entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, afirmó en 1963 que los diplomáticos comunistas designados en la ONU “representan la espina dorsal de las operaciones de inteligencia de Rusia en este país” [14]. Incluso luego del colapso del exrrégimen comunista soviético, el legado comunista permaneció activo en Naciones Unidas: “Los occidentales que trabajaban en la ONU (…) se encontraron rodeados de lo que muchos llamaron una mafia comunista”. [15]
El PCCh usa a las Naciones Unidas como plataforma de propaganda. Cada uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad tiene un secretario general adjunto de Naciones Unidas. Pese a que los secretarios generales adjuntos de la ONU ya no pueden representar los intereses de ningún país individual, el secretario general, que representa los intereses sociales y económicos del PCCh, efectivamente promociona la ideología del PCCh. Altos funcionarios de la ONU, entre ellos el secretario general, han fomentado la iniciativa “Un Cinturón, Una Ruta” del PCCh como una forma de abordar la pobreza en el mundo en desarrollo.
La estrategia “Un Cinturón, Una Ruta” del PCCh ha sido considerada por muchos países como una hegemonía expansionaria y dejó a muchos países en profundas crisis de deuda. Por ejemplo, Sri Lanka tuvo que arrendar un importante puerto al PCCh por noventa y nueve años para saldar su deuda, y Pakistán tuvo que pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional debido a problemas con su deuda. Dado el control que “Un Cinturón, Una Ruta” tiene sobre la política y la economía de los países que participan y sus conflictos con los derechos humanos y la democracia, muchos países están poniéndole un freno. No obstante, debido a la influencia política del PCCh, altos funcionarios de la ONU promocionaron el proyecto “Un Cinturón, Una Ruta”. [16]
b. La ideología comunista subvirtió los ideales de derechos humanos de la ONU
Uno de los objetivos de Naciones Unidas es mejorar los derechos humanos y promover la libertad; este es un principio universal. Pero el PCCh, junto con otros regímenes corruptos, niega la universalidad de los derechos humanos. En cambio, dice que los derechos humanos son asuntos internos para así poder encubrir su prontuario de persecución y abusos en China. Incluso se elogia a sí mismo por extender el derecho a la subsistencia del pueblo chino. El PCCh también ha utilizado a Naciones Unidas como plataforma para atacar los valores democráticos de Occidente, apoyándose en su alianza con naciones en desarrollo para subvertir los esfuerzos de las naciones libres de promover los valores universales. Debido a la manipulación de factores comunistas, la ONU no solo ha hecho poco para mejorar los derechos humanos, sino que muchas veces ha sido una herramienta usada por regímenes comunistas para encubrir sus malas condiciones con respecto a los derechos humanos.
Muchos académicos documentaron cómo Naciones Unidas traicionó sus propios ideales. Por ejemplo, Naciones Unidas nació en medio de la sombra del Holocausto, pero ahora no hace nada ante las matanzas masivas. El propósito original de Naciones Unidas era pelear contra los agresores y proteger los derechos humanos. El juicio moral era considerado una premisa necesaria para tal fin, y sin embargo actualmente la ONU rechaza hacer juicios morales. [17]
Dore Gold, exembajador israelí para Naciones Unidas y autor de La torre de Babel: Cómo Naciones Unidas avivó el caos global, afirmó: “La ONU no es un cuerpo mundial benigno pero inefectivo. En realidad, aceleró y propagó el caos global” [18]. Gold presentó muchos puntos de evidencia para demostrar esto, incluyendo la “neutralidad de valores”, la inmoralidad de la “equivalencia moral” y el “relativismo moral” de la ONU; la corrupción generalizada; permitir que países con pésimos antecedentes en derechos humanos encabecen la Comisión de Derechos Humanos; permitir que países no democráticos tengan la mayoría de los votos; y permitir que los regímenes comunistas ejerzan el control [19]. Dijo que Naciones Unidas es un “despreciable fracaso” y está “dominada por fuerzas anti-Occidente, dictaduras, Estados que patrocinan el terrorismo y los peores enemigos de Estados Unidos”, “traicionando [así] los nobles ideales de los fundadores de la ONU”. [20]
La Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas adoptó la política del voto mayoritario. Sin embargo, países que violan los derechos humanos son capaces de convertirse en Estados miembro e incluso de encabezar el Consejo de Derechos Humanos, haciendo que las revisiones de la situación de los derechos humanos no tenga sentido. Lo que es más, el PCCh sobornó a muchos países en desarrollo, logrando que las críticas a las políticas de derechos humanos del PCCh –iniciadas por Estados Unidos a través de Naciones Unidas– sean reiteradamente archivadas. La tiranía de la mayoría en la ONU permitió que esta se convirtiera en una herramienta para que las fuerzas comunistas se opongan a las naciones libres en muchos asuntos. Esto llevó a que Estados Unidos se retirase del Consejo de Derechos Humanos muchas veces. Occidente quiere promover la libertad y los derechos humanos, pero fue bloqueado por países comunistas repetidas veces. Un grupo de matones se apoderó del Consejo de Derechos Humanos, y las tal llamadas convenciones internacionales adoptadas no sirvieron de nada para contener a los países totalitarios. Estos países simplemente pronuncian los lemas pero no los implementan.
