Profesor Carlos Medina de Rebolledo
MADRID, España, abril, www.cubanet.org
Su eminencia Cardenal Don Jaime Ortega
Arzobispo de La Habana, Cuba
En mi carácter y en el derecho que me asiste como católico, y que me da la realidad de pertenecer a una familia ya milenariamente parte de nuestra iglesia (los de Rebolledo de España) me siento en la obligación de comentar vuestras recientes declaraciones llamando a un diálogo entre las partes en pugna en la amada isla de Cuba.
Pienso que es justo, aunque tardío vuestro llamado al diálogo, ya que nuestra Santa Iglesia Católica ha dejado pasar demasiados años sustentando con el silencio a esa tiranía materialista y perseguidora de cristianos. En otras palabras, justificando los métodos criminales que aplican en el pueblo cubano.
Tampoco nuestra Iglesia Católica cubana se ha puesto de parte de los cubanos perseguidos, acusados falsamente, confinados en las mazmorras de la tiranía, por el hecho de haber hecho oír sus voces disidentes del estado cavernario que aflige por 50 años a Cuba. Pienso que no es “de lamentar” el homicidio premeditado de Zapata, sino que debe ser condenado con dureza, firmeza y valentía. No he leído de ninguna condena de parte suya de las constantes y flagrantes trasgresiones de los Derechos Humanos en Cuba. Tampoco de la mordaza que ellos han puesto en las bocas de artistas, intelectuales y la oposición pacífica. No parece tampoco importarle a usted Su eminencia, el hecho que no existan otros medios de comunicación social en Cuba, que aquellos órganos de la mentira, los silogismos y la propaganda más descarada que nunca antes se haya visto en Latinoamérica.
Aplaudo vuestra exigencia de que se liberen a los presos políticos y disidentes, porque ese sólo hecho mancha la ideología libertaria que supuestamente sustentó a la Revolución cubana. Comunismo no es fascismo rojo, que es el estalinismo obtuso, criminal y ciego ante el clamor del pueblo cubano en este caso.
No puedo aplaudir que al mismo tiempo usted Su eminencia, exija la liberación de Los Cinco cubanos presos por espionaje en Estados Unidos, ya que yo mismo he sufrido intentos de asesinato de toda mi familia de cinco niños y de mí mismo perpetrados por agentes de la DGI en Suecia, en donde hemos estado exiliados por haber sido miembro del gobierno de Salvador Allende en Chile.
Si usted no lo sabe Su Eminencia, tengo que informarle que el régimen criminal cubano actual manda a asesinar a disidentes de todas las nacionalidades latinoamericanas, disfrazando estos hechos como suicidios. Generalmente a ex comunistas, como yo mismo, a quien Dios ha quitado la venda de los ojos, la mordaza de sus bocas, las cadenas de sus manos para levantar nuestros brazos exigiendo el fin de la tiranía familiar que azota a Cuba cinco decenios.
Aplaudo Su Eminencia que usted exija El Cambio, porque como sabemos El Cambio es la constante en la Naturaleza y no la excepción. Por negarse a El Cambio los sátrapas del Imperialismo ruso en Cuba, sumieron a la isla en la máxima pobreza, en el subdesarrollo y la desesperación.
Aplaudo que usted critique el trato inhumano que los esbirros de la dictadura aplican a las Damas de blanco, tengan o no razón en sus protestas. Preferiría que Su Eminencia usara su gran influencia en la Asamblea Popular, el Gobierno, las Fuerzas armadas y el Partido Comunista, para que Cuba abandone el feudalismo e incorpore normas civilizadas en cuanto al Derecho de protesta y el Derecho de expresión.
Es realmente una clara demostración de sumisión de la Iglesia Católica de Cuba al Gobierno, el secundar la tesis de la dictadura castrista, en cuanto a que se está desarrollando “una campaña mediática” en contra del Gobierno cubano, orquestada por el Gobierno norteamericano. Falso. Se trata de expresiones espontáneas de repudio mundial por los métodos cavernarios que emplea ese régimen en contra de sus propios ciudadanos.
Lamento prevenir, que si nuestra queridísima Iglesia Católica de Cuba, no asume su responsabilidad moral para hacer sentar al Poder dictatorial y a la Oposición frente a frente, con el fin de llegar a un Acuerdo de Concordia nacional que evite la confrontación social y sitúe a Cuba entre los países civilizados, implementando el diálogo político entre las partes, Cuba dentro de poco avanzará hacia el abismo.
Es en ese espíritu, como enamorado de su hermosa y sufrida isla de Cuba, que me he tomado la libertad de escribir estas líneas, a pesar de haber ya recibido amenazas de que “me cuide”. Habiendo sido objeto de cuatro atentados hasta la fecha en Suecia por parte del DGI, no tengo menos que responsabilizar a la tiranía cubana de mi asesinato, de llevarse a cabo.
Con devoción y confianza en Jesús, me despido de usted Su Eminencia, rogándole su bendición.
Profesor Carlos Medina de Rebolledo
Ex comunista y catedrático de Ciencias de la Comunicaciones
Madrid, España
Email: cmedinarebolledo@yahoo.se
Copia: Santa Sede, Estado Vaticano, Roma
MADRID, España, abril, www.cubanet.org
Su eminencia Cardenal Don Jaime Ortega
Arzobispo de La Habana, Cuba
En mi carácter y en el derecho que me asiste como católico, y que me da la realidad de pertenecer a una familia ya milenariamente parte de nuestra iglesia (los de Rebolledo de España) me siento en la obligación de comentar vuestras recientes declaraciones llamando a un diálogo entre las partes en pugna en la amada isla de Cuba.
