La agencia federal sí criticó a Clinton y sus empleados por ser “extremadamente descuidados” con el manejo de la correspondencia electrónica cuando fue secretaria de Estado
El director del FBI, James Comey, dijo que la agencia "no puede mantener a la gente bajo investigación de manera indefinida".
Foto: Getty
Por: María Peña 05 Julio 2016
WASHINGTON.- Hillary Clinton fue “extremadamente descuidada” con el uso de un servidor personal para su correspondencia y el manejo de documentos secretos, pero la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dijo este martes que no recomendará cargos criminales contra la ahora virtual candidata presidencial demócrata.
El anuncio del director del FBI, James Comey, puso colofón a una investigación de casi dos años en la que la agencia federal pasó por el tamiz unos 30,000 correos electrónicos que Clinton entregó al Departamento de Estado en 2014.
La noticia fue un bálsamo para la campaña de Clinton, que ha tenido que desviar parte de su atención y recursos al asunto, acusando a sus detractores de politizar una práctica usada por otros funcionarios públicos.
El portavoz de la campaña de Clinton, Brian Fallon, expresó satisfacción con la decisión del FBI de que “ninguna otra acción por el Departamento de Justicia es adecuada”.
“Como ya ha dicho la Secretaria (Clinton) varias veces, fue un error utilizar su correo electrónico personal y ella no lo haría de nuevo. Estamos encantados de que este asunto ya está resuelto”, puntualizó Fallon.
Pero el anuncio también sirvió como un balde de agua fría para legisladores y grupos republicanos que, en aras de torpedear la campaña electoral de Clinton, presionaban para que ésta recibiera cargos criminales.
Según Comey, de ese total de correos electrónicos –enviados desde varios servidores y dispositivos-, 110 contenían material clasificado cuando fueron recibidos o enviados, pese a que durante toda la investigación Clinton insistió en que nunca envió o recibió este tipo de documentos.
Un desglosado de los documentos, según las categorías de sensibilidad, determinó que de los 110 “emails”, ocho contenían información “altamente secreta”, otros 36 tenían información “secreta”, y ocho tenían información “confidencial”, mientras que 2,000 fueron posteriormente elevados por el FBI a nivel de “confidencial”.
Aunque el FBI no encontró “pruebas claras” de que Clinton o sus empleados tenían la intención de violar estatutos federales sobre el manejo de información clasificada, “hay información de que ellos fueron extremadamente descuidados con su manejo de información muy sensible y altamente clasificada”, dijo Comey.
“Potencial violación de estatutos”
Si bien ese “descuido” puede constituir una “potencial violación” de los estatutos, “ningún fiscal razonable” lo usaría para presentar cargos criminales, explicó el director del FBI, quien subrayó que la diferencia entre este y otros casos similares es que ésos implicaron el mal manejo “intencional” de información secreta.
Agregó que tampoco hay “pruebas directas” de que el servidor personal de Clinton, con sus distintas configuraciones desde 2009, fue sujeto a ataques de “piratas informáticos”.
Comey subrayó, no obstante, que aún si un documento no lleva el sello de “secreto”, es deber de todo funcionario que recibe información clasificada protegerla.
Ataques republicanos
El virtual candidato presidencial republicano, Donald Trump, de inmediato atacó la decisión del FBI, afirmando en su cuenta en Twitter que el sistema está “amañado” y que “es muy injusto” que Clinton se haya salido con la suya.
“El director del FBI dijo que la corrupta de Hillary comprometió nuestra seguridad nacional. No hay cargos. Wow!”, dijo Trump.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, también se sumó al coro de denuncias, al señalar que “nadie debería estar por encima de la ley”, y que la decisión del FBI “sentará un precedente terrible”.
Bob Salera, un funcionario del Comité Nacional Congresional Republicano (NRCC), dijo que, a su juicio, la investigación del FBI dejó en claro que Clinton estaba más preocupada por ocultar información al público que con la protección de la seguridad nacional.
“El pueblo estadounidense no confía en Hillary Clinton, y los candidatos (demócratas) en la boleta que apoyan su campaña ampliamente impopular y plagada de escándalo pagaron el precio en noviembre”, argumentó Salera.
Antes del anuncio de hoy, los republicanos también habían atacado la decisión de la fiscal general, Loretta Lynch, de no distanciarse del caso pese a que ella se reunió con el expresidente Bill Clinton hace una semana en una pista de aterrizaje en Phoenix (Arizona), lo que dio pie a críticas sobre un presunto conflicto de interés.
Consciente de la tormenta política que su decisión provocaría, Comey ofreció garantías de que la investigación del FBI, que incluyó una reunión privada con Clinton el sábado pasado, se hizo “de forma honesta, competente e independiente”.
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