Por lo tanto, no es difícil comprender que la Carta de las Naciones Unidas es muy similar a la Constitución Soviética y que se opone directamente a la Constitución de Estados Unidos. Su propósito no es proteger los derechos de la gente, sino servir a las necesidades de los gobernantes. Por ejemplo, algunas estipulaciones de la Constitución Soviética incluían palabras como “dentro del marco de la ley” después de enumerar los derechos de los ciudadanos. En la superficie, la Constitución Soviética otorgaba algunos derechos a los ciudadanos, pero de hecho, muchas leyes específicas eran consideradas “dentro del marco de la ley”, lo que permitía al gobierno soviético privar arbitrariamente a sus ciudadanos de sus derechos según su interpretación de “dentro del marco de la ley”.
Esta es también la forma en que la Carta de las Naciones Unidas y varios contratos y convenciones internacionales definen los derechos de la gente. Por ejemplo, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, afirmaciones como “todo individuo tiene el derecho” están vinculadas a estipulaciones como “los derechos arriba mencionados no podrán ser objeto de ninguna restricción excepto las previstas por la ley”. Esta no es solo una elección arbitraria o casual, sino una “puerta trasera” que el comunismo estableció a propósito.
El problema es que si los políticos lo consideran necesario, los ciudadanos podrían verse legalmente despojados de cada derecho de la Declaración Universal de Derechos Humanos. “¿Qué mejor excusa podría esperar un tirano?”, pregunta Edward Griffin. “La mayoría de las guerras y crímenes nacionales son cometidos en nombre de una de estas [estipulaciones]” [21]. Es difícil para los países libres privar arbitrariamente a los ciudadanos de su libertad, pero los regímenes comunistas pueden aprovecharse abiertamente de las lagunas en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
c. La globalización promueve ideas políticas comunistas
El comunismo, a través de sus agentes, plantea reiteradamente problemas globales y afirma que estos solo pueden ser resueltos a través de la colaboración internacional y estructuras de poder –con el fin de establecer, en última instancia, un gobierno mundial. Consecuentemente, muchos países son cada vez más restringidos y regulados por un creciente número de tratados internacionales. Como resultado, se debilita la soberanía nacional.
Muchos grupos apoyan este tipo de estructuras internacionales de poder, y aunque tales grupos no necesariamente son comunistas, sus afirmaciones son consistentes con las intenciones de los objetivos comunistas –es decir, eliminar a las naciones individuales y establecer un gobierno mundial.
Una personalidad mediática dijo en el Día de la Tierra de 1970: “La humanidad necesita un orden mundial. La nación completamente soberana es incapaz de lidiar con el envenenamiento del medio ambiente. (…) El manejo del planeta, por lo tanto –ya sea que hablemos de la necesidad de prevenir una guerra o de la necesidad de prevenir el daño definitivo a las condiciones de vida– requiere de un gobierno mundial” [22]. El Manifiesto Humanista II de 1973 también declaró: “Hemos llegado a un punto de inflexión en la historia humana, donde la mejor opción es trascender los límites de la soberanía nacional y avanzar hacia la construcción de una comunidad mundial. (…) Así que buscamos el desarrollo de un sistema de ley mundial y un orden mundial basado en un gobierno federal transnacional”. [23]
En efecto, el establecimiento del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente se debió precisamente a que un grupo que abogaba por la confederación global en 1972 consideró al asunto ambiental como un asunto mundial, y por lo tanto convocó al desarrollo de soluciones globales y al establecimiento de una agencia global de protección ambiental. Su primer director fue Maurice Strong, un canadiense con fuertes tendencias socialistas.
En la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992 (también conocida como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo), 178 gobiernos votaron por adoptar el Programa 21 (o Agenda 21). Este proyecto de ochocientas páginas incluye contenido sobre el medio ambiente, los derechos de las mujeres, asistencia médica, y así. Un influyente investigador de un instituto de investigación ambiental que posteriormente fue funcionario del Programa de Medio Ambiente de la ONU dijo: “La soberanía nacional –el poder de un país de controlar la actividad dentro de su territorio– perdió mucho de su significado en el mundo actual, en el que las fronteras son diariamente infringidas por la contaminación, el comercio internacional, los flujos financieros y los refugiados. (…) Las naciones están efectivamente cediendo porciones de su soberanía a la comunidad internacional y comenzando a crear un nuevo sistema de gobierno ambiental internacional como medio para resolver problemas que de otra manera serían inmanejables”. [24]
Superficialmente, este razonamiento de un gobierno mundial parece muy bueno, pero su verdadero propósito es promover el comunismo para dominar el mundo. En el Capítulo 16 detallamos cómo el comunismo también usa el reclamo de proteger el medio ambiente para avanzar con sus planes.
