El actor Robert De Niro en "La Misión"
El embajador Esteban Kriskovich ha recibido las credenciales y ha sido introducido en la lista de embajadores ante la Santa Sede cerrando un largo periodo de "impasse"
Giacomo Galeazzi
ciudad del vaticano
Resuelto el misterio de Paraguay. En la Curia parecía ya una repetición en versión sudamericana del "caso francés", cuando en torno al nombre del nuevo embajador estalló un embarazoso "black out" diplomático entre París y la Santa Sede. Sarkozy no conseguía obtener la aprobación del Vaticano para los nombres que se proponían. Esteban Kriskovich, en cambio, había sido designado ya hace un año por su gobierno e introducido en la Curia en la lista de los embajadores, pero ha sido necesario un margen de tiempo inusual para presentar las cartas credenciales al Pontífice. El origen de la larga situación de "impasse" hay que buscarlo en los ocho meses que ha necesitado el Parlamento de Paraguay para ratificar el nombramiento del canonista, abogado ante el tribunal eclesiástico metropolitano y miembro de la Asociación Paraguaya de Derecho Canónico.
Esteban Kriskovich, además, es Presidente de la Comisión Directiva del Instituto Tomás Moro de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica de Asunción. Y también autor de algunas publicaciones sobre derecho, ética y deontología jurídica, entre las cuales se encuentra el Código de Ética Judicial de la República de Paraguay. Tras una trayectoria sin demasiados obstáculos, el nuevo embajador de Paraguay ante la Santa Sede, fue recibido en audiencia el 19 de diciembre por Benedicto XVI con ocasión de la presentación de las credenciales. Esteban Kriskovich nació en Asunción el 14 de julio de 1971. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Diplomáticas en la Universidad Católica de Asunción, obtuvo el doctorado en dicho ateneo con la tesis: "La objeción de conciencia como derecho fundamental en materia de bioética y bioderecho". Especializado en Formación Ética en el departamento de Teología y Acción Pastoral de la Universidad Católica de Asunción, ha recubierto importantes cargos: auxiliar y relator del Tribunal Superior de Justicia de Paraguay hasta el 2003; profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad Autónoma de Asunción, de Derecho Canónico, Ética profesional y Deontología Jurídica en la Universidad Católica de Asunción desde 1997 hasta 2009. Hasta el 2005 fue Secretario General del Tribunal Supremo de Justicia y luego director de la Oficina de Ética Jurídica de dicha corte y Delegado para el Pontificio Consejo de la Cultura y los Centros Culturales Católicos del Cono Sur en Paraguay.
El país sudamericano tuvo un papel central en uno de los mayores acontecimientos del pontificado de Benedicto XVI. La Compañía de Jesús y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), colaboraron durante meses en una exposición sobre las "Reducciones" (Misiones) de los Jesuitas en Paraguay. La exposición habla del presente y del pasado, de como los jesuitas han sido y son "enviados a las fronteras, bajo el Romano Pontífice".
Las "reducciones" de Paraguay (1609-1769) eran asentamientos de indios guaraníes promovidos por los padres de la Compañía de Jesús en las tierras conquistadas por Portugal y España, con el deseo de salvaguardar su identidad como personas y como vasallos de la Corona. Los Indios, que vivían según sus antiguas costumbres en las montañas, en pequeños grupos muy distantes entre ellos, se reunieron por iniciativa de los jesuitas en asentamientos cada uno de ellos compuesto por casi 5000 personas. "Muchos conocerán las "reducciones" gracias a la película "La Misión", dirigida por Roland Joffé (1986), con Robert De Niro y Jerey Irons", observa la agencia católica Zenit. Las "reducciones" se enmarcan en un contexto complejo que en el curso de la exposición se analiza muy detalladamente. Están relacionadas con la "encomienda", sistema colonizador que a menudo llegaba a ser una esclavitud camuflada, y con el fuerte deseo evangelizador de los misioneros y colaboradores que, en el ejercicio de su misión, no siempre consiguieron respetar la identidad guaraní, pero consiguieron defender la libertad y la dignidad, porque en muchas ocasiones las "reducciones" fueron la única vía para salvaguardarlas. Llegaron a existir 30 "reducciones" de los pueblos guaraníes, asentadas entre los ríos Paraná y Uruguay, en un vasto territorio que comprendía regiones que actualmente forman parte de Paraguay, de Argentina, del sur y del sudeste de Brasil, del sudeste de Bolivia y de Uruguay. Las "reducciones" jesuitas no se limitaron a los guaraníes, porque también existieron misiones de otros pueblos como los moxos (1682) y chiquitos (1691) en Bolivia, de maynas (1637) en Ecuador y Perú, además de las del Orinoco (1730) en Venezuela.
También hubo "reducciones" en Chile. La Compañía de Jesús y la JMJ prepararon durante meses esta muestra, que fue una de las grandes exposiciones ofrecidas a los jóvenes que en agosto estuvieron en Madrid para ver al Papa. Titulada “Las Reducciones Jesuitas del Paraguay, una aventura fascinante que perdura en el tiempo”, la exposición explicaba de que modo la pasión por transmitir la Buena Nueva de Jesús, que impulsó a los misioneros jesuitas de los siglos XVII yXVIII, sigue viva todavía hoy en la Compañía de Jesús y en toda la Iglesia. Los jesuitas fueron y son enviados a las fronteras, como ha hecho también recientemente Benedicto XVI en la Congregación General del 2008. Las Reducciones se consideran un momento apasionante del impulso misionero que dio lugar a casi 160 años (1609-1769) de fecunda evangelización entre el pueblo guaraní. La exposición fue acogida por la parroquia jesuita de San Francisco de Borja. Para explicar como nació la idea de la exposición hay que recordar la que fue organizada por el padre Aldo Trento, de la fraternidad de San Carlo Borromeo y misionero en Paraguay, en el Meeting de Rimini de Comunión y Liberación celebrado en el 2009. El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, que se encontraba en Rimini se quedó impresionado de la fuerza del testimonio de la exposición y quiso que estuviera en la JMJ. "Fueron retomados algunos elementos de la exposición de Rimini, pero la Compañía de Jesús asumió gran parte de la organización, introduciendo muchas novedades: nueva disposición física, nuevos paneles y una intensa presencia de la música jesuita tanto entre los guaraníes de Paraguay, como entre los chiquitos y moxos (en la actual Bolivia), resalta Zenit. Además se pudo contar con la ayuda de los jesuitas de Paraguay, de la embajada de Paraguay en Madrid y con el patrocinio de la Fundación Endesa que promueve la investigación, la cooperación para el desarrollo económico-social y la defensa del ambiente, la iluminación del patrimonio histórico-artístico y actividades culturales en los sectores en los cuales lleva a cabo su actividad internacional sobre todo en América Latina.
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