Bienvenidos al portal electrónico de la Muy Respetable Gran Logia de la República de Venezuela, a todos los hombres de buena voluntad que a través de este medio se comunican con esta augusta orden destinada a honrar la gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Hablar del rol de la masonería en el mundo y la sociedad que ella conforma, podemos asegurar, sin inferir: que ha sido la augusta institución la que ha marcado la pauta mas importante en desarrollo de la ciencia, combatiendo la ignorancia, como cadena opresora de la humanidad y divulgando los principios de libertad, igualdad y fraternidad como base primordial del desarrollo de conciencia y redención de la humanidad.
Como continuidad del proceso evolutivo, el hombre primitivo una vez superado el estatus nómada y su pase al estado sedentario, nace la masonería como vestigio de una evolución cultural; con el desarrollo de una intelectualidad espiritual y una actividad creativa representado por el trabajo constructor. Asienta sus primeras bases y tradición, conformando las cofradías de constructores de la Edad Media, las cuales edificaban grandes catedrales, castillos y otras edificaciones de piedras.
Esta esta etapa dinámica y creativa, que tanta admiración y respeto generó para nuestra Orden Fraternal, terminó a mediados del siglo XX. A partir de entonces la Masonería continuó su actividad constructora, limitando su trabajo al orden fraternal y filantrópico, pero con la misión de CONSTRUIR TEMPLOS A LA VERDAD, A LA JUSTICIA Y A LA LIBERTAD. Pues a mediados del siglo XVII y principios del XVIII nuestra Institución toma un carácter nuevo, dedicándose a construir templos interiores y con el cultivo de la razón como medio de sembrar en el propio corazón del hombre, utiliza un nuevo instrumento constructivo: los valores humanos, morales y sociales, como principales elementos de la virtud.
Pero sería contraproducente, que en la actualidad donde los valores morales se deterioran, queramos vivir rememorando el pasado glorioso de una sociedad liberada por una educación enmarcada en la libertad de pensamiento y la redención humana, la lucha contra el fanatismo, el egoísmo y la ambición, si no hacemos un paréntesis para reflexionar sobre nuestras debilidades y fortalezas, y establecer parámetros de medición a nuestros actos estableciendo las metas que conduzcan a mejorar el mundo actual, que se viene deteriorando cada día sumergido en una ausencia de moral y una desgraciada crisis de valores.
‘El Capitán del navío que se hace a la mar sin rumbo fijo, se queja que los vientos soplan en su contra” (Séneca)
La historia registra en sus páginas de oro el hecho de que la Masonería haya participado de forma destacada en la tarea de trabajar incansablemente por la Redención del Hombre y la conquista de su dignidad atendiendo al legado divino de haber sido creado a imagen y semejanza del ser supremo, (DIOS) a quién denominamos como Gran Arquitecto del Universo, por ser único, fuente de Luz, Justicia y Libertad para toda la humanidad y de esta manera hemos estudiado y comprobado con entera satisfacción, que nuestra Institución ha estado presente en cuanto acontecimiento de trascendencia para el progreso humano se ha desarrollado en el mundo.
Hablar del rol de la masonería en el mundo y la sociedad que ella conforma, podemos asegurar, sin inferir: que ha sido la augusta institución la que ha marcado la pauta mas importante en desarrollo de la ciencia, combatiendo la ignorancia, como cadena opresora de la humanidad y divulgando los principios de libertad, igualdad y fraternidad como base primordial del desarrollo de conciencia y redención de la humanidad.
Como continuidad del proceso evolutivo, el hombre primitivo una vez superado el estatus nómada y su pase al estado sedentario, nace la masonería como vestigio de una evolución cultural; con el desarrollo de una intelectualidad espiritual y una actividad creativa representado por el trabajo constructor. Asienta sus primeras bases y tradición, conformando las cofradías de constructores de la Edad Media, las cuales edificaban grandes catedrales, castillos y otras edificaciones de piedras.