Pienso que es justo, aunque tardío vuestro llamado al diálogo, ya que nuestra Santa Iglesia Católica ha dejado pasar demasiados años sustentando con el silencio a esa tiranía materialista y perseguidora de cristianos. En otras palabras, justificando los métodos criminales que aplican en el pueblo cubano.
Tampoco nuestra Iglesia Católica cubana se ha puesto de parte de los cubanos perseguidos, acusados falsamente, confinados en las mazmorras de la tiranía, por el hecho de haber hecho oír sus voces disidentes del estado cavernario que aflige por 50 años a Cuba. Pienso que no es “de lamentar” el homicidio premeditado de Zapata, sino que debe ser condenado con dureza, firmeza y valentía. No he leído de ninguna condena de parte suya de las constantes y flagrantes trasgresiones de los Derechos Humanos en Cuba. Tampoco de la mordaza que ellos han puesto en las bocas de artistas, intelectuales y la oposición pacífica. No parece tampoco importarle a usted Su eminencia, el hecho que no existan otros medios de comunicación social en Cuba, que aquellos órganos de la mentira, los silogismos y la propaganda más descarada que nunca antes se haya visto en Latinoamérica.
Aplaudo vuestra exigencia de que se liberen a los presos políticos y disidentes, porque ese sólo hecho mancha la ideología libertaria que supuestamente sustentó a la Revolución cubana. Comunismo no es fascismo rojo, que es el estalinismo obtuso, criminal y ciego ante el clamor del pueblo cubano en este caso.
No puedo aplaudir que al mismo tiempo usted Su eminencia, exija la liberación de Los Cinco cubanos presos por espionaje en Estados Unidos, ya que yo mismo he sufrido intentos de asesinato de toda mi familia de cinco niños y de mí mismo perpetrados por agentes de la DGI en Suecia, en donde hemos estado exiliados por haber sido miembro del gobierno de Salvador Allende en Chile.
Si usted no lo sabe Su Eminencia, tengo que informarle que el régimen criminal cubano actual manda a asesinar a disidentes de todas las nacionalidades latinoamericanas, disfrazando estos hechos como suicidios. Generalmente a ex comunistas, como yo mismo, a quien Dios ha quitado la venda de los ojos, la mordaza de sus bocas, las cadenas de sus manos para levantar nuestros brazos exigiendo el fin de la tiranía familiar que azota a Cuba cinco decenios.
Aplaudo Su Eminencia que usted exija El Cambio, porque como sabemos El Cambio es la constante en la Naturaleza y no la excepción. Por negarse a El Cambio los sátrapas del Imperialismo ruso en Cuba, sumieron a la isla en la máxima pobreza, en el subdesarrollo y la desesperación.
Aplaudo que usted critique el trato inhumano que los esbirros de la dictadura aplican a las Damas de blanco, tengan o no razón en sus protestas. Preferiría que Su Eminencia usara su gran influencia en la Asamblea Popular, el Gobierno, las Fuerzas armadas y el Partido Comunista, para que Cuba abandone el feudalismo e incorpore normas civilizadas en cuanto al Derecho de protesta y el Derecho de expresión.
Es realmente una clara demostración de sumisión de la Iglesia Católica de Cuba al Gobierno, el secundar la tesis de la dictadura castrista, en cuanto a que se está desarrollando “una campaña mediática” en contra del Gobierno cubano, orquestada por el Gobierno norteamericano. Falso. Se trata de expresiones espontáneas de repudio mundial por los métodos cavernarios que emplea ese régimen en contra de sus propios ciudadanos.
Lamento prevenir, que si nuestra queridísima Iglesia Católica de Cuba, no asume su responsabilidad moral para hacer sentar al Poder dictatorial y a la Oposición frente a frente, con el fin de llegar a un Acuerdo de Concordia nacional que evite la confrontación social y sitúe a Cuba entre los países civilizados, implementando el diálogo político entre las partes, Cuba dentro de poco avanzará hacia el abismo.
Es en ese espíritu, como enamorado de su hermosa y sufrida isla de Cuba, que me he tomado la libertad de escribir estas líneas, a pesar de haber ya recibido amenazas de que “me cuide”. Habiendo sido objeto de cuatro atentados hasta la fecha en Suecia por parte del DGI, no tengo menos que responsabilizar a la tiranía cubana de mi asesinato, de llevarse a cabo.
Con devoción y confianza en Jesús, me despido de usted Su Eminencia, rogándole su bendición.
Profesor Carlos Medina de Rebolledo
Ex comunista y catedrático de Ciencias de la Comunicaciones
Madrid, España
Email: cmedinarebolledo@yahoo.se
Copia: Santa Sede, Estado Vaticano, Roma
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1 comment:
¿Queremos más pruebas que todavía hay hombres y mujeres valerosos que se atreven a decirle a la tiranía cuatro verdades?
Un amigo me contó que cuando este profesor Medina de Rebolledo emitía sus análisis de los socialismos en los años 80 en Estocolmo, Suecia, una turba de terroristas de izquierda, latinos y suecos asaltaron la radioemisora, destruyeron los equipos y golpearon gravemente al director del programa. Medina trasmitía por teléfono desde su casa. La policía (¿socialisdtas?) sueca se negó a recibir la denuncia por este hecho.
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