Denunciaron años de abusos sexuales
AFP
Las denuncias sobre abusos sexuales por parte de religisos ha sacudido los cimientos de la Iglesia Católica en todo el mundo.
28 de Enero de 2010
Noticias del Mundo
AFP
Las denuncias sobre abusos sexuales por parte de religisos ha sacudido los cimientos de la Iglesia Católica en todo el mundo.
28 de Enero de 2010
Noticias del Mundo
BERLIN - Alumnos del colegio Canisius, prestigioso establecimiento jesuita de Berlín, fueron durante años víctimas de abusos sexuales de parte de al menos dos profesores, según el cotidiano Berliner Morgenpost del jueves.
Agresiones "sistemáticas"
En una carta de excusa a ex alumnos citada por el cotidiano, el padre Klaus Mertes, rector del colegio que formó a numerosos miembros de la elite económica y política del país, reconoció que hubo agresiones "sistemáticas y durante años" que habrían ocurrido en los años 1970 y 1980.
Al menos dos ex enseñantes de la institución son sospechosos pero dejaron el establecimiento y las órdenes en los años 1980, en circunstancias que no están claras pero que son objeto de una investigación, aseguró el rector.
Según el diario, ninguna querella en relación a estos abusos es objeto de investigación de la policía o de la justicia.
Carta a ex alumnos
Alertado recientemente por un ex estudiante interno y por otros relatos de ex pensionarios que lo convencieron de no se trataba de un caso aislado, el padre Mertes envió una carta de excusa a 600 ex alumnos del colegio en aquella época.
"Es con profunda emoción y vergüenza que me he enterado de lo que había ocurrido, no de actos aislados, sino de agresiones sistemáticas y durante años", escribió el sacerdote.
Resulta de los testimonios recogidos que las víctimas no recibieron "la protección obligatoria que tenían el derecho de esperar del colegio Canisius y de la Orden", pero que por el contrario fueron confrontadas a gente que "hizo la vista gorda", precisó el padre Mertes.
Que hablen las víctimas
"Aunque solo fuese por esta razón, esos actos no implican solamente al culpable y a la víctima sino a todo el colegio. Y por esta misma razón quiero pedir perdón a todas las víctimas (...) en nombre del colegio por lo que habéis sufrido aquí", prosiguió el religioso.
"He hado a las víctimas la seguridad de mi discreción total. Libres están de acudir a la policía o de publicar ésto (...) Mi mensaje es el siguiente: vosotros no nos amenazáis al hablar, por el contrario, nos ayudáis a remediar estos abusos", precisó.
Agresiones "sistemáticas"
En una carta de excusa a ex alumnos citada por el cotidiano, el padre Klaus Mertes, rector del colegio que formó a numerosos miembros de la elite económica y política del país, reconoció que hubo agresiones "sistemáticas y durante años" que habrían ocurrido en los años 1970 y 1980.
Al menos dos ex enseñantes de la institución son sospechosos pero dejaron el establecimiento y las órdenes en los años 1980, en circunstancias que no están claras pero que son objeto de una investigación, aseguró el rector.
Según el diario, ninguna querella en relación a estos abusos es objeto de investigación de la policía o de la justicia.
Carta a ex alumnos
Alertado recientemente por un ex estudiante interno y por otros relatos de ex pensionarios que lo convencieron de no se trataba de un caso aislado, el padre Mertes envió una carta de excusa a 600 ex alumnos del colegio en aquella época.
"Es con profunda emoción y vergüenza que me he enterado de lo que había ocurrido, no de actos aislados, sino de agresiones sistemáticas y durante años", escribió el sacerdote.
Resulta de los testimonios recogidos que las víctimas no recibieron "la protección obligatoria que tenían el derecho de esperar del colegio Canisius y de la Orden", pero que por el contrario fueron confrontadas a gente que "hizo la vista gorda", precisó el padre Mertes.
Que hablen las víctimas
"Aunque solo fuese por esta razón, esos actos no implican solamente al culpable y a la víctima sino a todo el colegio. Y por esta misma razón quiero pedir perdón a todas las víctimas (...) en nombre del colegio por lo que habéis sufrido aquí", prosiguió el religioso.
"He hado a las víctimas la seguridad de mi discreción total. Libres están de acudir a la policía o de publicar ésto (...) Mi mensaje es el siguiente: vosotros no nos amenazáis al hablar, por el contrario, nos ayudáis a remediar estos abusos", precisó.
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