Esta esta etapa dinámica y creativa, que tanta admiración y respeto generó para nuestra Orden Fraternal, terminó a mediados del siglo XX. A partir de entonces la Masonería continuó su actividad constructora, limitando su trabajo al orden fraternal y filantrópico, pero con la misión de CONSTRUIR TEMPLOS A LA VERDAD, A LA JUSTICIA Y A LA LIBERTAD. Pues a mediados del siglo XVII y principios del XVIII nuestra Institución toma un carácter nuevo, dedicándose a construir templos interiores y con el cultivo de la razón como medio de sembrar en el propio corazón del hombre, utiliza un nuevo instrumento constructivo: los valores humanos, morales y sociales, como principales elementos de la virtud.
Pero sería contraproducente, que en la actualidad donde los valores morales se deterioran, queramos vivir rememorando el pasado glorioso de una sociedad liberada por una educación enmarcada en la libertad de pensamiento y la redención humana, la lucha contra el fanatismo, el egoísmo y la ambición, si no hacemos un paréntesis para reflexionar sobre nuestras debilidades y fortalezas, y establecer parámetros de medición a nuestros actos estableciendo las metas que conduzcan a mejorar el mundo actual, que se viene deteriorando cada día sumergido en una ausencia de moral y una desgraciada crisis de valores.
‘El Capitán del navío que se hace a la mar sin rumbo fijo, se queja que los vientos soplan en su contra” (Séneca)
La historia registra en sus páginas de oro el hecho de que la Masonería haya participado de forma destacada en la tarea de trabajar incansablemente por la Redención del Hombre y la conquista de su dignidad atendiendo al legado divino de haber sido creado a imagen y semejanza del ser supremo, (DIOS) a quién denominamos como Gran Arquitecto del Universo, por ser único, fuente de Luz, Justicia y Libertad para toda la humanidad y de esta manera hemos estudiado y comprobado con entera satisfacción, que nuestra Institución ha estado presente en cuanto acontecimiento de trascendencia para el progreso humano se ha desarrollado en el mundo.
Ahora; Que puede esperar de la Masonería en el estatus actual en que vivimos, un mundo convulsionado por plagas sociales de una magnitud inimaginables, tales como el terrorismo, la droga, el alcoholismo, la prostitución, el abuso infantil, la pornografía, el aborto, la disolución de la familia, la clonación de seres humanos, la desnutrición, las guerras fraticidas, el SIDA, y otras enfermedades prevenibles que asolan a los países más pobres, y la autodestrucción que el género humano se ha impuesto a difundir de forma irracional al entorno natural que nos sirve de habitad? La Masonería de hoy está llamada a reencontrarse con su misión original, es decir DISPAR LA IGNORANCIA, COMBATIR EL VICIO E INSPIRAR AMOR A LA HUMANIDAD. En estos, ‘SUS FINES”, se encuentra comprometida toda una estrategia para la acción, porque combatir la Ignorancia es neutralizar el Fanatismo, el Terrorismo y la Intransigencia; Erradicar los Vicios conllevan a luchar contra la proliferación de la droga, la prostitución, la pornografía, la pedofilia, el alcoholismo y otras lacras que envilecen y degradan al hombre; Inspirar Amor a la Humanidad, significa trabajar por la unidad de la Familia, la Conciliación de opiniones y creencias antagónicas, la Reconciliación social y nacional.
Pero no es sólo con palabras y con buenas intenciones que se logrará incorporar a nuestra Institución Fraternal al trabajo creador por hacer que nuestro planeta sea un espacio seguro, ecológicamente limpio, moralmente y sano para las generaciones que están por venir, e inclusive para la actual, es mediante el trabajo perseverante e inteligente de nuestros afiliados construyendo nuestro propio Templo Interior a la Verdad, convertirnos actores y protagonistas del cambio moral, espiritual y social que hoy demanda la humanidad; solo así se podrá echar a andar la enorme reserva del pensamiento y la doctrina que se atesora en los Símbolos, Leyendas y Alegorías presentes en nuestros Templos Masónicos. Pero para que ello ocurra es preciso que los miembros de nuestra Institución nos preocupemos asimilar y difundir las herramientas doctrinales necesarias a sus miembros para que estos a su vez puedan, difundirlos ante la sociedad, como ejemplo de ciudadanía, haciendo honor a nuestros sagrados principios desbastar. ESA ES LA TAREA DEL DIRIGENTE MASÓN DE HOY,…… MENOS PALABRAS Y MÁS HECHOS.