Durante su período como secretario general de la ONU entre 1992 y 1996, Boutros-Ghali realizó rápidos avances en la marcha de la ONU hacia un gobierno mundial. Convocó a la formación de un ejército permanente de la ONU y presionó por el derecho a recaudar impuestos [25]. Debido a la oposición de Estados Unidos, Ghali no pudo asumir un segundo período. De otro modo, el estatus de la ONU ahora sería difícil de predecir. Aunque los regímenes comunistas siempre se rehúsan a interferir con los asuntos internos de otros países, participan activamente en varias organizaciones internacionales, apoyan la expansión de otras funciones de Naciones Unidas y promueven el concepto de gobierno global.
En 2005, el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, dijo: “En la era de la interdependencia, la ciudadanía global es un pilar crucial para el progreso” [26]. Robert Chandler, un pensador estratégico que trabajó para la Fuerza Aérea de EE. UU., la Casa Blanca y varios departamentos gubernamentales, cree que el tal llamado progreso de Annan destruiría la soberanía nacional y abriría el camino para una sociedad civil global sin fronteras. El programa de la ONU “Educación para la Paz” en realidad está organizado y guiado por ultraizquierdistas, que Chandler cree tienen la intención de destruir la soberanía de las naciones y crear un gobierno mundial totalitario sin fronteras. [27]
El libro El Comunismo al desnudo, publicado en 1958, que expuso el comunismo, enumeró los cuarenta y cinco objetivos de los comunistas, uno de los cuales era: “Promover a la ONU como la única esperanza de la humanidad. Si su Carta es reescrita, exigir que sea establecida como un gobierno mundial con sus propias fuerzas armadas independientes” [28]. Muchos se dan cuenta que el establecimiento de un gobierno mundial no puede ser logrado a corto plazo –así que los comunistas y globalistas usan varias cuestiones para establecer instituciones internacionales en diversos campos, luego promover la unidad de estas instituciones y continuar abogando por la dependencia en Naciones Unidas, con el propósito ulterior de establecer un gobierno mundial.
Abogar por un gobierno mundial, exagerar deliberadamente el rol de Naciones Unidas, retratar a Naciones Unidas como una panacea que puede resolver todos los problemas del mundo actual –todo esto es parte de un intento de jugar a ser Dios y planear el futuro de la humanidad a través de la manipulación del poder. En efecto, esta es exactamente la misma idea de una utopía comunista, una religión establecida por el ser humano, y el resultado es devastador.
d. El gobierno mundial lleva al totalitarismo
No hay nada de malo con imaginar un mundo o un futuro mejor, pero buscar establecer un gobierno mundial para resolver todos los problemas de la humanidad es simplemente perseguir una utopía de la era moderna y corre el riesgo de convertirse en un totalitarismo.
Un asunto inevitable que enfrenta un gobierno mundial que apunta a resolver verdaderamente los problemas globales es cómo implementar sus políticas –sean de índole político, militar, económico u otro. Para forzar sus políticas a escala mundial, tal gobierno seguramente no tomaría la forma de una democracia libre como la de Estados Unidos, sino que sería un gran gobierno totalitario como la ex Unión Soviética o el régimen comunista chino.
A fin de atraer a los países a unirse, un gobierno mundial indefectiblemente ofrecería tentadores beneficios, promesas de asistencia social y un proyecto de utopía global para la humanidad. Su propuesta es similar a la del comunismo y se presenta como la panacea para todos los problemas del país. A fin de lograr los ideales utópicos de un número tan vasto de países y resolver complejas cuestiones globales según el proyecto utópico –ya sea proteger el medio ambiente o proveer de seguridad y asistencia social a gran escala– un gobierno mundial así inevitablemente buscaría centralizar su poder con el fin de imponer sus políticas. Esta centralización elevaría el poder de gobierno a un nivel inigualable, y su control sobre la sociedad también alcanzaría un nivel sin precedentes. A esta altura, tal gobierno mundial no se molestaría en tratar de lograr un consenso entre sus países miembro o en cumplir con los compromisos que asumió para con ellos, sino que solamente se enfocaría en la implementación forzosa de sus políticas.
