ASUNCIÓN (AFP) — Una tercera mujer que asegura tener un hijo del presidente y ex obispo católico Fernando Lugo apareció este miércoles en Paraguay, en medio del convulsionado ambiente que rodea al mandatario y que le obligó a suspender un viaje a Washington para atender "asuntos de Estado".
Damiana Hortensia Morán Amarilla, de 39 años, expresó que su hijo Juan Pablo, de un año y cuatro meses de edad, "es fruto de una relación con Fernando Lugo, pero una relación impulsada por un gran amor, de una entrega total".
En declaraciones este miércoles al diario ABC, Morán sostuvo que nunca pensó en denunciar a Lugo ni en reclamarle nada porque su niño, bautizado según ella con ese nombre en honor al papa Juan Pablo II, es fruto de un amor incondicional.
La mujer, ex coordinadora de la Pastoral Social de la Diócesis de San Lorenzo, dijo que accedió a revelar su relación con el presidente al solo efecto de que se sepa la verdad.
"Es una gran satisfacción haber descubierto un amor sin pedir nada, desinteresado y solamente tener la inspiración de una entrega, pero valorada; una entrega, pero significativa. Para mí no es una cuestión propagandística, no es marketing, para mí es solo la verdad, la realidad", enfatizó.
La tercera mujer que asegura haber concebido una criatura con el gobernante paraguayo se desempeña hoy como directora de una guardería y comedor para niños de escasos recursos, en Capiatá, un sector pobre de las afueras de Asunción.
Dijo ser divorciada desde hace cinco años, luego de un matrimonio de 17 años que le dejó dos hijos, hoy con 21 y 20 años, respectivamente.
Morán relató que su relación con Lugo comenzó hace cinco años y que se intensificó durante la campaña electoral que el 20 de abril de 2008 catapultó al ex obispo a la presidencia.
"Lo que puedo sostener es que fue una gran entrega y que fue una explosión de sentimientos; y, por esas cosas de Dios y de la vida, nació un fruto, que es Juan Pablo", continuó Morán, quien dijo que siempre vio al actual mandatario como hombre a pesar de que le parecía que eso estaba mal.
La mujer explicó que Lugo llegó a verla en lugares públicos cuando tenía dos a tres meses de embarazo, pero ella después se apartó para no obstaculizar su candidatura. Sin embargo, al acceder Lugo a la Presidencia, ella se vio obligada a darle señales.
Reiteró que no le reclama nada al ya controvertido ex obispo católico, ni siquiera el apellido porque, dijo, "hay grandes intereses de grupos mafiosos que quieren tergiversar y desviar, por eso quiero hablar de este gran amor".
"Comprendo su situación y su circunstancia, y por eso respeto ese sentimiento y por eso no pido absolutamente nada", subrayó Morán.
Lugo reconoció como suyo hace poco más de una semana al niño Guillermo Armindo, de casi 2 años, fruto de su unión extramarital con Viviana Carrillo, de 26 años.
Su admisión pública de paternidad impulsó el lunes a una segunda mujer, Benigna Leguizamón, ex limpiadora de la diócesis de San Pedro (400 km al norte de Asunción), a exigirle el reconocimiento de su hijo Lucas Fernando, de 6 años.
Leguizamón anunció que reclamará la prueba de ADN por vía judicial luego de frustrarse un acuerdo extra tribunalicio con los abogados del jefe de Estado el martes.
Lugo se desempeñó como obispo de San Pedro hasta el 11 de enero de 2005, pero siguió con el hábito religioso hasta el 18 de diciembre de 2007, cuando renunció para postularse a la Presidencia.
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