Monday, January 11, 2010

Más viejos que jóvenes en la Isla


lunes, 11 de enero de 2010
Mariana Cobián / Primera Hora
Año nuevo, población vieja.

Se dice que los jóvenes son el futuro del país. Pero lo que depara el futuro es una población mayormente compuesta por personas de mayor edad y cada vez menos jovencitos.

Hasta el 2009, la mayoría de la población en la Isla estaba compuesta por gente joven.

Este año, por primera vez, se verá que la cantidad de personas mayores de 60 años sobrepasará a la de los de 15 años o menos.

Según un estudio de aspectos demográficos de la Junta de Planificación ofrecidos por la procuradora de las Personas de Edad Avanzada, Rossana López, en el 2000 había 585,701 habitantes mayores de 60 años, mientras que había 904,905 adolescentes.

Esto cambiará dramáticamente este año cuando se estima que la población de menores de 15 años bajará a 770,234, mientras que los que llegan a la llamada edad de oro serán 802,587.

En el 2020, la diferencia será aún más marcada con 658,460 de 15 años o menos, y 1,026,277 mayores de 60.

Década tras década, la diferencia será cada vez más evidente y significativa.

“Aunque la población de Puerto Rico es considerada ya como vieja, se va a revertir. Se va a ver bien significativamente la diferencia”, advirtió López.

La Procuradora recordó que entre el 1946 y 1964 se registró la “explosión de nacimientos”, mejor conocida como los baby boomers que, a partir del 2006, comenzaron a llegar a los 60 años.
“Por lo tanto, habría mayoría de personas de edad avanzada”, estimó López.

Pero hay varios factores que contribuyen a que se vean más personas mayores que jóvenes.

La Procuradora recordó que la expectativa de vida cada vez es mayor, especialmente para las mujeres, además de que hay más avances médicos y tecnológicos que ayudan a alargar la vida.

Otro aspecto que incide es la merma de nacimientos en estos tiempos. Recalcó que antes se veían familias con seis, siete, ocho hijos, mientras que ahora son de dos o menos, además de las parejas que optan por no procrear.

“Pero antes no podíamos predecir otra situación que va a hacer que la población de edad avanzada sea mayor a la proyectada. No sabíamos que iba a haber una violencia tan significativa, específicamente entre jóvenes. Eso va a incrementar aún más que Puerto Rico sea un país mucho más viejo”, destacó López.

El sociólogo José Rodríguez también indicó que era una “tendencia demográfica” que se veía venir, pero “ahora es que estamos viendo precisamente la predicción tomando forma y realidad”.

Ancianos sabios de verdad
Ambos coincidieron en que las próximas generaciones de personas de edad avanzada estarán mejor educadas, conocerán mejor sus derechos, y muchas no contemplan retirarse.

“Va a ser bien interesante. Tendrán características diferentes a los de ahora. Van a estar mucho más saludables, mejor educados, van a conocer sus derechos y van a querer realizar proyectos de vida una vez se jubilen. No van a ser los ancianos letárgicos o retirados. Todo lo contrario. Van a ser muy activos”, opinó el profesor de la Universidad Carlos Albizu.

Sobre el retiro, dijo que “eso era antes”.

“La nueva generación de ancianos, no creo que se vayan a retirar. Cuando se jubilen, atenderán proyectos de vida nuevos”, agregó Rodríguez.

“Estos ancianos se las van a traer”, añadió jocosamente.

La Procuradora recalcó que “no se puede plantear como un punto negativo” el cambio en la población, sino “todo lo contrario”.

“Va a ser una población con más experiencia, con valores mucho más fuertes y que se van a quedar trabajando. Es una población que va a depender menos del Gobierno. Van a mantener la economía. Van a comprar bienes y servicios”, señaló López.

Por lo tanto, recalcó que las prioridades, tanto en el sector gubernamental como en el privado, deben reenfocarse a las necesidades de las personas de edad avanzada, que componen la mayoría de la población de ahora en adelante.

“Es hora de sacarnos el mito del culto de la juventud, como que son los únicos que producen. Hay que erradicarse ese mito y poner más importancia a la población de edad avanzada. Es necesario que las empresas públicas y privadas se ajusten a este cambio de poblaciones y se reasignen los presupuestos para ofrecer servicios a las personas de edad avanzada”, resaltó López.

Por esta realidad, dio como ejemplo que no harán falta más escuelas, sino más viviendas para personas que llegan a la vejez. Será necesario ofrecer mejores sistemas de transportación, no sólo en el área metropolitana, sino en toda la Isla, para atender a las que ya son la mayoría de las personas en Puerto Rico, además de opciones de recreación y deportes, empleos, estudios y servicios de salud.

El sociólogo abundó en la necesidad de establecer instituciones que provean alternativas para el disfrute y la recreación de esta nueva población.

Por ejemplo, indicó que en Colombia existen las llamadas “viejotecas”, que son discotecas para ellos.

“Tiene que haber una adaptación de las instituciones que tenemos para poder trabajar con esta nueva ola poblacional”, auguró Rodríguez.
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