En el mundo de hoy existen grandes diferencias entre los países. Muchos países no tienen creencias ortodoxas ni libertad, ni hablar del respeto a los derechos humanos o altos estándares morales. Cuando los países se combinan para formar un gobierno mundial, un gobierno tal adoptaría el estándar más bajo entre ellos, eliminando cualquier requisito relacionado con la fe y las creencias, la moral y los derechos humanos. En otras palabras, los países tendrían un pase libre en estos asuntos –usando el concepto de la tal llamada neutralidad en religión, moral y derechos humanos a fin de unirlos. Un gobierno mundial inevitablemente fomentaría una cultura dominante con el propósito de unificar el mundo. No obstante, cada país tiene sus propias tradiciones culturales y creencias religiosas.
Entre todos los expertos, académicos y gobiernos que abogan activamente por un gobierno mundial, la mayoría de ellos son ateos o tienen opiniones progresistas con respecto a las creencias religiosas. Claramente, un gobierno mundial tendría al ateísmo como su valor central –consecuencia inevitable, dado que el comunismo es la fuerza que lo impulsa. Para mantener su régimen, este gobierno mundial impondría una reeducación ideológica, recurriendo a la violencia a fin de llevar esto a cabo. A fin de prevenir movimientos de fragmentación o independencia entre los países miembros, un gobierno mundial fortalecería enormemente sus fuerzas militares y policiales y ejercería un mayor control sobre la libertad de expresión de la gente.
El gobierno de un país cuya gente no tiene una fe y una cultura en común solo puede apoyarse en poder autoritario –esto es, un régimen totalitario– a fin de mantenerse en el poder, y el resultado sería la reducción de las libertades individuales. Así, un gobierno mundial sería inevitablemente un gobierno totalitario porque tendría que depender del autoritarismo para sostener su régimen.
Al final, un gobierno mundial es literalmente un proyecto comunista totalitario con otro disfraz, y el resultado no sería diferente al de los regímenes comunistas de hoy en cuanto a cómo esclavizan y abusan de su gente. La única diferencia sería que en vez de estar confinado a un solo país, este totalitarismo se extendería a todo el mundo y todo el mundo estaría controlado por un gobierno único, y sería más fácil corromper y destruir a la humanidad. En el proceso de mantener su poder, este gobierno colosal progresivamente emplearía todos los métodos perversos usados por los regímenes comunistas. Este camino hacia el autoritarismo también sería un proceso de destruir las culturas tradicionales y los valores morales de la humanidad, que es precisamente lo que el comunismo apunta a lograr.
4. Globalización cultural: Un medio para corromper a la humanidad
A medida que los intercambios culturales y flujos de capital se expanden por el mundo, las varias formas culturales desviadas que el comunismo estableció en los últimos casi cien años –como el arte, la literatura y el pensamiento modernos; películas y televisión; estilos de vida pervertidos; utilitarismo; materialismo; y consumismo– también se transmiten globalmente. Durante este proceso, las tradiciones culturales de varios grupos étnicos son despojadas de sus formas externas y separadas de su significado original, lo que resulta en culturas mutadas y desviadas. Mientras logran el objetivo de ser rentables, estas culturas desviadas también corrompen rápidamente los valores morales de la gente donde sea que se propaguen.
Globalmente, Estados Unidos es el líder político, económico y militar. Este liderazgo se extiende a la cultura estadounidense, que es fácilmente aceptada y adoptada por otros países y regiones. Luego de la Revolución Industrial, con el declive de la fe religiosa en la sociedad moderna y el creciente materialismo que trajeron los avances tecnológicos, la gente naturalmente vinculó la prosperidad material con la fuerza de una civilización. Aprovechándose de esta tendencia, el comunismo enfocó sus recursos en derribar a Estados Unidos por medios no violentos. Después de infiltrar y corromper la unidad familiar, la política, la economía, las leyes, las artes, los medios de comunicación y la cultura popular en todos los aspectos de la vida diaria de Estados Unidos, y después de corromper y destruir los valores morales tradicionales, el comunismo usó la globalización cultural para exportar su cultura corrompida. Promocionada como cultura avanzada de Estados Unidos, esta cultura se esparció por todo el mundo.
En un parpadeo, el movimiento Occupy Wall Street de Nueva York apareció en las pantallas de televisión de las remotas aldeas de montaña de la India. A través de las películas de Hollywood, las aldeas fronterizas conservadoras de Yunnan, China, aprendieron que las madres solteras, los amoríos extramaritales y la liberación sexual son todos aspectos “normales” de la vida. La ideología subyacente del Currículo Básico Común creado por marxistas culturales se vio casi instantáneamente reflejado en los libros de texto de las escuelas secundarias de Taiwán. África, ampliamente considerada como la región más atrasada del mundo, resultó ser la más golpeada por la epidemia del SIDA. Desde Ecuador en Sudamérica hasta Malasia en el Sudeste Asiático y Fiji en las Islas del Pacífico, el rocanrol se volvió extremadamente popular.
