Informe del Banco Mundial y la ONU dice que los daños a la propiedad entre 1970 y 2010 le costaron al planeta 2,3 billones de dólares en los últimos cuarenta años.
Un informe conjunto del Banco Mundial y las Naciones Unidas dice que las pérdidas globales anuales causadas por los desastres naturales podrían triplicarse a 185 mil millones dólares a finales de este siglo, aunque sin calcular el impacto del cambio climático.
Este último podría añadir hasta 68 mil millones dólares más cada año, teniendo encuenta los ciclones tropicales solamente. El reporte también dice que el número de personas expuestas a las tormentas y los terremotos en las grandes ciudades podría duplicarse a 1.500 millones para el año 2050.
El informe de 250 páginas, titulado "Peligros Naturales, Desastres No Naturales: La economía de una Prevención Efectiva", dirigido a los ministros de Economía del mundo, destaca que "la prevención vale la pena, pero usted no siempre tiene que pagar más por la prevención".
El dossier describe una serie de medidas para prevenir la muerte y la destrucción causadas por riesgos naturales como terremotos, huracanes e inundaciones, las cuales son particularmente sencillas y de sentido común.
Por ejemplo, los gobiernos pueden hacer que la información sobre los peligros y riesgos sea de fácil acceso, pueden proporcionar los títulos de propiedad para reducir la posibilidad de desalojo o demolición, lo que al mismo tiempo estimula a las personas a invertir en estructuras más seguras.
De la misma manera, reorientar el gasto público para dar prioridad a operaciones diarias de mantenimiento - reparación de baches, pintura de puentes de acero, mantenimiento de drenajes - disminuiría el riesgo de sufrir por desastres naturales. Para llevar a cabo estas medidas, los gobiernos no necesariamente tendrían que gastar más, sino mejor.
"Este informe presenta la evidencia necesaria y un caso convincente para los países que pertenecen a la organización para reducir su vulnerabilidad a los desastres naturales y poder desarrollarse en forma sostenible y rentable", dijo el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick.
El informe enfatiza que son los vulnerables, no los ricos, los que se enfrentan a lo peor de las amenazas naturales agravadas por políticas, a menudo, distorsionadas.
El estudio revela que hubo 3,3 millones de muertes a causa de peligros naturales en los últimos 40 años y casi un millón de personas murieron a causa de las sequías de África.
Emergencia actual
"Este informe llega justo cuando han ocurrido muchos desastres este año y millones de personas resultaron afectadas en Haití, Pakistán, China, Vietnam, Indonesia y otros lugares", dijo Margareta Wahlstrom, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres.
El estudio también asegura que los daños a la propiedad entre 1970 y 2010 ascendieron a 2,3 billones de dólares, las mayores pérdidas a causa de terremotos y sequías. Los daños son desproporcionadamente más altos en los países con ingresos medios; mientras que los países pobres y de medianos ingresos son los que más sufren, aunque el informe hace énfasis en que la geografía no debe tomarse como una fatalidad.
El reporte también subraya en invertir más en sistemas de alerta temprana, particularmente en previsiones meteorológicas. Ha habido muchos avances en la predicción del clima, con una precisión del 95 por ciento para los próximos tres días, y un 50 por ciento para los siguientes siete días.
Sin embargo, pocos países han aprovechado al máximo este progreso debido a que muchos gobiernos no financian sus servicios meteorológicos de la manera correcta.
3,3 millones de personas han muerto en los últimos cuarenta años en el mundo como consecuencia de los desastres naturales, revela el Informe del Banco Mundial y las Naciones Unidas.
Mil millones de personas, en condiciones insalubres
Más de la mitad de los 6.900 millones de habitantes del mundo son ya urbanos y, de ellos, 2.570 millones viven en ciudades de países de ingresos medios y bajos expuestos a graves riesgos, según el Informe Mundial de Desastres 2010 de la Federación Internacional de la Cruz Roja (Ficr).
El documento alerta de que la rápida y a veces improvisada urbanización acarrea riesgos tangibles, sobre todo para los 1.000 millones de individuos que habitan en barriadas insalubres en las ciudades.
Un mejor gobierno urbano para evitar la marginación, medidas para combatir el cambio climático y la mejora de los servicios sociales son algunas de las recetas esgrimidas por la Cruz Roja para atenuar posibles situaciones catastróficas.
El subsecretario general de la Ficr, Matthias Schmale, recordó a EFE, como ejemplo de las diferencias que se pueden producir en situaciones similares, que "Chile y Haití sufrieron terremotos con muy poco tiempo de diferencia entre uno y otro", y los efectos fueron muy diferentes.
"En el país andino fue incluso de mayor magnitud, aunque no fue en la capital, pero se vio mucha menos destrucción y mucha menos muerte en Chile (que en Haití)", debido, según explicó, a "la mayor inversión en prevención de desastres y en soluciones de vivienda más seguras" por parte de Chile.
"Si tienes más recursos, invertirás más en prevención y estarás mejor preparado", concluyó Schmale en su exposición.
