El Pueblo Adventista es el único que tiene un mensaje integral:
Espiritual - Mensaje de Perdón Pecados y salvación eterna
Físico - Mensaje de Salud para el cuerpo
Mental - Mensaje de Salud para la mente
Dentro del mensaje de Reforma de Salud, el no consumo de carne es uno de los varios tópicos tales como:
Temperancia
Régimen alimenticio Saludable
Abstinencia de café, tabaco, alcohol, drogas, etc.
ADVERTENCIA:
Cuando en el contexto de este tema se habla de carne, se incluye la de cualquier animal terrestre, acuático y volátil (aves e insectos).
ESTE TEMA ESTÁ AGRUPADO EN 5 SECCIONES:
· SUSTENTO BÍBLICO
· SUSTENTO DEL EP
· CITAS DE NOTICIAS CIENTÍFICAS
· RESPUESTAS A OBJECIONES EN CUANTO AL CONSUMO DE CARNE
· CONCLUSIÓN
La siguiente cita es una declaración de Jesús. Cuando esta declaración fue hecha, Jesús se estaba refiriendo al AT, el cuál era lo único que conformaba la Biblia en este momento.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” Juan 5:39
Todo lo que está en las Sagradas Escrituras, tiene un propósito definido. Nada del contenido de la Biblia es superfluo. Tanto los relatos y declaraciones positivas como negativas tienen un propósito definido: dar a conocer al hombre su situación y la oportunidad de Dios.
En cada relato, en todas las situaciones presentadas, en cada actitud descrita, Dios tiene el propósito de presentarnos el carácter que tenemos que desarrollar, las situaciones que enfrentaremos y las decisiones que deberemos tomar y la consecuencia de ellas.
"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." (Romanos 15: 4)
El libro de Daniel es un libro escatológico, es decir, declara hechos para el tiempo del fin. Además de presentar a Jesús como Salvador y Gobernador, anuncia dos cosas:
Los acontecimientos futuros para el tiempo del fin,
Presenta cuál deberá ser el carácter, conducta, hábitos y actitudes de los hijos de Dios que vivan en el tiempo del fin.
Recuerde, cada declaración y suceso en la Biblia tiene un propósito. Por lo tanto, en el contexto escatológico de Daniel la siguiente cita, no es de inclusión casuística, tiene un propósito específico, contiene una enseñanza y el plan de Dios para sus hijos en el tiempo del fin.
“Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber”
Daniel 1:12
En el contexto escatológico de Daniel, Dios manifiesta su voluntad que sus hijos que vivan en el tiempo del fin, efectúen reformas alimenticias, como un medio de preparar tanto sus cuerpos como sus mentes para tener una mejor comunión con Dios y una clara compresión de su voluntad, su palabra y un correcto discernimiento de la verdad.
El libro de Daniel en su totalidad estaba sellado (Daniel 12:4), no solamente el contenido simbólico, sino la correcta aplicación de las historias también estaban selladas. Así como es importante conocer la interpretación de los sucesos finales, también es vital entender que por medio de las historias contenidas, se especifica el carácter, hábitos y actitudes de los hijos de Dios en el tiempo del fin.
Conforme a la comprensión integral, del Pueblo Adventista del Séptimo Día, del mensaje del evangelio, la salvación incluye los aspectos humanos y su interacción:
Cuerpo. Somos responsables ante Dios por el cuidado de nuestro cuerpo físico.
Mente. Dios espera y nos hace responsables por desarrollar una correcta disciplina y salud mentales.
Espiritualidad. La acción de las áreas física, mental y su interacción otros seres humanos y toda la creación, bajo la dirección de la voluntad de Dios, como resultado de una comunión permanente entre la criatura y el Creador.
Por lo tanto, Dios espera que hagamos reformas en todas las áreas. Cuando hablamos que es necesario que tengamos una madura y correcta espiritualidad, se debe entender que lo que eso significa es que la comunión diaria y continua que tengamos con Dios se traduzca en cambios de carácter, es decir, con qué me alimento, cómo y en qué pienso, que hablo, que hago, que me gusta, que me disgusta. Espiritualidad es vivir a Dios en nuestras vidas en lo que hago rutinaria y diariamente, tanto verticalmente (mi relación con Dios), como horizontalmente, con mis congéneres, y con migo mismo.
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”
(1 Corintios 10:31)
El concepto de que existe un propósito definido en cada declaración de las Sagradas Escrituras está declarado en:
“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” (1 Corintios 10: 11)
En el concepto de la cita anterior, debemos entender que el estilo de alimentación de Daniel, Ananías, Misael y Azarias, inspirado a ellos por Dios, en la corte Babilónica también tiene una aplicación escatológica, y que éste suceso no es casuístico sino deliberadamente intencional por parte de Dios, tal como se ha expuesto.