Willi Müzenberg, activista comunista alemán y uno de los fundadores de la Escuela de Frankfurt, dijo: “Debemos organizar a los intelectuales y usarlos para que la civilización occidental apeste. Solo entonces, luego de que hayan corrompido todos sus valores y que la vida se torne imposible, podremos imponer la dictadura del proletariado”. [29]
Desde la perspectiva de la izquierda, “hacer que la civilización occidental apeste” es el camino hacia el comunismo. No obstante, para el espectro del comunismo, que es la fuerza motora, corromper la cultura tradicional que los dioses legaron al hombre y hacer que el hombre abandone a Dios es el camino para lograr su objetivo de destruir a la humanidad.
Si pudiésemos comparar la cultura desviada de Occidente y la cultura del Partido de los regímenes comunistas totalitarios con la basura, entonces la globalización cultural sería similar al furioso huracán que sopla la basura por todo el mundo, barriendo despiadadamente con los valores tradicionales que los dioses dejaron para la humanidad. Aquí nos hemos enfocado en explicar la influencia que la cultura desviada de Occidente tiene en el mundo. En el próximo capítulo analizaremos cómo la cultura comunista se ha propagado por todo el mundo.
a. La globalización cultural destruye las tradiciones
La cultura de cada etnia del mundo tiene características únicas y conlleva las profundas influencias de su propia historia especial. Pese a las diferencias entre las culturas étnicas, en sus tradiciones todas observan los mismos valores universales que los dioses les legaron. Después de la Revolución Industrial, el desarrollo tecnológico hizo que nuestras vidas fueran más cómodas. Debido a la influencia del progresismo, la tradición es generalmente considerada como algo retrógrado. Medir todo en base a su modernidad, novedad y “progreso” –o si tiene valor comercial– ahora es común.
Los tal llamados valores comunes formados por el intercambio cultural en el proceso de globalización ya no provienen de ninguna tradición en particular: son valores modernos. Los elementos y valores que pueden ser adoptados en la globalización se desvían de las tradiciones. Solo incluyen los elementos más burdos del legado cultural existente, así como los aspectos que pueden ser comercializados. Las nociones sobre “el destino en común de la humanidad” y “nuestro futuro en común” son resultado de tales valores desviados. El comunismo promueve valores que parecen nobles, pero en efecto apuntan a hacer que la humanidad abandone los valores tradicionales y los reemplace con valores modernos homogéneos y deteriorados.
El estándar más bajo que se reconoce globalmente durante la globalización cultural también se manifiesta en la cultura consumista y el consumismo, que lideran la cultura global. Motivado por intereses económicos, el diseño de productos culturales y la forma en que son publicitados se centran completamente en apelar a los instintos más bajos de los consumidores. El objetivo es controlar a la humanidad al seducir, complacer y satisfacer los deseos más superficiales de la gente.
La cultura consumista global apunta a los deseos de los seres humanos y es usada para corromper la tradición de múltiples maneras: primero, a fin de atraer al máximo número de consumidores, los productos culturales no pueden ofender a ningún grupo étnico, ya sea en producción o en presentación. Como resultado, las características y los significados únicos de las culturas étnicas son excluidos de los productos. En otras palabras, los productos son despojados de la tradición mediante la desculturalización o estandarización. Las poblaciones que reciben menos educación y tienen menos poder de consumo son más susceptibles a dicho modelo consumista simplificado debido a que el costo para hacer esos productos es más bajo. Por lo tanto, a través de la globalización, esta población está restringida a la cultura comercial que tiene el costo de fabricación más bajo.
Segundo, la globalización de la industria de los medios de comunicación produjo monopolios. Como resultado, los elementos comunistas pueden fácilmente hacer uso de las ideas degeneradas de los productores, publicitar el aspecto cultural superficial de los productos e introducir la ideología marxista mientras los promueven. La hibridación de culturas a través de la globalización se convierte en otro canal para promover ideología.
Tercero, una cultura global hace que el consumismo sea predominante en la sociedad. Los comerciales, las películas, los programas de televisión y las redes sociales constantemente bombardean a los consumidores con la idea de que no están viviendo una vida real si no consumen, si no poseen ciertos productos o si no buscan ser entretenidos de determinada manera. El comunismo usa diferentes medios y el entretenimiento para motivar a la gente a satisfacer sus deseos. A medida que la gente se entrega a sus deseos, se aleja del plano espiritual y, antes de que se den cuenta, se desvían de las creencias divinas y valores tradicionales de antaño.
