POR JULIO ALGAÑARAZ
Hoy fue la última audiencia del juicio contra Paolo Gabriele, acusado de robar documentos pontificios. La sentencia se conocerá el sábado.
VATICANO. CORRESPONSAL - 03/10/12 - 11:21
El sábado el Tribunal de Justicia del Vaticano dictará la sentencia contra el mayordomo infiel Paolo Gabriele, de 46 años, acusado de hurto agravado, que podría ser condenado a cuatro años de prisión. Se espera que el Papa le conceda la gracia.
Hoy, en la tercera audiencia del juicio a "Paoletto", como lo llamaban todos, incluso con afecto el mismo Benedicto XVI, cuatro gendarmes pontificios declararon que en los allanamientos al apartamento del mayordomo en el Vaticano fueron encontrados "alrededor de mil documentos importantes", muchos de ellos originales con la firma del Papa.
Gabriele sustrajo los documentos de los apartamentos pontificios donde trabajaba y era uno de los allegados al Papa que forman la llamada Familia Pontificia, formada por los servidores de Benedicto XVI y su secretario personal, el poderoso monseñor alemán Georg Gaenswein.
El tribunal anunció que la cuarta audiencia tendrá lugar el sábado, cuando volverá a hablar el imputado Paolo Gabriele, se escucharán las arengas de la acusación y la defensa. Después el Tribunal de tres miembros togados, presidido por el juez Giuseppe della Torre, se retirará a deliberar la sentencia que sería anunciada al atardecer del mismo sábado 6.
El mismo día el Papa presidirá las ceremonias de apertura del Sínodo Mundial de Obispos dedicado este año a la evangelización. Cientos de episcopales y cardenales de todo el mundo están llegando a Roma y el Vaticano no quiere que la prolongación del proceso más inquietante en la historia moderna de la Santa Sede oscurezca la atención debida a la asamblea mundial.
Los cuatro gendarmes vaticanos que declararon hoy fueron Luca Cintia, Stefano De Santis, Silvano Carlo y Luca Bassetti, que participaron del arresto y la gestión de los 53 días de cárcel que transcurrió en una celda "Paoletto", desde que lo detuvieron al anochecer del 23 de mayo.
La audiencia de hoy se inició a las 9,30 (las 4,30 en la Argentina) y duró una hora y media.
Ayer, el mayordomo infiel denunció que había sido maltratado en los primeros veinte días que transcurrió en prisión, dentro de una celda "demasiado estrecha que no me dejaba estirar los brazos". También afirmó que los gendarmes mantenían encendida las 24 horas la luz de la pequeña celda. El portavoz vaticano aseguró que el tratamiento fue "humanitario" y que la luz encendida tenía el propósito de controlar que "Paoletto" no se autolesionara. "Se le suministró enseguida un antifaz oscuro para que la luz no le molestara", dijo ayer uno de los dos gendarmes que testimoniaron, junto con el secretario del Papa, monseñor Gaenswein, y una de las cuatro "memores", laicas del movimiento eclesial Comunión y Liberación con voto de castidad, pobreza y obediencia, que aseguran la limpieza y el orden en el apartamento pontificio.
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