La vieja cuestión del descanso dominical vuelve a ser actualidad en Europa. Ahora que la situación económica es crítica y que el libre mercado está en entredicho, eurodiputados, colectivos sociales, sindicales y empresariales sugieren proteger el domingo como día de descanso, de encuentro familiar y disfrute de actividades sociales y culturales diferentes al trabajo con el objetivo de mejorar el rendimiento, la salud y la satisfacción de los ciudadanos..
Después de seis días de laborioso trabajo, cuenta el Génesis, “Dios dio por terminada su obra el séptimo día, y en este día descansó de toda su actividad creadora”. Mucho tiempo después, el 7 de marzo del año 321, el emperador Constantino el Grande ordenó que “en el día venerable del sol, los magistrados y los habitantes descansaran y que todos los talleres y comercios se cerrarán”.
La vieja cuestión del descanso dominical vuelve a ser actualidad en Europa. Ahora que la situación económica es crítica y que el libre mercado está en entredicho, eurodiputados, colectivos sociales, sindicales y empresariales sugieren proteger el domingo como día de descanso, de encuentro familiar y disfrute de actividades sociales y culturales diferentes al trabajo con el objetivo de mejorar el rendimiento, la salud y la satisfacción de los ciudadanos.
El próximo 7 de mayo se sabrá si el Parlamento Europeo aprueba la Declaración escrita presentada por cinco eurodiputados para la protección del domingo, día concebido como "pilar esencial del modelo social europeo y componente cultural de Europa".
Esta compleja problemática del domingo abarca varios puntos de discusión. Para la promotora de esta iniciativa, la eurodiputada eslava Anna Zaborska, la cuestión radica en "si queremos familias adaptadas a un mercado liberalizado o, más bien, lo contrario, un mercado adaptado a las familias".
Por un lado, cada vez son más los estados miembro que apuestan por la apertura de los comercios los domingos. La libertad en un mercado competitivo y la comodidad para los consumidores que disponen de poco tiempo libre son los argumentos empleados por los defensores de esta medida. Sus detractores consideran sin embargo que pone en riesgo la conciliación de la vida laboral y familiar para los trabajadores del sector.
Por otro lado, el respeto al descanso dominical es uno de los elementos fundamentales del Modelo Social Europeo que entiende que el hombre, por naturaleza, necesita simplemente descansar. Una encuesta de la Fundación europea por la mejora de las condiciones de vida y del trabajo (Eurofond) señala que el absentismo laboral y el número de bajas por enfermedad es 1,3 veces superior en las empresas que exigen trabajar los fines de semana.
¿Por qué el domingo y no el sábado o el miércoles?
Aún así, aceptando, como dicta la Directiva comunitaria relativa a la ordenación del tiempo de trabajo, que es preciso el descanso durante al menos 24 horas continuadas, muchos cuestionan el porqué de la elección del domingo como día de descanso. Como argumenta para EL IMPARCIAL el eurodiputado socialista español, Alejandro Cercas, que lidera el grupo de trabajo de redacción y modificación de esta Directiva, “es evidente que fisiológicamente las 24 horas de descanso tienen los mismos efectos sea un domingo o cualquier día de la semana. Por tanto, es indiferente qué día se descanse.”
Precisamente y a petición del Reino Unido, el Tribunal de Justicia Europeo decidió eliminar la preferencia del domingo como día de descanso de esta Directiva del tiempo de trabajo dejando a los estados miembro esta decisión “habida cuenta de la diversidad de factores culturales, étnicos y religiosos” que les caracterizan.
También son muchos los que achacan a la tradición cristiana la defensa de la festividad de este día y alegan que, en la Europa de hoy, el cristianismo convive con otras muchas confesiones religiosas cuyas celebraciones importantes se desarrollan en otros días de la semana. La Comisión de los episcopados de la Comunidad europea (Comece) celebró en su día la redacción de la Declaración sobre la protección del domingo pero se apoya en los beneficios sociales de esta medida y no en los espirituales. Como argumenta la portavoz de la Comece, Johanna Touzel, “un cristiano puede ir a misa o al oficio cualquier día de la semana”.
Es una batalla social y no religiosa. El eurodiputado socialista francés Jean Louis Cottigny, signatario de esta Declaración, critica “la mezcla de los debates” y que se “transforme el combate social en combate espiritual”. Afirma que, como republicano laico, “cuidé expresamente que el texto no hiciera mención alguna a la religión”. Lo importante, afirma, es “otorgar a la sociedad un día común de descanso en el que pueda desarrollar actividades diferentes al trabajo”.