El comunismo rápidamente propaga su ideología deteriorada con el trasfondo de la globalización. También utiliza el comportamiento gregario. Con una frecuente exposición a redes sociales, comerciales, programas de televisión, películas y noticias, la gente es bombardeada con varias ideologías antitradicionales y antinaturales. Esto crea la ilusión de que tales ideologías deterioradas representan un consenso global. La gente gradualmente se vuelve insensible al daño que estas ideologías causan a las tradiciones. Comportamientos retorcidos son considerados una moda y se supone que la gente debe enorgullecerse de ellos. La drogadicción, la homosexualidad, el rocanrol, el arte abstracto y mucho más, todos se propagan de esta forma.
El arte moderno es degenerado y viola todas las definiciones tradicionales de estética. Algunas personas pueden haberse dado cuenta al principio, pero cuando las obras de arte moderno son constantemente exhibidas en grandes zonas metropolitanas y son vendidas a altos precios, cuando los medios de comunicación muestran frecuentemente obras de arte oscuras y extrañas, la gente comienza a creer que son ellos mismos los que están fuera de moda y que deben actualizar su gusto para el arte. La gente comienza a negar su propio sentido de la belleza y a favorecer formas de arte deterioradas.
El comunismo es capaz de utilizar el comportamiento gregario porque mucha gente no tiene una voluntad fuerte. Una vez que la humanidad se desvía de las tradiciones impartidas por los dioses, todo se torna relativo y cambia con el tiempo. Las condiciones entonces están maduras para que el espectro del comunismo se aproveche de la situación.
b. Los países occidentales desarrollados exportan cultura antitradicional
Los países occidentales desarrollados juegan el rol decisivo en los asuntos económicos y militares mundiales. Como resultado, la cultura occidental fue capaz de propagarse rápidamente a los países en desarrollo. Fue considerada la cultura dominante de la civilización moderna y la dirección para el desarrollo futuro. La explotación de esta tendencia propagó la cultura moderna desviada de Estados Unidos y otros países occidentales al mundo. Esto causó un enorme daño a las tradiciones de otros grupos étnicos. La música rocanrol, las drogas y la liberación sexual se camuflaron como cultura occidental y se propagaron rápidamente por todo el mundo desde los países desarrollados. Como se señaló en este libro, el espectro comunista está detrás del desarrollo de estas culturas deterioradas, las cuales no tienen nada que ver con los valores tradicionales que provienen de la creencia en Dios.
Todas las formas de cultura deteriorada enmascaradas como cultura occidental actualmente están siendo difundidas a cada esquina del mundo. Hollywood en particular se convirtió en un gran portador de diversas ideologías que se originan en el marxismo cultural. La característica especial de la industria cinematográfica logra que la gente acepte subconscientemente sus valores.
Debido a su fortaleza económica, los países occidentales atraen a un gran número de estudiantes extranjeros. En este libro hemos discutido cómo el marxismo cultural se apoderó de la educación occidental y al mismo tiempo expone a los estudiantes extranjeros a las diversas ideologías izquierdistas. Cuando regresan a sus países, difunden estas ideologías. En sus países, estas ideologías deterioradas son consideradas atractivas porque los países occidentales están más avanzados tecnológicamente y más desarrollados económicamente, de manera que encuentran poca resistencia mientras se difunden y destruyen la cultura tradicional local.
Por ejemplo, el primer país asiático en reconocer el matrimonio homosexual es una sociedad con profundas tradiciones. La globalización estuvo detrás de este cambio. Luego de estudiar en Occidente, un gran número de estudiantes aceptó la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo e impulsó el cambio. Gran parte de los políticos progresistas que promueven la legalización del matrimonio homosexual desarrollaron sus perspectivas progresistas mientras estudiaban en el extranjero.
c. Las corporaciones multinacionales propagan la cultura desviada
Bajo las condiciones de la globalización, el respeto mutuo y la tolerancia a las diferentes culturas se volvió algo común. El comunismo usó esto para expandir arbitrariamente el concepto de tolerancia y hacer valer la neutralidad como un “consenso global”, abogando así por ideas desviadas. En particular, la homosexualidad y la liberación sexual se desarrollaron rápidamente a través de la globalización, impactando seriamente y carcomiendo los valores morales de las sociedades tradicionales.
