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Saturday, August 15, 2020

La Voz en la Presentación del Sermón


La voz en la presentación del sermón


Predicad brevemente, gobernad vuestra voz, colocad toda la expresión y la melodía que podáis en ella, y se evitará este terrible agotamiento a que está expuesto al predicador que hace sermones largos e interminables...

Mucho del efecto de los discursos se pierde debido a la manera en que éstos son presentados. El orador frecuentemente olvida que es un mensajero de Dios y que Cristo y sus ángeles están en su auditorio como oyentes. Su voz no debe elevarse a un tono muy alto, gritando la verdad como si fuera una trompeta; porque esto es más poder nervioso que un espíritu tranquilo y el poder del Espíritu Santo. Jesús, el más grande Maestro del mundo, era tranquilo, ferviente, impresionante en sus discursos. El es nuestro ejemplo en todas las cosas.—Carta 47, 1886.


El Evangelismo, p.138.


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