50% por ciento de los habitantes de barriadas en América Latina, África y Asia contraen enfermedades contagiosas.
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Fuente
Un informe conjunto del Banco Mundial y las Naciones Unidas dice que las pérdidas globales anuales causadas por los desastres naturales podrían triplicarse a 185 mil millones dólares a finales de este siglo, aunque sin calcular el impacto del cambio climático.
Este último podría añadir hasta 68 mil millones dólares más cada año, teniendo encuenta los ciclones tropicales solamente. El reporte también dice que el número de personas expuestas a las tormentas y los terremotos en las grandes ciudades podría duplicarse a 1.500 millones para el año 2050.
El informe de 250 páginas, titulado "Peligros Naturales, Desastres No Naturales: La economía de una Prevención Efectiva", dirigido a los ministros de Economía del mundo, destaca que "la prevención vale la pena, pero usted no siempre tiene que pagar más por la prevención".
El dossier describe una serie de medidas para prevenir la muerte y la destrucción causadas por riesgos naturales como terremotos, huracanes e inundaciones, las cuales son particularmente sencillas y de sentido común.
Por ejemplo, los gobiernos pueden hacer que la información sobre los peligros y riesgos sea de fácil acceso, pueden proporcionar los títulos de propiedad para reducir la posibilidad de desalojo o demolición, lo que al mismo tiempo estimula a las personas a invertir en estructuras más seguras.
De la misma manera, reorientar el gasto público para dar prioridad a operaciones diarias de mantenimiento - reparación de baches, pintura de puentes de acero, mantenimiento de drenajes - disminuiría el riesgo de sufrir por desastres naturales. Para llevar a cabo estas medidas, los gobiernos no necesariamente tendrían que gastar más, sino mejor.
"Este informe presenta la evidencia necesaria y un caso convincente para los países que pertenecen a la organización para reducir su vulnerabilidad a los desastres naturales y poder desarrollarse en forma sostenible y rentable", dijo el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick.
El informe enfatiza que son los vulnerables, no los ricos, los que se enfrentan a lo peor de las amenazas naturales agravadas por políticas, a menudo, distorsionadas.
El estudio revela que hubo 3,3 millones de muertes a causa de peligros naturales en los últimos 40 años y casi un millón de personas murieron a causa de las sequías de África.
Emergencia actual
"Este informe llega justo cuando han ocurrido muchos desastres este año y millones de personas resultaron afectadas en Haití, Pakistán, China, Vietnam, Indonesia y otros lugares", dijo Margareta Wahlstrom, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres.
El estudio también asegura que los daños a la propiedad entre 1970 y 2010 ascendieron a 2,3 billones de dólares, las mayores pérdidas a causa de terremotos y sequías. Los daños son desproporcionadamente más altos en los países con ingresos medios; mientras que los países pobres y de medianos ingresos son los que más sufren, aunque el informe hace énfasis en que la geografía no debe tomarse como una fatalidad.
El reporte también subraya en invertir más en sistemas de alerta temprana, particularmente en previsiones meteorológicas. Ha habido muchos avances en la predicción del clima, con una precisión del 95 por ciento para los próximos tres días, y un 50 por ciento para los siguientes siete días.
Sin embargo, pocos países han aprovechado al máximo este progreso debido a que muchos gobiernos no financian sus servicios meteorológicos de la manera correcta.
3,3 millones de personas han muerto en los últimos cuarenta años en el mundo como consecuencia de los desastres naturales, revela el Informe del Banco Mundial y las Naciones Unidas.
Mil millones de personas, en condiciones insalubres
Más de la mitad de los 6.900 millones de habitantes del mundo son ya urbanos y, de ellos, 2.570 millones viven en ciudades de países de ingresos medios y bajos expuestos a graves riesgos, según el Informe Mundial de Desastres 2010 de la Federación Internacional de la Cruz Roja (Ficr).
El documento alerta de que la rápida y a veces improvisada urbanización acarrea riesgos tangibles, sobre todo para los 1.000 millones de individuos que habitan en barriadas insalubres en las ciudades.
Un mejor gobierno urbano para evitar la marginación, medidas para combatir el cambio climático y la mejora de los servicios sociales son algunas de las recetas esgrimidas por la Cruz Roja para atenuar posibles situaciones catastróficas.
El subsecretario general de la Ficr, Matthias Schmale, recordó a EFE, como ejemplo de las diferencias que se pueden producir en situaciones similares, que "Chile y Haití sufrieron terremotos con muy poco tiempo de diferencia entre uno y otro", y los efectos fueron muy diferentes.
"En el país andino fue incluso de mayor magnitud, aunque no fue en la capital, pero se vio mucha menos destrucción y mucha menos muerte en Chile (que en Haití)", debido, según explicó, a "la mayor inversión en prevención de desastres y en soluciones de vivienda más seguras" por parte de Chile.
"Si tienes más recursos, invertirás más en prevención y estarás mejor preparado", concluyó Schmale en su exposición.
50% por ciento de los habitantes de barriadas en América Latina, África y Asia contraen enfermedades contagiosas.
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