El próximo 7 de mayo se sabrá si el Parlamento Europeo aprueba la Declaración escrita presentada por cinco eurodiputados para la protección del domingo, día concebido como "pilar esencial del modelo social europeo y componente cultural de Europa".
Esta compleja problemática del domingo abarca varios puntos de discusión. Para la promotora de esta iniciativa, la eurodiputada eslava Anna Zaborska, la cuestión radica en "si queremos familias adaptadas a un mercado liberalizado o, más bien, lo contrario, un mercado adaptado a las familias".
Por un lado, cada vez son más los estados miembro que apuestan por la apertura de los comercios los domingos. La libertad en un mercado competitivo y la comodidad para los consumidores que disponen de poco tiempo libre son los argumentos empleados por los defensores de esta medida. Sus detractores consideran sin embargo que pone en riesgo la conciliación de la vida laboral y familiar para los trabajadores del sector.
Por otro lado, el respeto al descanso dominical es uno de los elementos fundamentales del Modelo Social Europeo que entiende que el hombre, por naturaleza, necesita simplemente descansar. Una encuesta de la Fundación europea por la mejora de las condiciones de vida y del trabajo (Eurofond) señala que el absentismo laboral y el número de bajas por enfermedad es 1,3 veces superior en las empresas que exigen trabajar los fines de semana.
¿Por qué el domingo y no el sábado o el miércoles?
Aún así, aceptando, como dicta la Directiva comunitaria relativa a la ordenación del tiempo de trabajo, que es preciso el descanso durante al menos 24 horas continuadas, muchos cuestionan el porqué de la elección del domingo como día de descanso. Como argumenta para EL IMPARCIAL el eurodiputado socialista español, Alejandro Cercas, que lidera el grupo de trabajo de redacción y modificación de esta Directiva, “es evidente que fisiológicamente las 24 horas de descanso tienen los mismos efectos sea un domingo o cualquier día de la semana. Por tanto, es indiferente qué día se descanse.”
Precisamente y a petición del Reino Unido, el Tribunal de Justicia Europeo decidió eliminar la preferencia del domingo como día de descanso de esta Directiva del tiempo de trabajo dejando a los estados miembro esta decisión “habida cuenta de la diversidad de factores culturales, étnicos y religiosos” que les caracterizan.
También son muchos los que achacan a la tradición cristiana la defensa de la festividad de este día y alegan que, en la Europa de hoy, el cristianismo convive con otras muchas confesiones religiosas cuyas celebraciones importantes se desarrollan en otros días de la semana. La Comisión de los episcopados de la Comunidad europea (Comece) celebró en su día la redacción de la Declaración sobre la protección del domingo pero se apoya en los beneficios sociales de esta medida y no en los espirituales. Como argumenta la portavoz de la Comece, Johanna Touzel, “un cristiano puede ir a misa o al oficio cualquier día de la semana”.
Es una batalla social y no religiosa. El eurodiputado socialista francés Jean Louis Cottigny, signatario de esta Declaración, critica “la mezcla de los debates” y que se “transforme el combate social en combate espiritual”. Afirma que, como republicano laico, “cuidé expresamente que el texto no hiciera mención alguna a la religión”. Lo importante, afirma, es “otorgar a la sociedad un día común de descanso en el que pueda desarrollar actividades diferentes al trabajo”.
Un día para la familia
La conciliación de la vida laboral y familiar es la piedra angular de los defensores de esta causa. Como establece la legislación comunitaria, todos los niños y adolescentes europeos descansan el domingo por lo que es conveniente que sus padres hagan lo mismo para, entre otras ventajas, disfrutar juntos de una jornada a la semana. “Todo el mundo está implicado en el respeto al descanso dominical”, concluye Zarboska en declaración a EL IMPARCIAL, porque lo que está en juego es “la forma de vida en Europa”.
La conciliación de la vida laboral y familiar es la piedra angular de los defensores de esta causa. Como establece la legislación comunitaria, todos los niños y adolescentes europeos descansan el domingo por lo que es conveniente que sus padres hagan lo mismo para, entre otras ventajas, disfrutar juntos de una jornada a la semana. “Todo el mundo está implicado en el respeto al descanso dominical”, concluye Zarboska en declaración a EL IMPARCIAL, porque lo que está en juego es “la forma de vida en Europa”.
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Nota: Rojitas agregadas.
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