EZEQUIEL ABIU LOPEZ /AP | 3/3/2014, 9:02 a.m.
CARACAS, Venezuela - Miles de
personas, en su mayoría estudiantes universitarios, marcharon el domingo
contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro, al que califican de
"inútil", y por la noche la Guardia Nacional dispersó con gases
lacrimógenos a algunos manifestante de las protestas que durante las
últimas cuatro semanas han dejado 18 muertos y más de 260 heridos.
"Esto no es una lucha de ideologías, es el pueblo que salió a las calles contra el gobierno por ineficiente e inútil", dijo Juan Requesens, líder estudiantil de la Universidad Central de Venezuela, al dirigirse a la multitud congregada en una plaza del sector de clase media de Chacao, en el este de la capital.
Los estudiantes de ocho universidades privadas y públicas, madres y profesionales jóvenes partieron con banderas venezolanas, pancartas con mensajes antigobiernistas y gorras con los colores patrios desde cuatro puntos del este de Caracas y tras marchar varios cientos de metros se concentraron en una plaza del municipio Chacao, gobernado por la oposición.
"No hay leche, no hay pollo, aquí no hay ni un xxx", coreaban los manifestantes para quejarse de la escasez de alimentos básicos que afecta al país desde el año pasado, la inflación -que en enero alcanzaba 56% anual- y el alto índice de inseguridad, que con 79 muertes por cada 100.000 habitantes coloca a Venezuela como uno de los países con mayor tasa de homicidios.
Belissa Vegas, una administradora de empresas, madre de dos jóvenes universitarios y vecina de una zona residencial del este de Caracas, narró a la AP durante la manifestación que en 2011 vivió "horas horrorosas" cuando uno de sus hijos fue secuestrado y liberado tras el pago de un rescate.
Una de las marchas fue contra la escasez de productos básicos, que obliga a los habitantes, pobres y acomodados, a hacer largas filas en los centros comerciales y mercados subsidiados del gobierno para conseguir de manera racionada aceite, harina, arroz, papel higiénico, pollo y carne de res.
Con el lema "Caracas se moviliza", los estudiantes de la universidad privada Alejandro de Humboldt protestaron contra la supuesta censura que ejerce el gobierno sobre medios de comunicación. Uno de los alumnos de esa casa de estudios, Alejandro da Costa, murió de un balazo el 12 de febrero durante una protesta antigubernamental. Algunos de los manifestantes portaban cruces con los nombre de las víctimas.
Estudiantes de otras dos universidades marcharon contra la inseguridad, mientras que alumnos de otras dos universidades protestaron contra la impunidad y la corrupción.
"Me encantaría que se vayan" los principales funcionarios, dijo a la AP el publicista Roger Vargas, de 33 años, quien en la manifestación portaba una estatua parecida a los premios Oscar, pero con la boca tapada y manchas que simulaban sangre y una pancarta con el lema "nominados por traición a la patria", en referencia a Maduro y otros dirigentes del gobierno.
Consideró que el país "debe entender que el presidente es un gerente, que si no funciona, va pa' fuera por los medios que establece la ley".
Los manifestantes incluyeron en sus demandas el reclamo para que liberen a todos los estudiantes detenidos durante las protestas. "Que se cree una comisión de la verdad para juzgar a los responsables de las (18) muertes" durante las protestas, dijo a la AP, Francisco Matheus, estudiante de Derecho de 21 años.
Tras concluir la multitudinaria concentración, agentes de la Guardia Nacional dispersaron con gases lacrimógenos, música llanera y algunas declamaciones musicalizadas del ex presidente Hugo Chávez con alto volumen, a algunos manifestantes que colocaron barricadas incendiarias y lanzaron piedras y neumáticos en llamas en los alrededores de la plaza Francia, en el barrio residencial de Altamira.
"Mientras la policía siga matraquiando (exigiendo sobornos) y matándonos en la calle vamos a seguir" las protestas, aseguró a la AP uno de los manifestantes, que portaba una máscara para ocultar su rostro. Ramón Muchacho, alcalde de Chacao, dijo en Twitter que dos personas recibieron heridas de perdigón.
Por segunda noche consecutiva el centro de Caracas fue testigo el domingo de un estruendoso cacerolazo, convocado a través de las redes sociales. Desde azoteas de edificios y desde interior de sus apartamentos, vecinos del centro de la capital participaron en el denominado "cacerolazo nacional" contra el gobierno de Maduro.
Al tiempo que las protestas se realizaban al oriente de Caracas, la capital venezolana estaba aletargada por un largo feriado de siete días, que incluye tres jornadas del carnaval y dos días de descanso decretados por el gobierno para conmemorar el aniversario 25 del movimiento popular conocido como "el caracazo" y en espera del primer aniversario de la muerte de Chávez, el 5 de marzo.
