Día del docente: América Latina lucha por la defensa de la educación pública
El día de las y los docentes encuentra a las y los docentes de América Latina protagonizando una lucha por la defensa de la educación pública y de calidad. Lo que sucede en Chile no es un hecho aislado; Honduras, República Dominicana, Colombia, Guatemala, Ecuador, al igual que todos los países de la región, se enfrentan a fuertes intereses privatizadores que pretenden debilitar la función pública en la educación. En esa lucha, los sindicatos tienen un papel central y las y los docentes, en nuestro día el 5 de octubre, lo reivindicamos.
(1/10/2011) La lucha de Chile, Honduras, República Dominicana, Colombia, por citar algunos de los países con alta conflictividad en el tema educación pública, no son luchas aisladas. Son luchas por la defensa de la educación publica, por un modelo de sociedad de derechos y de inclusión. Son luchas, además, por erradicar y superación las políticas neoliberales que han limitado los derechos sociales, entre ellos la educación, las condiciones de trabajo dignas y la libertad sindical.
Este 5 de octubre se celebra el día de las y los docentes en todo el mundo y las y los docentes, sindicatos y profesionales de la Educación en América latina estamos comprometidos con conformar un movimiento pedagógico latinoamericano que construya colectivamente nuevas políticas educativas, y que construya también propuestas pedagógicas alternativas a las políticas neoliberales, a su contenido, administración, perspectiva y proceso educativo impuesto por la era neoliberal.
La Internacional de la Educación para América Latina está comprometida en recuperar la educación pública como un espacio para el pensamiento crítico, la construcción de identidad individual y colectiva, para el aprendizaje desde y para la transformación.
Una nueva pedagogía pasa también por la reivindicación de las condiciones de trabajo, las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Demandamos una política nacional para formación y valorización de profesionales de la educación (docentes y funcionarios), una formación inicial en articulación con formación continua (referente curricular nacional y reducción de carga horaria).
Se requiere reconocimiento del trabajo de preparación pedagógica, y práctica investigativa y carreras profesionales para docentes y para funcionarios.
La carga horaria excesiva y no reconocida van en detrimento de la posibilidad del docente de desarrollar sus capacidades al máximo.
Demandamos un currículo integrador de la realidad social: que incluyan temas claves para la democratización, diversidad, identidad latinoamericana, así como inclusión, luchas y conquistas sociales. Debemos superar lo que fueron las asignaturas en la era neoliberal: el aislamiento, la ausencia de relación e integración con el medio en que vivimos.
Este cinco de octubre, día de las y los docentes, nos encuentra en América Latina en un fuerte combate entre dos modelos educativos, lo que significa un combate por un modelo de sociedad, un modelo de desarrollo.
Chile está en la calle exigiendo educación pública y gratuita, porque el Estado pretende no ser el garante de la educación de su gente. Honduras está en la calle en exigencia al respeto a los derechos humanos y a mejores condiciones de enseñanza y aprendizaje. Colombia también dice no a la privatización, entre otras reivindicaciones. República Dominicana exige el 4% del PIB a la educación, en respeto a la normativa vigente y por mayor inversión educativa. Brasil pide a los gobiernos estatales que respete el piso salarial otorgado por ley nacional. Guatemala lucha por más presupuesto a la educación. Ecuador exige respeto a la organización y libertades sindicales. Y la lista podría incluir todos los países de la región, porque la educación es y será siempre el primer tema en la escala de prioridades de la sociedad y el Estado debe garantizar la posibilidad de que todas las personas accedan a ella por igual. Los sindicatos de la educación estamos en el centro de esas luchas, proponiendo u nuevo modelo educativo o fortaleciendo un modelo socialmente referenciados, valórico, de calidad, gratuito, con equidad de género, democrático, inclusivo, sin discriminación, garantizado por el Estado, allí donde ya se ha avanzado en ese sentido.
En sintonía con la campaña mundial promovida por la Internacional de la Educación y la UNESCO, fortalecemos la equidad de género en la lucha de hoy. Pese a que la profesión docente está compuesta en gran parte por mujeres, la desigualdad sigue siendo un problema. Aun cuando en las políticas de numerosos estados se establecen medidas para garantizar la igualdad, los objetivos fijados siguen incumplidos para millones de mujeres docentes. Pasemos de las palabras a la acción.
Somos, además, concientes de la necesidad de seguir trabajando, no solo, por la equidad de género, sino promoviendo cada vez más participación de las mujeres, una participación efectiva tanto en la vida social, política del país, como en las estructuras sindicales. Debemos avanzar, además, hacia la politización de la teoría de genero, la capacitación y formación, que nos permita una acción sindical verdaderamente democrática, que realmente refleje lo que se ve día a día en las aulas, que es una mayoría de mujeres.
La educación no puede estar ajena a Un modelo educativo se combate con otro modelo educativo, por eso las luchas en cada uno de los países de la región son parte de una misma estrategia. Solo un sindicato fuerte puede defender la educación pública y plantear otro modelo educativo.
Este cinco de octubre, celebremos el día de las y los docentes sabiendo que la lucha que llevan nuestros compañeros y compañeras en Chile, Honduras, Guatemala, República Dominicana, Ecuador, Colombia, Brasil y cada uno de los países de América Latina es nuestra propia lucha.
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