Dios desea que tengamos un desarrollo integralmente armonioso, tanto físico, como mental:
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
(3 Juan 1:2)
Por ello, entendemos que Dios también tiene derecho de manifestar su voluntad en cuanto a la regulación de la alimentación de nuestro cuerpo físico.
El Pueblo Adventista del Séptimo Día, ha llegado a la comprensión, desde hace 150 años, que existe una relación inseparable entre el cuerpo y la mente. La salud mental depende de la salud física y la salud física depende de la salud mental. La cita de Décimo Junio Juvenal (55-138 d.C) “mens sana in corpore sano” es una realidad que también debe ser: “corpore sano in mens sana”.
No podemos justificar ni explicar la conducta de Dios. Aunque es cierto que Dios mismo mandó comer de la carne de los sacrificios a los sacerdotes, y que el mismo Dios, Jesús, en su cuerpo ya glorificado, por razón de sus resurrección, comió carne, no es un justificativo para seguirlo haciendo ni mucho menos una contradicción con un régimen alimenticio reformado en el cuál, hoy, los hijos de Dios no incluyan carne. Dios ha colocado, en Daniel capítulo 1, el modelo alimenticio que deben seguir sus hijos del tiempo del fin.
Muchos tienen un concepto equivocado, por razón del método de conocimiento y educación progresivo de Dios, en cuanto a que Dios se equivocó en el pasado en sus declaraciones, a tal punto que algunas leyes Divinas se atribuyen a autoría de Moisés y no de Dios, para tratar de “entender o justificar” a Dios en asuntos que parecen ser contradictorios.
Físico - Mensaje de Salud para el cuerpo
Mental - Mensaje de Salud para la mente
Dentro del mensaje de Reforma de Salud, el no consumo de carne es uno de los varios tópicos tales como:
Temperancia
Régimen alimenticio Saludable
Abstinencia de café, tabaco, alcohol, drogas, etc.
ADVERTENCIA:
Cuando en el contexto de este tema se habla de carne, se incluye la de cualquier animal terrestre, acuático y volátil (aves e insectos).
ESTE TEMA ESTÁ AGRUPADO EN 5 SECCIONES:
· SUSTENTO BÍBLICO
· SUSTENTO DEL EP
· CITAS DE NOTICIAS CIENTÍFICAS
· RESPUESTAS A OBJECIONES EN CUANTO AL CONSUMO DE CARNE
· CONCLUSIÓN
La siguiente cita es una declaración de Jesús. Cuando esta declaración fue hecha, Jesús se estaba refiriendo al AT, el cuál era lo único que conformaba la Biblia en este momento.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” Juan 5:39
Todo lo que está en las Sagradas Escrituras, tiene un propósito definido. Nada del contenido de la Biblia es superfluo. Tanto los relatos y declaraciones positivas como negativas tienen un propósito definido: dar a conocer al hombre su situación y la oportunidad de Dios.
En cada relato, en todas las situaciones presentadas, en cada actitud descrita, Dios tiene el propósito de presentarnos el carácter que tenemos que desarrollar, las situaciones que enfrentaremos y las decisiones que deberemos tomar y la consecuencia de ellas.
"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." (Romanos 15: 4)
El libro de Daniel es un libro escatológico, es decir, declara hechos para el tiempo del fin. Además de presentar a Jesús como Salvador y Gobernador, anuncia dos cosas:
Los acontecimientos futuros para el tiempo del fin,
Presenta cuál deberá ser el carácter, conducta, hábitos y actitudes de los hijos de Dios que vivan en el tiempo del fin.
Recuerde, cada declaración y suceso en la Biblia tiene un propósito. Por lo tanto, en el contexto escatológico de Daniel la siguiente cita, no es de inclusión casuística, tiene un propósito específico, contiene una enseñanza y el plan de Dios para sus hijos en el tiempo del fin.
“Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber”
Daniel 1:12
En el contexto escatológico de Daniel, Dios manifiesta su voluntad que sus hijos que vivan en el tiempo del fin, efectúen reformas alimenticias, como un medio de preparar tanto sus cuerpos como sus mentes para tener una mejor comunión con Dios y una clara compresión de su voluntad, su palabra y un correcto discernimiento de la verdad.