En 2016, una gran cadena global de venta al público anunció que los vestidores y baños en su tienda iban a ser “amigables para la gente transgénero”, lo que significa que cualquier hombre podría entrar a los baños o vestuarios de mujeres a voluntad si afirmaba que era una mujer. La Asociación Familia Americana convocó a los consumidores a boicotear a la compañía debido al daño que la política podría traer a mujeres y niños [30]. En efecto, en 2018, un hombre entró al baño de mujeres de la tienda y mostró sus partes íntimas a una niña pequeña. [31]
En medio de la resistencia de los consumidores que acatan los valores tradicionales, los periodistas hicieron un recuento de los cientos de grandes compañías multinacionales que obtuvieron puntaje máximo en el Índice de Igualdad Corporativa (una medición de las actitudes hacia asuntos LGBTQ) y descubrió que las compañías con la misma política que la cadena mencionada cubrían todos los aspectos de la vida de la gente, lo que hace imposible un boicot. Las compañías cubrían casi todas las grandes aerolíneas, grandes fabricantes de automóviles, cadenas restaurantes de comida rápida, cafeterías, grandes tiendas departamentales, bancos, grandes empresas de producción cinematográfica, teléfonos móviles, compañías informáticas, entre otras [32]. Estos valores se volvieron ubicuos y dominantes a través de la globalización por medio de la cultura corporativa de las empresas multinacionales.
d. La ONU difunde valores distorsionados
En 1990, la Organización Mundial de la Salud anunció que la homosexualidad no es una enfermedad mental, incentivando enormemente el movimiento homosexual en todo el mundo. Bajo las condiciones de la globalización, el SIDA se propagó globalmente, mientras que el grupo más importante susceptible al SIDA, los homosexuales, continuaron siendo el blanco de preocupación social y discusión pública. El comunismo promovió así la expansión del movimiento homosexual. Los trabajadores de la salud alientan a los pacientes homosexuales con SIDA a que no se avergüencen. Como corolario, simultáneamente se promovió el reconocimiento moral de la conducta homosexual. En África, Asia y Latinoamérica, la financiación de la comunidad internacional para el SIDA tuvo el efecto de promover el movimiento homosexual. [33]
Sudáfrica fue el primer país en introducir una nueva convención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para requerir que el reconocimiento de la orientación sexual y la identidad de género se utilicen como indicadores de derechos humanos. La convención fue luego adoptada. Esta es la primera resolución de la ONU que apuntó directamente a la orientación sexual y la identidad de género [34]. En realidad, esto normaliza lo que solía considerarse como ideas desviadas al atribuirles la misma importancia que los derechos naturales.
El artículo 13 de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU establece: “El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir e impartir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño”. [35]
Algunos académicos preguntaron: si los padres no permiten a sus hijos usar camisetas con simbolismos satánicos, ¿constituiría eso una violación de los derechos del niño? ¿Tienen los niños el derecho a elegir cómo hablarles a sus padres? [36] Los niños pueden carecer de juicio. Si cometen violencia o violan normas éticas, ¿no pueden los padres disciplinarlos? Estas preocupaciones no son injustificadas. En 2018, Ontario, Canadá, aprobó una ley según la cual los padres no han de negar los deseos de expresión de género del niño (esto es, los niños pueden elegir su género ellos mismos, pudiendo los varones elegir ser niñas y viceversa). Los padres que no aceptan la identidad de género elegida por el niño pueden ser considerados como abusadores de niños y el Estado podría retirarles a sus hijos. [37]
El comunismo utiliza así la globalización para mutar y destruir la cultura tradicional y los valores morales de forma total. Esto incluye el uso de países desarrollados, empresas multinacionales e instituciones internacionales. La gente está inmersa en la conveniencia superficial de la vida global, pero no está al tanto de que sus ideas y conciencias están cambiando rápidamente. En solo unas cuantas décadas, estas ideas completamente nuevas inundaron muchas partes del mundo como un furioso tsunami. Donde sea que vayan, la cultura cambia, las civilizaciones se pierden e incluso los países más viejos y cerrados no pueden escapar.
La cultura tradicional es la raíz de la existencia humana, una garantía importante para que los seres humanos mantengan los estándares morales. Es la clave para que los seres humanos tengan la capacidad de ser salvados por el Creador. En el proceso de globalización, estas han mutado o inclusive han sido destruidas según los planes del espectro comunista, y la civilización humana enfrenta una crisis sin precedentes.
Conclusión
Diferentes nacionalidades y países han existido por milenios. Pese a que existen en diferentes regiones, tienen formas sociales y sistemas políticos distintos, usan diferentes idiomas y tienen diferentes cualidades culturales y psicológicas; todas comparten valores universales. Estos valores universales son el núcleo de la cultura tradicional para todos los grupos étnicos.
En el corto período de poco más de cien años desde la aparición del comunismo en el escenario global, la humanidad ya está en grave peligro, dado que las culturas tradicionales han sido socavadas y destruidas a gran escala.