"La felicidad vencerá a los amargados", dijo el domingo el presidente Maduro al acudir a un centro de recreación en una urbanización popular en el sur de Caracas. "Ha vencido el pueblo de Venezuela porque ha vencido la felicidad y la paz".
De forma paralela a las manifestaciones, el gobierno desplegó un amplio operativo para que la población saliera de Caracas como parte de largo asueto.
Miles de personas salieron el fin de semana en sus vehículos o en autobuses del gobierno hacia las playas cercanas a la capital, otras miles acudieron a fiestas de carnaval celebradas por las autoridades en las principales plazas caraqueñas, donde sensuales bailarinas con escasa ropa y coloridas plumas deleitaban a los asistentes, mientras los niños disfrutaban de juegos inflables.
Los mercados del gobierno también instalaron puestos en la céntrica Plaza Caracas, donde cientos de personas hacían largas filas para comprar productos básicos a precios subsidiados, comprobó la AP.
Maduro, de 51 años, ha insistido que las protestas contra su gobierno representan "un golpe de Estado continuado" de la "derecha fascista" apoyada por Estados Unidos. Se trata de la primera crisis que enfrenta el mandatario desde que asumió la presidencia en abril de 2013.
El 26 de febrero Maduro encabezó en la sede del gobierno una conferencia por la paz en la que representantes del sector privado insistieron que el país atraviesa por una situación económica difícil y que requiere cambios. A la reunión no asistieron los representantes de la oposición.
Muchacho, alcalde de Chacao y que participó en la protesta del domingo, explicó a la AP que no puede sentarse a negociar con Maduro si el gobierno no da señales que no habrá represión en las manifestaciones.
El viernes por la noche hubo un violento incidente en Altamira, zona de clase media alta, cuando decenas de manifestantes comenzaron a lanzar bombas incendiarias, piedras y botellas contra los agentes de la Guardia Nacional que custodiaban la zona. En el incidente resultaron heridas por pedigones cuatro personas y más de 40 personas fueron detenidas y liberadas 36 horas después.
El Ministerio Público aseguró el domingo en un comunicado que liberó a una italiana y a un portugués detenidos en los incidentes del viernes, y presentó cargos contra 41 personas, entre ellos dos menores, por posesión de "sustancias incendiarias, instigación pública, obstaculización de vías públicas y ultraje a funcionario público".
En otras zonas de Venezuela, como la industrial ciudad de Valencia, al oeste de la capital, Mérida y San Cristóbal, cerca de la frontera con Colombia, los manifestantes mantienen desde hace varios días barricadas y obstáculos para impedir el ingreso de los militares, policías y grupos afines al gobierno.
"Esto no es una lucha de ideologías, es el pueblo que salió a las calles contra el gobierno por ineficiente e inútil", dijo Juan Requesens, líder estudiantil de la Universidad Central de Venezuela, al dirigirse a la multitud congregada en una plaza del sector de clase media de Chacao, en el este de la capital.
Los estudiantes de ocho universidades privadas y públicas, madres y profesionales jóvenes partieron con banderas venezolanas, pancartas con mensajes antigobiernistas y gorras con los colores patrios desde cuatro puntos del este de Caracas y tras marchar varios cientos de metros se concentraron en una plaza del municipio Chacao, gobernado por la oposición.
"No hay leche, no hay pollo, aquí no hay ni un xxx", coreaban los manifestantes para quejarse de la escasez de alimentos básicos que afecta al país desde el año pasado, la inflación -que en enero alcanzaba 56% anual- y el alto índice de inseguridad, que con 79 muertes por cada 100.000 habitantes coloca a Venezuela como uno de los países con mayor tasa de homicidios.
Belissa Vegas, una administradora de empresas, madre de dos jóvenes universitarios y vecina de una zona residencial del este de Caracas, narró a la AP durante la manifestación que en 2011 vivió "horas horrorosas" cuando uno de sus hijos fue secuestrado y liberado tras el pago de un rescate.
Una de las marchas fue contra la escasez de productos básicos, que obliga a los habitantes, pobres y acomodados, a hacer largas filas en los centros comerciales y mercados subsidiados del gobierno para conseguir de manera racionada aceite, harina, arroz, papel higiénico, pollo y carne de res.
Con el lema "Caracas se moviliza", los estudiantes de la universidad privada Alejandro de Humboldt protestaron contra la supuesta censura que ejerce el gobierno sobre medios de comunicación. Uno de los alumnos de esa casa de estudios, Alejandro da Costa, murió de un balazo el 12 de febrero durante una protesta antigubernamental. Algunos de los manifestantes portaban cruces con los nombre de las víctimas.
Estudiantes de otras dos universidades marcharon contra la inseguridad, mientras que alumnos de otras dos universidades protestaron contra la impunidad y la corrupción.
