Filas más fluidas el día que empieza la venta racionada de gasolina en Nueva York
(EFE) – hace 8 horas
Nueva York, 9 nov (EFE).- Las gasolineras de Nueva York ofrecían hoy la imagen de filas de vehículos más fluidas, ante unos surtidores controlados por la policía que aún no funcionan a pleno rendimiento, en el día en que entra en vigor la medida que permite repostar solamente en días alternos por la escasez de suministro.
"Llevo esperando media hora. No es mucho comparado con todo lo que he tenido que esperar días pasados. Se nota que con la nueva medida todo va más rápido", aseguró a Efe Juan García, un taxista que aguardaba en la fila de una gasolinera cercana a Central Park y que, hasta ahora, aprovechaba las horas nocturnas para repostar.
"Un día estuve esperando tres horas y, justo cuando me tocaba, la gasolina se acabó", recordó.
Precisamente, es la falta de combustible que arrastra la ciudad desde el paso del huracán "Sandy" la que forzó al alcalde, Michael Bloomberg, a anunciar que la venta de gasolina se racionará, una medida que se aplica tanto en la ciudad de Nueva York como en los vecinos condados de Nassau y Suffolk (en Long Island).
Con el nuevo sistema, los conductores se ven limitados a adquirir combustible en función de si el día del mes y el último número de la placa de matrícula de su vehículo coinciden en ser pares o impares, una regulación de la que están exentos los automóviles no comerciales, como taxis, autobuses, limusinas o ambulancias.
A pesar de que la medida se acogió con quejas en la Gran Manzana, donde no faltó quien vio en esta situación analogías con los racionamientos de las dos crisis del petróleo de los años 70, muchos conductores mostraron su conformidad al comprobar que los embotellamientos estaban disminuyendo.
"La medida está funcionando porque las colas son más cortas, pero la situación sigue siendo mala y el problema continuará porque hay algunas terminales clave que proveen gasolina que están dañadas debido a las inundaciones, y no se sabe cuándo se solucionará", señaló a Efe un portavoz de la American Automobile Association (AAA), Robert Sinclair.
Un agente de policía vigilaba en una gasolinera de BP que la medida fuera respetada por la, aún así, larga fila de coches que aguardaban su turno hasta dar la vuelta a la manzana, debido a que la estación funcionaba, literalmente, a medio gas.
Así, según ha explicado un empleado a Efe, de los diez surtidores que habitualmente funcionan, hoy sólo suministraban combustible cuatro, a los que los conductores estaban accediendo, de media, tras una hora de espera.
"No es mucho. La medida no me parece mal. Hasta el martes no necesitaré gasolina", apuntó otro de los pacientes conductores que hacían fila.
Menos tiempo tenían que aguardar clientes de Long Island, aunque, a medida que transcurría la jornada, los periodos de espera se alargaban.
En una gasolinera de West Hempstead, Gustavo Sánchez sólo tuvo que guardar fila entre cinco y diez minutos a primera hora de la mañana, mientras que, una hora después, Gladys Sánchez ya tuvo que esperar alrededor de veinte minutos.
También había gasolineras en las que el abastecimiento faltaba por completo y se encontraban desiertas, como una estación de Shell en Harlem, cuyo encargado, Dany Pebo, dijo a Efe que esta situación estaba "matando el taller" y que "a este paso" se iban a "morir de hambre".
"Nos envían la gasolina cada tres días y sólo 6.000 galones (casi 23.000 litros), que se agotan en el día, aunque a una gasolinera cercana de BP sí le están suministrando diariamente. No lo entiendo. Desde el martes no recibimos nada. Hoy la estoy esperando y, como no llegue, no sé qué voy a hacer", explicó Pebo, a quien le han comunicado que está "en lista de espera" para normalizar su situación.
La escasez de combustible que atraviesa Nueva York se agravó cuando la noche del miércoles se produjo un fallo parcial en una estación del oleoducto Buckeye, que provee con cerca de 4,5 millones de galones (17 millones de litros) de combustible al día a la ciudad y la zona de Long Island, lo que generó la interrupción en la cadena de aprovisionamiento de combustible a estas regiones.
Nueva Jersey ya había impuesto la semana pasada el racionamiento de la venta de gasolina en días alternos en los condados del norte del estado, y los suministros de combustible se han endurecido en la región del noreste de EE.UU. después de los problemas originados en los oleoductos y las refinerías más importantes a raíz de "Sandy".
