23/11 · 23:06 · MADIRD/EFE
El cardenal Antonio María Rouco Varela. · Autor: KOTE RODRIGO/EFE
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, denunció ayer que la vigente regulación de la enseñanza religiosa en la escuela no se adecúa a lo previsto en el acuerdo sobre Educación y Asuntos Culturales entre la Santa Sede y España.
Así lo manifestó durante la apertura de la XCIV Asamblea Plenaria de la CEE, en un discurso centrado en la celebración del Año sacerdotal, la crisis económica y en los “graves problemas” que aquejan al sistema educativo español.
El cardenal-arzobispo de Madrid ha aprovechado su intervención para dar la bienvenida al nuevo Nuncio Apostólico en España, Monseñor Renzo Fratini, al que ha ofrecido el apoyo de la Conferencia Episcopal.
Rouco Varela mostró su preocupación por la asignatura de Educación para la ciudadanía y pidió que se imparta como “materia de formación estrictamente cívico-jurídica y no de formación moral y de visión del hombre, fórmula típica de una enseñanza ideológica y adoctrinadora”, dijo.
Abogó, además, por un “pacto escolar” dentro del marco del artículo 27 de la Constitución, que garantiza la educación para todos y la libertad de enseñanza, y que “ha sido desarrollado muy provechosamente por la doctrina del Tribunal Constitucional”, y consideró que con voluntad “podría ser una realidad fecunda para el futuro de la educación en España”.
Para el presidente de la CEE, problemas actuales del sistema educativo como el alto fracaso escolar, la “creciente” indisciplina y violencia en las aulas, la pérdida de autoridad de los profesores y una educación sexual impartida sin criterios morales “deben ser revisados con criterios de eficacia pedagógica”.
El arzobispo de Madrid se refirió también en su discurso a la crisis moral y económica que atraviesa la sociedad, que “debería convertirse en ocasión para abordar a fondo la situación de la familia humana”.
“El falso señuelo del capitalismo y del hedonismo afecta a todos los seres humanos en los más diversos contextos culturales y geográficos”, según Rouco Varela, quien recordó que las medidas concretas que ha propuesto el Papa Benedicto XVI para superar la crisis económica “se encuadran siempre en el gran objetivo de salvaguardar el primer capital social, que es el ser humano”.
Según explicó, esto implica “huir tanto de la ideología del mercado autorregulado como del Estado planificador de todo: el binomio exclusivo mercado-Estado corroe la sociabilidad”.
La atención preferente a ese capital social exige, a juicio del cardenal Rouco Varela, “poner en el centro de atención y preocupación de la política social la apertura a la vida y el respeto de la ecología humana”.
En el marco del Año sacerdotal, inaugurado por el Papa el pasado 19 de junio, el arzobispo de Madrid subrayó que de la renovación de los sacerdotes depende en gran medida la renovación de la vida de la Iglesia y, por tanto, también de toda la sociedad.
El cardenal Rouco ha reconocido que los sacerdotes son menos y tienen más edad que hace algunos años –la media en España es de 63,30 años y en algunas zonas llega hasta los 72 años–, unas cifras que “deben hacer reflexionar” y estimular para “adoptar decisiones adecuadas”.
El cardenal Antonio María Rouco Varela. · Autor: KOTE RODRIGO/EFE
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, denunció ayer que la vigente regulación de la enseñanza religiosa en la escuela no se adecúa a lo previsto en el acuerdo sobre Educación y Asuntos Culturales entre la Santa Sede y España.
Así lo manifestó durante la apertura de la XCIV Asamblea Plenaria de la CEE, en un discurso centrado en la celebración del Año sacerdotal, la crisis económica y en los “graves problemas” que aquejan al sistema educativo español.
El cardenal-arzobispo de Madrid ha aprovechado su intervención para dar la bienvenida al nuevo Nuncio Apostólico en España, Monseñor Renzo Fratini, al que ha ofrecido el apoyo de la Conferencia Episcopal.
Rouco Varela mostró su preocupación por la asignatura de Educación para la ciudadanía y pidió que se imparta como “materia de formación estrictamente cívico-jurídica y no de formación moral y de visión del hombre, fórmula típica de una enseñanza ideológica y adoctrinadora”, dijo.
Abogó, además, por un “pacto escolar” dentro del marco del artículo 27 de la Constitución, que garantiza la educación para todos y la libertad de enseñanza, y que “ha sido desarrollado muy provechosamente por la doctrina del Tribunal Constitucional”, y consideró que con voluntad “podría ser una realidad fecunda para el futuro de la educación en España”.
Para el presidente de la CEE, problemas actuales del sistema educativo como el alto fracaso escolar, la “creciente” indisciplina y violencia en las aulas, la pérdida de autoridad de los profesores y una educación sexual impartida sin criterios morales “deben ser revisados con criterios de eficacia pedagógica”.
El arzobispo de Madrid se refirió también en su discurso a la crisis moral y económica que atraviesa la sociedad, que “debería convertirse en ocasión para abordar a fondo la situación de la familia humana”.
“El falso señuelo del capitalismo y del hedonismo afecta a todos los seres humanos en los más diversos contextos culturales y geográficos”, según Rouco Varela, quien recordó que las medidas concretas que ha propuesto el Papa Benedicto XVI para superar la crisis económica “se encuadran siempre en el gran objetivo de salvaguardar el primer capital social, que es el ser humano”.
Según explicó, esto implica “huir tanto de la ideología del mercado autorregulado como del Estado planificador de todo: el binomio exclusivo mercado-Estado corroe la sociabilidad”.
La atención preferente a ese capital social exige, a juicio del cardenal Rouco Varela, “poner en el centro de atención y preocupación de la política social la apertura a la vida y el respeto de la ecología humana”.
En el marco del Año sacerdotal, inaugurado por el Papa el pasado 19 de junio, el arzobispo de Madrid subrayó que de la renovación de los sacerdotes depende en gran medida la renovación de la vida de la Iglesia y, por tanto, también de toda la sociedad.
El cardenal Rouco ha reconocido que los sacerdotes son menos y tienen más edad que hace algunos años –la media en España es de 63,30 años y en algunas zonas llega hasta los 72 años–, unas cifras que “deben hacer reflexionar” y estimular para “adoptar decisiones adecuadas”.
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