El líder mundial de la Iglesia Anglicana dijo que con el Vaticano tienen un proyecto mundial de lucha contra el tráfico de personas.
por Cristina Cifuentes
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, tiene un perfil bastante singular. Poco después de cumplir 30 años y cuando era un exitoso ejecutivo petrolero británico educado en instituciones de elite, como el colegio Eton y la Universidad de Cambridge, decidió darle un giro radical a su vida: cambió el traje de oficina por el de sacerdote de la Iglesia Anglicana, donde desde 2013 ejerce como su líder espiritual. De visita en Chile para participar de un encuentro con otras iglesias y líderes locales para conversar sobre “El rol de la fe en el progreso de la sociedad”, sostuvo reuniones bilaterales con el obispo Héctor Zavala y los prelados de la provincia sudamericana. En conversación con La Tercera analizó la situación de la Iglesia Anglicana y se refirió a su relación con la Iglesia Católica.
¿Cuáles son los desafíos de la Iglesia Anglicana?
A nivel global la Iglesia está creciendo de forma muy rápida y el gran desafío que tenemos es que estamos presentes en 165 países, con 15 mil idiomas y 5.000 culturas, en todas partes, desde Washington D.C. hasta en la selva. Nuestro desafío es cómo mantener unido algo que está ampliamente extendido en el mundo. No creo que el número de gente que no es religiosa haya aumentado. Creo que eso ocurre en ciertos países, pero he visto en otros donde ocurre el fenómeno opuesto.
¿Cuál es la situación de la Iglesia Anglicana en América Latina y en Chile?
Obviamente es una iglesia minoritaria, la más grande es la Católica. Sin embargo, ha habido mucho crecimiento en los últimos 20 a 30 años, especialmente en las áreas rurales de Centroamérica. En general la Iglesia está en un buen momento y tiene muchos desafíos, como ayudar a reducir la pobreza. La Iglesia está creciendo, especialmente en Chile y en países como Perú, Paraguay y Argentina.
¿Cómo evalúa la relación con la Iglesia Católica?
Ha variado a lo largo de los años, pero ya me he reunido con el Papa Francisco dos veces, una vez a mediados del año pasado y la otra este año. Y tenemos diferencias importantes de entendimiento en algunas áreas, pero yo diría que la relación es más fuerte y se ha vuelto más fuerte en los últimos 40 años. Tenemos un proyecto en común inmenso que es a nivel global en contra del tráfico humano, de la esclavitud moderna. Y en países como Chile, donde hay una mayoría católica, la relación es muy buena, es cálida.
¿Se dañó la relación cuando hubo miembros tanto de la Iglesia Anglicana como la Católica que dejaron una y se fueron a la otra?
No se afectó en lo absoluto.
¿Cómo evalúa el pontificado del Papa Francisco?
Creo que es extraordinariamente emocionante, lleno de energías. Es una persona maravillosa, su liderazgo de la Iglesia Católica ha inspirado a las iglesias en muchas naciones que siguen a Jesucristo. Ha sido un gran regalo de Dios, no sólo para la Iglesia Católica, sino que también para todas las iglesias.
¿Cómo enfrentará el tema de la ordenación de mujeres obispo, considerando que hay muchos países en América Latina y en Africa, por ejemplo, que se oponen?
En la Iglesia Anglicana hay diferentes opiniones, por ejemplo en Brasil lo apoyan, pero en Chile están en contra. Es uno de esos temas en que existen desacuerdos y tenemos que aprender a estar en desacuerdo y al mismo tiempo seguir colaborando y trabajando juntos. Ese es el objetivo de un gran desacuerdo.
¿Cree que el rol del monarca de Inglaterra en la Iglesia Anglicana debe cambiar?
El rol del monarca sólo afecta en forma directa a la Iglesia de Inglaterra. Ese es el único país en el mundo en donde la reina es la gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra. No creo que exista un deseo de cambiar eso en la actualidad en Reino Unido. La reina y su familia colaboran con la iglesia y en su rol de ninguna forma se relaciona con hacer innovaciones a la iglesia, sino que su papel radica en apoyarla.
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