Nueva York, 9 nov (EFE).- Las gasolineras de Nueva York ofrecían hoy la imagen de filas de vehículos más fluidas, ante unos surtidores controlados por la policía que aún no funcionan a pleno rendimiento, en el día en que entra en vigor la medida que permite repostar solamente en días alternos por la escasez de suministro.
"Llevo esperando media hora. No es mucho comparado con todo lo que he tenido que esperar días pasados. Se nota que con la nueva medida todo va más rápido", aseguró a Efe Juan García, un taxista que aguardaba en la fila de una gasolinera cercana a Central Park y que, hasta ahora, aprovechaba las horas nocturnas para repostar.
"Un día estuve esperando tres horas y, justo cuando me tocaba, la gasolina se acabó", recordó.
Precisamente, es la falta de combustible que arrastra la ciudad desde el paso del huracán "Sandy" la que forzó al alcalde, Michael Bloomberg, a anunciar que la venta de gasolina se racionará, una medida que se aplica tanto en la ciudad de Nueva York como en los vecinos condados de Nassau y Suffolk (en Long Island).
Con el nuevo sistema, los conductores se ven limitados a adquirir combustible en función de si el día del mes y el último número de la placa de matrícula de su vehículo coinciden en ser pares o impares, una regulación de la que están exentos los automóviles no comerciales, como taxis, autobuses, limusinas o ambulancias.
A pesar de que la medida se acogió con quejas en la Gran Manzana, donde no faltó quien vio en esta situación analogías con los racionamientos de las dos crisis del petróleo de los años 70, muchos conductores mostraron su conformidad al comprobar que los embotellamientos estaban disminuyendo.
"La medida está funcionando porque las colas son más cortas, pero la situación sigue siendo mala y el problema continuará porque hay algunas terminales clave que proveen gasolina que están dañadas debido a las inundaciones, y no se sabe cuándo se solucionará", señaló a Efe un portavoz de la American Automobile Association (AAA), Robert Sinclair.
Un agente de policía vigilaba en una gasolinera de BP que la medida fuera respetada por la, aún así, larga fila de coches que aguardaban su turno hasta dar la vuelta a la manzana, debido a que la estación funcionaba, literalmente, a medio gas.
Así, según ha explicado un empleado a Efe, de los diez surtidores que habitualmente funcionan, hoy sólo suministraban combustible cuatro, a los que los conductores estaban accediendo, de media, tras una hora de espera.
"No es mucho. La medida no me parece mal. Hasta el martes no necesitaré gasolina", apuntó otro de los pacientes conductores que hacían fila.
Menos tiempo tenían que aguardar clientes de Long Island, aunque, a medida que transcurría la jornada, los periodos de espera se alargaban.
En una gasolinera de West Hempstead, Gustavo Sánchez sólo tuvo que guardar fila entre cinco y diez minutos a primera hora de la mañana, mientras que, una hora después, Gladys Sánchez ya tuvo que esperar alrededor de veinte minutos.
También había gasolineras en las que el abastecimiento faltaba por completo y se encontraban desiertas, como una estación de Shell en Harlem, cuyo encargado, Dany Pebo, dijo a Efe que esta situación estaba "matando el taller" y que "a este paso" se iban a "morir de hambre".
"Nos envían la gasolina cada tres días y sólo 6.000 galones (casi 23.000 litros), que se agotan en el día, aunque a una gasolinera cercana de BP sí le están suministrando diariamente. No lo entiendo. Desde el martes no recibimos nada. Hoy la estoy esperando y, como no llegue, no sé qué voy a hacer", explicó Pebo, a quien le han comunicado que está "en lista de espera" para normalizar su situación.
La escasez de combustible que atraviesa Nueva York se agravó cuando la noche del miércoles se produjo un fallo parcial en una estación del oleoducto Buckeye, que provee con cerca de 4,5 millones de galones (17 millones de litros) de combustible al día a la ciudad y la zona de Long Island, lo que generó la interrupción en la cadena de aprovisionamiento de combustible a estas regiones.
Nueva Jersey ya había impuesto la semana pasada el racionamiento de la venta de gasolina en días alternos en los condados del norte del estado, y los suministros de combustible se han endurecido en la región del noreste de EE.UU. después de los problemas originados en los oleoductos y las refinerías más importantes a raíz de "Sandy".
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