"Me encantaría que se vayan" los principales funcionarios, dijo a la AP el publicista Roger Vargas, de 33 años, quien en la manifestación portaba una estatua parecida a los premios Oscar, pero con la boca tapada y manchas que simulaban sangre y una pancarta con el lema "nominados por traición a la patria", en referencia a Maduro y otros dirigentes del gobierno.
Consideró que el país "debe entender que el presidente es un gerente, que si no funciona, va pa' fuera por los medios que establece la ley".
Los manifestantes incluyeron en sus demandas el reclamo para que liberen a todos los estudiantes detenidos durante las protestas. "Que se cree una comisión de la verdad para juzgar a los responsables de las (18) muertes" durante las protestas, dijo a la AP, Francisco Matheus, estudiante de Derecho de 21 años.
Tras concluir la multitudinaria concentración, agentes de la Guardia Nacional dispersaron con gases lacrimógenos, música llanera y algunas declamaciones musicalizadas del ex presidente Hugo Chávez con alto volumen, a algunos manifestantes que colocaron barricadas incendiarias y lanzaron piedras y neumáticos en llamas en los alrededores de la plaza Francia, en el barrio residencial de Altamira.
"Mientras la policía siga matraquiando (exigiendo sobornos) y matándonos en la calle vamos a seguir" las protestas, aseguró a la AP uno de los manifestantes, que portaba una máscara para ocultar su rostro. Ramón Muchacho, alcalde de Chacao, dijo en Twitter que dos personas recibieron heridas de perdigón.
Por segunda noche consecutiva el centro de Caracas fue testigo el domingo de un estruendoso cacerolazo, convocado a través de las redes sociales. Desde azoteas de edificios y desde interior de sus apartamentos, vecinos del centro de la capital participaron en el denominado "cacerolazo nacional" contra el gobierno de Maduro.
Al tiempo que las protestas se realizaban al oriente de Caracas, la capital venezolana estaba aletargada por un largo feriado de siete días, que incluye tres jornadas del carnaval y dos días de descanso decretados por el gobierno para conmemorar el aniversario 25 del movimiento popular conocido como "el caracazo" y en espera del primer aniversario de la muerte de Chávez, el 5 de marzo.
"La felicidad vencerá a los amargados", dijo el domingo el presidente Maduro al acudir a un centro de recreación en una urbanización popular en el sur de Caracas. "Ha vencido el pueblo de Venezuela porque ha vencido la felicidad y la paz".
De forma paralela a las manifestaciones, el gobierno desplegó un amplio operativo para que la población saliera de Caracas como parte de largo asueto.
Miles de personas salieron el fin de semana en sus vehículos o en autobuses del gobierno hacia las playas cercanas a la capital, otras miles acudieron a fiestas de carnaval celebradas por las autoridades en las principales plazas caraqueñas, donde sensuales bailarinas con escasa ropa y coloridas plumas deleitaban a los asistentes, mientras los niños disfrutaban de juegos inflables.
Los mercados del gobierno también instalaron puestos en la céntrica Plaza Caracas, donde cientos de personas hacían largas filas para comprar productos básicos a precios subsidiados, comprobó la AP.
Maduro, de 51 años, ha insistido que las protestas contra su gobierno representan "un golpe de Estado continuado" de la "derecha fascista" apoyada por Estados Unidos. Se trata de la primera crisis que enfrenta el mandatario desde que asumió la presidencia en abril de 2013.
El 26 de febrero Maduro encabezó en la sede del gobierno una conferencia por la paz en la que representantes del sector privado insistieron que el país atraviesa por una situación económica difícil y que requiere cambios. A la reunión no asistieron los representantes de la oposición.
Muchacho, alcalde de Chacao y que participó en la protesta del domingo, explicó a la AP que no puede sentarse a negociar con Maduro si el gobierno no da señales que no habrá represión en las manifestaciones.
El viernes por la noche hubo un violento incidente en Altamira, zona de clase media alta, cuando decenas de manifestantes comenzaron a lanzar bombas incendiarias, piedras y botellas contra los agentes de la Guardia Nacional que custodiaban la zona. En el incidente resultaron heridas por pedigones cuatro personas y más de 40 personas fueron detenidas y liberadas 36 horas después.
El Ministerio Público aseguró el domingo en un comunicado que liberó a una italiana y a un portugués detenidos en los incidentes del viernes, y presentó cargos contra 41 personas, entre ellos dos menores, por posesión de "sustancias incendiarias, instigación pública, obstaculización de vías públicas y ultraje a funcionario público".
En otras zonas de Venezuela, como la industrial ciudad de Valencia, al oeste de la capital, Mérida y San Cristóbal, cerca de la frontera con Colombia, los manifestantes mantienen desde hace varios días barricadas y obstáculos para impedir el ingreso de los militares, policías y grupos afines al gobierno.
Fuente
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