Redacción BBC
A pesar de haberse desempeñado como primer ministro de Rusia durante los últimos cuatro años, analistas coinciden en que Vladimir Putin -quien asumió este lunes la presidencia de Rusia por tercera vez en una ceremonia celebrada en el Gran Palacio del Kremlin- nunca dejó de estar en el poder.
Mientras Dmitry Medvedev se desempeñó como presidente desde 2008 hasta 2012, Putin supo mantenerse como una figura dominante y siguió siendo el político más popular del país.
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"Después del caos en el país durante los años de Boris Yeltsin, Putin devolvió el orden y la prosperidad, además de renovar el prestigio internacional", explica Brenton.
Pero eso ya no es suficiente, dice el exdiplomático.
"La corrupción y la impunidad oficial han prosperado. Una nueva generación de rusos ahora demandan una prensa libre, un sistema político más honesto y una acción mucho más dura contra las autoridades públicas que los atacan e intimidan".
Autoridad
"Putin deberá procurar más estabilidad con el fin de conservar su legitimidad"
Sir Malcolm Rifkind, exsecretario de Defensa británico
Según Orlando Figes, profesor de historia en la Universidad de Londres, todo está listo para otra docena de años de "autoritarismo, clientelismo, corrupción y una peligrosa deriva política".
El académico considera que tras el paso de lo que él llama "12 años de Putinismo", la oposición todavía no es lo suficientemente grande ni organizada como para forzar un cambio real y las manifestaciones aún no representan un serio desafío a la autoridad política.
Sin embargo, "existe una sensación generalizada de que las cosas no pueden seguir como estaban -sobre todo entre las clases profesionales- y ello representa un importante punto de inflexión psicológica, que podría conducir a una situación revolucionaria si no se introducen reformas en el sistema".
El exsecretario de Defensa y Relaciones Exteriores del Reino Unido, Sir Malcolm Rifkind, coincide en que la presidencia de Medvedev produjo un ambiente intelectual que hizo que la gente se esperanzara con reformas y una amplia modernización.
"La falta de cumplimiento de esas promesas provocará dificultades durante esta siguiente fase. Putin deberá procurar más estabilidad con el fin de conservar su legitimidad".
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Brenton, por su parte, opina que Rusia ha llegado a una etapa previamente alcanzada por países de renta media como Chile, Corea, Turquía y México -por nombrar sólo algunos- en donde la batalla por la democracia es seria.
"Para quienes están acostumbrados a ejercer la autoridad, siempre es difícil ceder terreno. Pero eventualmente estas batallas tienen el mismo resultado", afirma.
"La verdadera prueba para Putin ahora, y lo que definirá su reputación en el futuro, es si se decidirá a ayudar a la historia o si, más bien, intentará interponerse en su camino", agrega.
Toma de posesión
Si completa su mandato de seis años, Putin se convertirá en el líder con más tiempo en el poder desde Stalin, explica el corresponsal de la BBC en Moscú, Steve Rosenberg.
En su breve discurso de aceptación, el nuevo mandatario dijo que Medvedev "había dado un nuevo impulso a la modernización y la transformación de Rusia", que debe continuar.
Entre la audiencia en el Kremlin este lunes se encontraba el expresidente soviético Mijail Gorbachov; el exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi y la viuda del primer presidente de Rusia, Naina Yeltsin.
Durante la ceremonia, cuyo costo se estimó en 20 millones de rublos (US$664.000), hubo una fuerte presencia policial que buscaba prevenir una manifestación como la del pasado domingo, en la que decenas de manifestantes -entre los que se encontraban destacados activistas de oposición- fueron detenidos.
Según los analistas, la manera en la que Putin se ocupe de la ola de protestas que estalló en diciembre pasado también será una prueba clave de su administración.
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