La Masonería no puede vivir aislada del entorno social y humano en el cual se desenvuelve. Para el masón constituye una obligación participar activamente en la solución de la problemática de su comunidad, o de su país, aportando todo lo mejor de sí para hacer valederos los principios masónicos de LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD. Con estos, nuestros cimientos doctrinales esenciales, aspiramos a que los hombres todos, sin distingos de razas, jerarquía social o económica de militancia política o creencia religiosa, convivan en el seno de una GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL donde reine la Tolerancia más amplia, el respeto a la dignidad humana y el espíritu constante de la Conciliación, como fuente inagotable de Amor, Justicia y Equidad.
Constituye un reto ineludible para los dirigentes de la Masonería universal comprender y valorar en su justa importancia las realidades a que se enfrenta la humanidad de nuestros días, e implementar las medidas necesarias para que nuestra Fraternidad asuma el rol que históricamente le corresponde como fuente emanante de Valores Morales, Espirituales y Sociales. Gracias al G.A.D.U. ya nuestro esfuerzo por mejorar cada día, analizando nuestras debilidades y fortalezas, en la ardua tarea de formarnos como los hombres de bien que han de sustituir y continuar en el tiempo la obra a que nuestra Institución está destinada desde su fundación: TRABAJAR POR UN MUNDO MEJOR.
Fuente
Pero no es sólo con palabras y con buenas intenciones que se logrará incorporar a nuestra Institución Fraternal al trabajo creador por hacer que nuestro planeta sea un espacio seguro, ecológicamente limpio, moralmente y sano para las generaciones que están por venir, e inclusive para la actual, es mediante el trabajo perseverante e inteligente de nuestros afiliados construyendo nuestro propio Templo Interior a la Verdad, convertirnos actores y protagonistas del cambio moral, espiritual y social que hoy demanda la humanidad; solo así se podrá echar a andar la enorme reserva del pensamiento y la doctrina que se atesora en los Símbolos, Leyendas y Alegorías presentes en nuestros Templos Masónicos. Pero para que ello ocurra es preciso que los miembros de nuestra Institución nos preocupemos asimilar y difundir las herramientas doctrinales necesarias a sus miembros para que estos a su vez puedan, difundirlos ante la sociedad, como ejemplo de ciudadanía, haciendo honor a nuestros sagrados principios desbastar. ESA ES LA TAREA DEL DIRIGENTE MASÓN DE HOY,…… MENOS PALABRAS Y MÁS HECHOS.
La Masonería no puede vivir aislada del entorno social y humano en el cual se desenvuelve. Para el masón constituye una obligación participar activamente en la solución de la problemática de su comunidad, o de su país, aportando todo lo mejor de sí para hacer valederos los principios masónicos de LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD. Con estos, nuestros cimientos doctrinales esenciales, aspiramos a que los hombres todos, sin distingos de razas, jerarquía social o económica de militancia política o creencia religiosa, convivan en el seno de una GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL donde reine la Tolerancia más amplia, el respeto a la dignidad humana y el espíritu constante de la Conciliación, como fuente inagotable de Amor, Justicia y Equidad.
Constituye un reto ineludible para los dirigentes de la Masonería universal comprender y valorar en su justa importancia las realidades a que se enfrenta la humanidad de nuestros días, e implementar las medidas necesarias para que nuestra Fraternidad asuma el rol que históricamente le corresponde como fuente emanante de Valores Morales, Espirituales y Sociales. Gracias al G.A.D.U. ya nuestro esfuerzo por mejorar cada día, analizando nuestras debilidades y fortalezas, en la ardua tarea de formarnos como los hombres de bien que han de sustituir y continuar en el tiempo la obra a que nuestra Institución está destinada desde su fundación: TRABAJAR POR UN MUNDO MEJOR.
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Observacion: Gran Templo Masonico, Monumento Historico Nacional, Jesuitas a Maturin No 5, Caracas D. F. ...
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