Lola González
20 diciembre, 2017
Obispos católicos y líderes anglicanos, luteranos u ortodoxos han firmado una carta abierta en la que recuerdan que la diferencia sexual “no es un accidente o un defecto” sino “un regalo de Dios” y advierten de que se perjudica especialmente a los niños cuando se les dice que pueden ‘cambiar’ su sexo.
“La ideología de género daña a individuos y sociedades al sembrar confusión.” Esta es una de las afirmaciones recogidas en una carta abierta firmada por obispos católicos y otros líderes religiosos de Estados Unidos -entre los que se encuentran anglicanos, luteranos y ortodoxos- en la que se advierte sobre la ideología de género y se defiende el valor del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y la bondad de la creación.
“Unimos nuestras voces en uno de los preceptos más fundamentales de nuestra existencia compartida, a saber, que los seres humanos son hombres o mujeres y que la realidad sociocultural del género no puede separarse del sexo de uno como hombre o mujer”, reivindican. “Creemos que Dios creó a cada persona, hombre o mujer; por lo tanto, la diferencia sexual no es un accidente o un defecto; es un regalo de Dios.”
El mensaje de los líderes religiosos estadounidenses es una advertencia de los peligros que comporta la ideología de género, especialmente para los niños: “Se perjudica especialmente a los niños cuando se les dice que pueden ‘cambiar’ su sexo o, más aún, se les dan hormonas que afectarán a su desarrollo”.
En esta carta abierta también se insiste en que el malestar de una persona con su sexo, o el deseo de ser identificado con el otro sexo, “es una realidad complicada que debe abordarse con sensibilidad y verdad“. “Cada persona merece ser escuchada y tratada con respeto; es nuestra responsabilidad responder a sus preocupaciones con compasión, misericordia y honestidad.”
El documento también contiene una advertencia sobre el movimiento actual que impulsa la “falsa idea de que un hombre puede ser o convertirse en mujer o viceversa”. Un movimiento que los firmantes han calificado de “profundamente preocupante” y que, según denuncian, obliga a las personas “a ir contra la razón” y “a estar de acuerdo con algo que no es cierto” o enfrentar el ridículo, la marginación y otras formas de represalias.
Tras señalar los daños que provoca la ideología de género, los líderes religiosos indican que el propio estado tiene “un interés apremiante” en mantener políticas que defiendan el hecho científico de la biología humana y que apoyen las instituciones y normas sociales que lo rodean.
“Pedimos políticas que defiendan la verdad de la identidad sexual de una persona como hombre o mujer, y la privacidad y seguridad de todos”, reivindican, al tiempo que muestran su esperanza en “una apreciación renovada de la belleza de la diferencia sexual en nuestra cultura” y “un apoyo auténtico a quienes experimentan conflictos con la identidad sexual que Dios les ha dado”.
La carta cuenta con las firmas del arzobispo Charles Chaput de Filadelfia, el Obispo James Conley de Lincoln, el arzobispo Joseph E. Kurtz de Louisville o el obispo Joseph C. Bambera de Scranton.
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