Sunday, June 23, 2013

La compensación del espía

¿Un Mundo Feliz?


David Cuen

BBC Mundo, @davidcuen


Miércoles, 19 de junio de 2013




Mucha tinta impresa y electrónica ha corrido respecto a los programas de la clicAgencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) para intervenir llamadas telefónicas y obtener correos electrónicos e historial de búsquedas de usuarios a través de clic los gigantes de internet.

Hasta ahora los elementos con los que contamos son clic las filtraciones hechas por Edward Snowden, clic las aclaraciones del gobierno de Estados Unidos y el Reino Unido y clic la posición de Google, Facebook, Apple, Yahoo y Microsoft que pasaron de la negación total de los hechos al reconocimiento parcial.

Con distintas tesituras y niveles de aceptación sabemos que hay un programa del gobierno de Estados Unidos -al que han accedido algunos gobiernos extranjeros-, que vigila y rastrea la actividad de algunos internautas (por ahora sólo nos enfocaremos en la red y no en las llamadas telefónicas).

Sus defensores alegan que ayuda a reforzar la seguridad de los países involucrados. Sus detractores opinan que es un ataque a la libertad de los internautas. ¿Y entonces cómo queda la red?



Puntos de seguridad

Las autoridades estadounidenses han pasado los últimos días poniendo el énfasis en el hecho de que gracias a programas como PRISM, su país es más seguro dado que permite identificar potenciales sospechosos y prevenir atentados.

En una reciente entrevista con la cadena pública estadounidense, PBS, el presidente Barack Obama trató de defender el programa de vigilancia en internet diciendo que se trataba de un sistema de compensaciones y ejemplificó diciendo: "Todos nosotros tomamos la decisión de pasar por varios puntos de seguridad en un aeropuerto cuando viajamos, lo cual no ocurría cuando crecimos. (...) No creo que nadie opine que hemos perdido libertad porque pasamos por esos puntos de seguridad".
El gobierno de EE.UU. ha dicho que la vigilancia ocurre sobre todo con internautas extranjeros y que para rastrear la actividad de un usuario estadounidense requieren la aprobación de un tribunal. Al preguntarle si alguna vez les han negado dicha autorización el mandatario sólo respondió que el número de peticiones es bajo y que no solicitan una orden judicial a menos que tengan una buena razón para ello.

En el fondo el gobierno parece estar apelando a la confianza de los internautas diciendo: 'Estamos haciendo esto por tu bien y no estamos abusando del sistema. Confía en nosotros. Es por tu seguridad'.

Pero hay quienes creen que la confianza no está servida.
¿Por cuánto tiempo?

Cory Doctorow -escritor y activista de internet- clic afirma que una vez que las autoridades interpretan a alguien como sospechoso, el estigma se queda ahí en forma permanente aunque la persona no cometa ningún crimen y pone el ejemplo de una persona detenida en Londres porque llevaba un abrigo en verano y dejó pasar un tren antes de intentar abordar otro.

Fue detenido, interrogado y aunque fue puesto en libertad, según Doctorow permanece en una base de datos de potenciales sospechosos y no puede obtener una visa para viajar.

Otros blogueros como Michael Arrington, fundador de TechCrunch, clic se preguntan en dónde están alojando los datos que rastrean y por cuánto tiempo. La información obtenida fuera de contexto en 10 o 20 años, argumenta, podría ser muy dañina para el usuario rastreado.

Por supuesto también hay quienes creen que el gobierno está haciendo lo correcto.




Las declaraciones de Snowden causaron conmoción en Estados Unidos.

John Bolton, exembajador de EE.UU. en la ONU clic cree que las filtraciones de Edward Snowden lo convierten en un traidor que amenaza la seguridad nacional de su país. Bolton argumenta que con las revelaciones Snowden le está dando a China autoridad moral para continuar con campañas de ciberespionaje -que China niega- y hacking a empresas de Estados Unidos.

Un editorial del diario Wall Street Journal clic también opina que en realidad el vigilar internet protege las libertades de los estadounidenses. Dicen que si ello no se hiciera y hubiera un atentado grave seguramente se impondrían más restricciones a la libertad de las personas.

"Prácticas como la extracción de datos salvan vidas y al hacerlo nos protegen contra intrusiones aún más graves en nuestras libertades individuales", dicen.

Curiosamente, el debate seguridad versus privacidad se ha dado principalmente en Estados Unidos a pesar de que el objetivo más importante de los programas de vigilancia -de acuerdo con las autoridades- es la vigilancia a extranjeros.

Mientras que en Estados Unidos requieren de una orden judicial, no hay barreras para monitorear la actividad de un usuario en cualquier otra parte del mundo.

Hasta ahora no he leído que haya un movimiento internacional contra PRISM o una reacción global. La gente sigue usando Google, Facebook, etcétera, a sabiendas de que potencialmente su actividad podría estar siendo vigilada.

Quizá sea así porque, como lo dijo Obama, se trata de un sistema de compensaciones. Recibo un servicio gratuito a cambio de que hagan con mis datos lo que quieran.

¿O no?

¿Cómo lo ven ustedes?




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