Wilfredo Malave, padre de Fabiana, en su sufrimiento clama justicia por el asesinato de su hija. /La Prensa. Fabiana Malave (der.) en el día de graduación. /Suministrada.
Como una niña inocente y llena de vida describió su familia a Fabiana Malave, la joven venezolana de 19 años, que esta semana fue violada y estrangulada hasta morir a manos de William Davis III mientras trabajaba en un concesionario de autos en Longwood.
En entrevista exclusiva con La Prensa su padre y otros familiares cercanos, aseguraron estar devastados por el terrible suceso y claman justicia en medio de su dolor.
"Ella era un ángel, fue una presa fácil para él (Davis). Esa criatura tenía 19 años pero era como si tuviera 13, inocente, no tenía malicia y con seguridad no sabía como manejar una situación como esta", explicó Rosaida Malave, tía de la víctima.
De acuerdo con Aimara Herbón, otra de sus tías, Fabiana había terminado la escuela superior hace un año y comenzó a trabajar en la agencia "Super Sport Auto" con el fin de ahorrar y pagarse un curso de cosmética de uñas, y eventualmente costear su carrera de Radiología, con la que soñaba desde muy joven. También ayudaba a su madre a limpiar casas para subsistir.
Wilfredo Malave, padre de la joven, dijo que a pesar de que vivían en países diferentes, su relación era muy cercana y ella siempre le habló de sus sueños y aspiraciones.
"La última vez que yo vine fue en el 2007, pero yo la llamaba, hablábamos vía e-mail y siempre tuvimos buena comunicación. Lo que ella quería era trabajar y estudiar para ser alguien en la vida", expresó el padre.
Malave pidió el apoyo de la comunidad hispana para que se hagan presente en las vistas públicas donde se acusará y sentenciará al asesino de su hija, como una manera de presión para que todo el peso de la ley recaiga sobre "este monstruo" que tiene un amplio expediente criminal hace al menos de diez años.
En entrevista exclusiva con La Prensa su padre y otros familiares cercanos, aseguraron estar devastados por el terrible suceso y claman justicia en medio de su dolor.
"Ella era un ángel, fue una presa fácil para él (Davis). Esa criatura tenía 19 años pero era como si tuviera 13, inocente, no tenía malicia y con seguridad no sabía como manejar una situación como esta", explicó Rosaida Malave, tía de la víctima.
De acuerdo con Aimara Herbón, otra de sus tías, Fabiana había terminado la escuela superior hace un año y comenzó a trabajar en la agencia "Super Sport Auto" con el fin de ahorrar y pagarse un curso de cosmética de uñas, y eventualmente costear su carrera de Radiología, con la que soñaba desde muy joven. También ayudaba a su madre a limpiar casas para subsistir.
Wilfredo Malave, padre de la joven, dijo que a pesar de que vivían en países diferentes, su relación era muy cercana y ella siempre le habló de sus sueños y aspiraciones.
"La última vez que yo vine fue en el 2007, pero yo la llamaba, hablábamos vía e-mail y siempre tuvimos buena comunicación. Lo que ella quería era trabajar y estudiar para ser alguien en la vida", expresó el padre.
Malave pidió el apoyo de la comunidad hispana para que se hagan presente en las vistas públicas donde se acusará y sentenciará al asesino de su hija, como una manera de presión para que todo el peso de la ley recaiga sobre "este monstruo" que tiene un amplio expediente criminal hace al menos de diez años.
Fuente: http://www.impre.com/laprensafl/noticias/2009/11/5/devastada-familia-de-fabiana-157371-1.html
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