El presidente de la Confederación Indígena, Adolfo Chávez, dice que unos mil indígenas acogidos en varios pueblos tras la violenta represión de la marcha se están manifestando en Quiquibey, a más 200 kilómetros de La Paz
EFE / LA PAZ
Día 30/09/2011 - 19.43h
EFE.
Varios manifestantes leen un manifiesto
Los indígenas bolivianos dispersados por la Policía el domingo avanzaron este viernes en vehículos hasta el pueblo de Quiquibey, desde donde reanudarán su marcha a La Paz para exigir al presidente Evo Morales que paralice definitivamente la carretera que partirá en dos una reserva natural.
El presidente de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), Adolfo Chávez, dijo que unos mil indígenas acogidos en varios pueblos tras la violenta represión de la marcha se están reagrupando en Quiquibey, a más 200 kilómetros de La Paz, para seguir su caminata en una fecha aún no definida, y al mismo tiempo quiso «aclarar» que el domingo no se registraron muertos.
Chávez habló por teléfono desde el pueblo amazónico de San Borja, donde ayudaba a embarcar las dos últimas camionetas con indígenas, después del traslado de varios centenares en la madrugada, parte de los 1.500 que comenzaron la marcha el 15 de agosto en la ciudad nororiental de Trinidad.
«Es el inicio del reagrupamiento, el reencuentro de las tres columnas que quedaron después de ser dispersados», declaró Chávez. También adelantó que en Quiquibey se tomarán «un tiempo de espera» antes de volver a caminar, porque un grupo de diputados tiene previsto contactar con ellos para pedirles dialogar. Los indígenas anunciaron que no volverán a conversar con los ministros de Morales después de la brutal represión policial del domingo, que originó una oleada de protestas en toda Bolivia y la renuncia de dos ministros, un viceministro y otros altos cargos.
Chávez dijo que no es suficiente el anuncio de Morales de que suspende temporalmente las obras de la carretera en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), porque las etnias del lugar quieren una ley que garantice que nunca se hará la vía. Agregó que, tras una evaluación de la situación, puede confirmar que no hay víctimas mortales por el violento ataque policial, que el mismo Morales calificó de «imperdonable».
Dirigentes indígenas, la jerarquía católica y varios medios hablaron de muertos en los últimos días, pero no se ha confirmado ninguno, y Morales lo denuncia como otra conjura más contra él. «No hay muertos, eso es necesario aclarar», dijo Chávez, y explicó que la confusión se debe a que los indígenas, «en su desesperación», reportaron muertos porque vieron a niños y ancianos desmayados por los gases lacrimógenos lanzados por medio millar de policías contra un «campamento humilde, sin defensa alguna».
«El Gobierno debería agradecer a Dios y a nuestros ancestros que no hay tal fallecido. Pero eso marcó ese día, por la desesperación, y tampoco son culpables los medios de comunicación», agregó. «Los medios no han llevado los 'masking' (cintas adhesivas que los agentes usaron para maniatar y amordazar a manifestantes); los medios no han autorizado el traslado de las movilidades (vehículos); los medios no ataron a los hermanos marchistas, ni autorizaron que vayan los aviones (...), no hay sinceridad de parte del Gobierno», manifestó.
Morales y sus colaboradores reiteran que algunos medios exageraron y falsearon la represión policial del domingo. La ONU condenó «el uso excesivo e indiscriminado de la fuerza» contra la marcha, y asociaciones de prensa rechazaron las acusaciones del mandatario de que los medios son su «mejor opositor».
Fuente
.
No comments:
Post a Comment