El libro de Daniel en su totalidad estaba sellado (Daniel 12:4), no solamente el contenido simbólico, sino la correcta aplicación de las historias también estaban selladas. Así como es importante conocer la interpretación de los sucesos finales, también es vital entender que por medio de las historias contenidas, se especifica el carácter, hábitos y actitudes de los hijos de Dios en el tiempo del fin.
Conforme a la comprensión integral, del Pueblo Adventista del Séptimo Día, del mensaje del evangelio, la salvación incluye los aspectos humanos y su interacción:
Cuerpo. Somos responsables ante Dios por el cuidado de nuestro cuerpo físico.
Mente. Dios espera y nos hace responsables por desarrollar una correcta disciplina y salud mentales.
Espiritualidad. La acción de las áreas física, mental y su interacción otros seres humanos y toda la creación, bajo la dirección de la voluntad de Dios, como resultado de una comunión permanente entre la criatura y el Creador.
Por lo tanto, Dios espera que hagamos reformas en todas las áreas. Cuando hablamos que es necesario que tengamos una madura y correcta espiritualidad, se debe entender que lo que eso significa es que la comunión diaria y continua que tengamos con Dios se traduzca en cambios de carácter, es decir, con qué me alimento, cómo y en qué pienso, que hablo, que hago, que me gusta, que me disgusta. Espiritualidad es vivir a Dios en nuestras vidas en lo que hago rutinaria y diariamente, tanto verticalmente (mi relación con Dios), como horizontalmente, con mis congéneres, y con migo mismo.
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”
(1 Corintios 10:31)
El concepto de que existe un propósito definido en cada declaración de las Sagradas Escrituras está declarado en:
“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” (1 Corintios 10: 11)
En el concepto de la cita anterior, debemos entender que el estilo de alimentación de Daniel, Ananías, Misael y Azarias, inspirado a ellos por Dios, en la corte Babilónica también tiene una aplicación escatológica, y que éste suceso no es casuístico sino deliberadamente intencional por parte de Dios, tal como se ha expuesto.
Dios desea que tengamos un desarrollo integralmente armonioso, tanto físico, como mental:
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
(3 Juan 1:2)
Por ello, entendemos que Dios también tiene derecho de manifestar su voluntad en cuanto a la regulación de la alimentación de nuestro cuerpo físico.
El Pueblo Adventista del Séptimo Día, ha llegado a la comprensión, desde hace 150 años, que existe una relación inseparable entre el cuerpo y la mente. La salud mental depende de la salud física y la salud física depende de la salud mental. La cita de Décimo Junio Juvenal (55-138 d.C) “mens sana in corpore sano” es una realidad que también debe ser: “corpore sano in mens sana”.
No podemos justificar ni explicar la conducta de Dios. Aunque es cierto que Dios mismo mandó comer de la carne de los sacrificios a los sacerdotes, y que el mismo Dios, Jesús, en su cuerpo ya glorificado, por razón de sus resurrección, comió carne, no es un justificativo para seguirlo haciendo ni mucho menos una contradicción con un régimen alimenticio reformado en el cuál, hoy, los hijos de Dios no incluyan carne. Dios ha colocado, en Daniel capítulo 1, el modelo alimenticio que deben seguir sus hijos del tiempo del fin.
Muchos tienen un concepto equivocado, por razón del método de conocimiento y educación progresivo de Dios, en cuanto a que Dios se equivocó en el pasado en sus declaraciones, a tal punto que algunas leyes Divinas se atribuyen a autoría de Moisés y no de Dios, para tratar de “entender o justificar” a Dios en asuntos que parecen ser contradictorios.
El siguiente es un claro ejemplo de la manera progresiva que Dios trata con sus criaturas pecadoras, nos lleva de lo básico a lo complejo, del pecado a la santidad, de la ignorancia al conocimiento, de la simpleza a la sabiduría. En el AT, Dios y no Moisés como equivocadamente por conveniencia muchos argumentan,
Un paralelismo de crecimiento en conocimiento y obediencia:
“Estas son las leyes que les propondrás.”
(Éxodo 21:1)
“ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,”
Éxodo 21:24)
Dios estableció la Ley del Talión en el AT, y en el NT Dios “cambia” lo dicho con anterioridad:
“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;” (Mateo 5: 38-39)
Si aceptamos que Dios no cambia ni se equivoca, debemos entender el “cambio” en la Ley del Talión, como un crecimiento en actitud y carácter que Dios espera en sus hijos.
“ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,”
Éxodo 21:24)
Dios estableció la Ley del Talión en el AT, y en el NT Dios “cambia” lo dicho con anterioridad:
“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;” (Mateo 5: 38-39)
Si aceptamos que Dios no cambia ni se equivoca, debemos entender el “cambio” en la Ley del Talión, como un crecimiento en actitud y carácter que Dios espera en sus hijos.
“Más la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.” (Proverbios 4:18)
Dios nos lleva de la mano, paso a paso, de la ignorancia a la luz del conocimiento.
La primera dieta alimenticia establecida por Dios, en el Edén es en base a semillas y frutas:
“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.” (Génesis 1:29)
“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.” (Génesis 2:9)
Con razón de la entrada del pecado, Dios hace el primer cambio en la dieta alimenticia, introduciendo las plantas del campo como parte de la alimentación humana:
“Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.” (Génesis 3:18)
Luego del diluvio universal, Dios cambia por 2da vez la dieta alimenticia para el hombre:
“Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.” (Génesis 9:3)
¿Por qué Dios cambió la dieta alimenticia humana?
La razón:
24 porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos.
25 Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir. (Ezequiel 20)
No fue por razón que no hubiera suficiente alimento en una tierra arrasada y deformada por la inundación, Dios pudo haber hecho descender pan del cielo. La razón fue el ser humano, nuestra negativa a seguir la voluntad de Dios, a lo cual, por tolerancia, Dios permite, a causa de la necedad humana, a permitir el consumo de carne, no sin especificar cuáles carnes eran las menos perjudiciales (Levíticos 11), aun sabiendo que esto sería en detrimento de la salud y longevidad de los necios humanos.
Pero Dios habiendo pasado por alto esta necedad humana, nos da hoy el conocimiento apropiado para formar hábitos saludables en el área alimenticia, para que ello también redunde en una mejora de salud y aumento de capacidades intelectuales.
Cuando cualquiera que sea, intente afirmar o sugerir que lo dicho por Dios por intermedio de sus profetas es negociable o refutable, es preferible aceptar la declaración de Josafat:
“…Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.”
2 Crónicas 20:20
Es discutible lo dicho por cualquier teólogo, pero lo expresado por Dios en la Biblia o por medio de sus profetas no es para ser discutido, sino aceptado y obedecido.
Muchos hay que argumentan que las frutas y legumbres están contaminadas de diversas bacterias y elementos químicos perjudiciales para la salud. Pero quienes dicen esto para justificar el comer carne, olvidan que si los alimentos vegetales tienen este grado de contaminación, mayor es la contaminación de enfermedades y elementos perjudiciales que se encuentran en la carne de los animales que se consumen.
Obedezcamos a Dios y dejemos a Él las consecuencias.
¿COMER CARNE DE ANIMALES ES PECADO? ENCONTRAREMOS LA RESPUESTA EN ESTE TEMA.
Muchos, también tienen un concepto equivocado acerca de qué es carne. Muchos consideran que carne es solo la carne roja, y equivocadamente excluyen cualquier otro ser vivo como el pescado, mariscos, aves e insectos. Realmente, deberíamos abstenernos de todo lo que no está en la 2da dieta.
Los chinos y los instructores militares en sobre vivencia tienen un dicho: “Todo lo que se mueve se come” ¿De veras comería usted de todo?
Cuando cualquiera que sea, intente afirmar o sugerir que lo dicho por Dios por intermedio de sus profetas es negociable o refutable, es preferible aceptar la declaración de Josafat:
“…Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.”
2 Crónicas 20:20
Es discutible lo dicho por cualquier teólogo, pero lo expresado por Dios en la Biblia o por medio de sus profetas no es para ser discutido, sino aceptado y obedecido.
Muchos hay que argumentan que las frutas y legumbres están contaminadas de diversas bacterias y elementos químicos perjudiciales para la salud. Pero quienes dicen esto para justificar el comer carne, olvidan que si los alimentos vegetales tienen este grado de contaminación, mayor es la contaminación de enfermedades y elementos perjudiciales que se encuentran en la carne de los animales que se consumen.
Obedezcamos a Dios y dejemos a Él las consecuencias.
¿COMER CARNE DE ANIMALES ES PECADO? ENCONTRAREMOS LA RESPUESTA EN ESTE TEMA.
Muchos, también tienen un concepto equivocado acerca de qué es carne. Muchos consideran que carne es solo la carne roja, y equivocadamente excluyen cualquier otro ser vivo como el pescado, mariscos, aves e insectos. Realmente, deberíamos abstenernos de todo lo que no está en la 2da dieta.
Los chinos y los instructores militares en sobre vivencia tienen un dicho: “Todo lo que se mueve se come” ¿De veras comería usted de todo?
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