Después de la Revolución de Octubre, los comunistas tomaron el poder en Rusia y China, las grandes potencias de Oriente, matando a las élites culturales tradicionales y destruyendo la cultura tradicional por medio de la violencia. Luego de la Segunda Guerra Mundial, los países comunistas infiltraron y controlaron Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, abusaron de los procedimientos democráticos para permitir que la minoría conquistara a la mayoría y usaron dinero para dominar a países pequeños en un intento por utilizar el gran gobierno de la ONU para arrastrar a todo el mundo hacia la corrupción.
Alrededor del mundo, especialmente luego del fin de la Guerra Fría, el comunismo comenzó a usar los intercambios políticos, económicos y culturales, y la cooperación internacional para expandir y controlar la globalización, impulsando valores desviados por todo el mundo, destruyendo sistemáticamente los valores y las tradiciones universales. En la actualidad, el espectro del comunismo está rigiendo el mundo entero.
Los grupos transnacionales políticos y económicos de hoy manejan enormes recursos y su influencia penetró en cada aspecto de la sociedad humana. Desde grandes asuntos como el medio ambiente, la economía, el comercio, los asuntos militares, la diplomacia, la ciencia y la tecnología, la educación, la energía, la guerra y la inmigración, hasta pequeños asuntos como el entretenimiento, la moda y el estilo de vida, están todos cada vez más manipulados por los globalistas. De formarse un gobierno global, sería fácil mutar o destruir a toda la humanidad con una sola orden.
Usando la globalización en conjunto con otros medios, el espectro comunista arruinó a la sociedad humana en solo unos pocos cientos de años, y tanto Oriente como Occidente están en riesgo de ser destruidos.
Solo retornando a la tradición los seres humanos podrán reintroducir los valores universales y las culturas tradicionales a las naciones soberanas y a los intercambios internacionales. Esto es necesario para regresar a los valores universales y a la cultura tradicional, y permitirá a la humanidad, bajo la protección de la gracia divina, expulsar al espectro comunista y caminar hacia un futuro brillante.
***
Referencias
[1] Karl Marx, Manifesto of the Communist Party (Marx/Engels Internet Archive), https://www.marxists.org/archive/marx/works/1848/communist-manifesto/ch04.htm.
[14] “FBI Chief Finds Red Spies ‘Potent Danger,’” Los Angeles Times, May 4, 1963, as quoted in G. Edward Griffin, The Fearful Master: A Second Look at the United Nations, Chapter 7.
[15] Jasper, Global Tyranny, 75.
[16] Colum Lynch, “China Enlists U.N. to Promote Its Belt and Road Project,” Foreign Policy, May 10, 2018, https://foreignpolicy.com/2018/05/10/china-enlists-u-n-to-promote-its-belt-and-road-project/.
[17] See Robert W. Lee, The United Nations Conspiracy (Appleton, Wis.: Western Islands, 1981); William F. Jasper, The United Nations Exposed: The International Conspiracy to Rule the World (Appleton, Wis.: The John Birch Society, 2001); Dore Gold, Tower of Babble: How the United Nations Has Fueled Global Chaos (New York, Crown Forum, 2004); Joseph A. Klein, Global Deception: The UN’s Stealth Assault on America’s Freedom (Los Angeles: World Ahead, 2005); Eric Shawn, The U.N. Exposed: How the United Nations Sabotages America’s Security and Fails the World (New York: Penguin Books, 2006); Daniel Greenfield, 10 Reasons to Abolish the UN (David Horowitz Freedom Center, 2011).
[18] Dore Gold, Tower of Babble: How the United Nations Has Fueled Global Chaos (New York, Crown Forum, 2004), 3.
[19] Gold, Tower of Babble, 1–24.
[20] As quoted in Robert Chandler, Shadow World: Resurgent Russia, The Global New Left, and Radical Islam (Washington, D.C.: Regnery Publishing, 2008), 403–4.
[21] Griffin, Fearful Master, Chapter 11.
[22] As quoted in Jasper, Global Tyranny, 90.
[23] Humanist Manifesto II, American Humanist Association, https://americanhumanist.org/what-is-humanism/manifesto2/.
[24] Hilary F. French, After the Earth Summit: The Future of Environmental Governance, Worldwatch Paper 107, Worldwatch Institute, March 1992, 6, http://infohouse.p2ric.org/ref/30/29285.pdf.
[25] Jasper, Global Tyranny…Step by Step, 71.
[26] As quoted in Chandler, Shadow World, 401.
[27] Chandler, Shadow World,, 401–3.
[28] W. Cleon Skousen, The Naked Communist (Salt Lake City: Izzard Ink Publishing, 1958, 2014), Chapter 12.
[29] Bernard Connolly, The Rotten Heart of Europe: Dirty War for Europe’s Money (London: Faber & Faber, 1997), Kindle edition, location 113–118.
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