Multitud reza por pan y trabajo en Argentina donde Papa pide mitigar pobreza
07 de Agosto de 2009, 01:57pm ET
07 de Agosto de 2009, 01:57pm ET
BUENOS AIRES, 7 Ago 2009 (AFP) - Una multitud de fieles católicos rezó el viernes por pan y trabajo en Argentina, en una peregrinación al santuario de San Cayetano, un día después de instar el Papa Benedicto XVI a esforzarse para "reducir el escándalo de la pobreza" en un país productor mundial de alimentos.
"Vivimos situaciones de pobreza escandalosa y falta de trabajo", alertó en su homilía el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, uno de los papables durante el cónclave en que fue elegido Joseph Ratzinger.
La expresión del cardenal estuvo en línea con el mensaje enviado el jueves por el Papa Benedicto XVI con motivo de la tradicional colecta anual de Cáritas, de ayuda a los más pobres, organizada por la Iglesia católica, el culto mayoritario.
En la misiva, el Papa alentó "a los cristianos, y a quienes participen de la colecta, a un esfuerzo solidario que contribuya a reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social".
A su vez, Bergoglio dijo que "es una injusticia que en nuestra patria bendita a tantos les falte el trabajo y el pan. (...) El mundo de hoy es muy cruel. Primero excluye borrando el rostro de la gente para luego no sentir nada cuando los desprecia".
Bergoglio habló ante los fieles que formaron filas de varias calles de extensión y durmieron en carpas para poder rendir tributo espiritual a San Cayetano, el Santo Patrono del Pan y del Trabajo según la tradición religiosa argentina.
El santuario se encuentra en el barrio de Liniers, en el lado oeste de Buenos Aires, pero otros 40 templos consagrados al santo también convocaron a los feligreses, como cada 7 de agosto.
El mensaje papal y la homilía del cardenal cobraron especial dimensión este año por la polémica que se generó en las últimas semanas sobre los índices de pobreza en el país sudamericano.
Según los cuestionados índices oficiales, el 15% de los argentinos se encuentra por debajo de la línea de pobreza, aunque el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la mandataria Cristina Kirchner, admitió el jueves que alcanza "entre el 22% y 23%".
En cambio, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, ubicó el índice de pobreza en 40%.
Según el dato oficial del Gobierno hay seis millones de pobres, pero la oposición dice que son casi 14 millones, en tanto que la Iglesia católica, el culto mayoritario, los calculó en unos 16 millones, en un país de 40 millones de habitantes.
"La prioridad número uno para nosotros es que hay 14 millones de pobres", ratificó el diputado opositor Claudio Lozano, de Proyecto Sur (centroizquierda), que reclama una asignación universal por hijo para paliar la pobreza.
El gobierno evitó, no obstante, un nuevo enfrentamiento con la Iglesia Católica, con la que mantiene ríspidas relaciones desde el gobierno de Néstor Kirchner, al manifestarse esta vez de acuerdo con el Papa.
"No vamos a pactar con la pobreza, la vamos a derrotar. Nosotros hemos luchado contra la pobreza desde 2003. Coincido con el Papa, siempre la pobreza es un escándalo", dijo el ex presidente.
Néstor Kirchner advirtió que "muchos hablan de la pobreza y son los que la generaron".
Bergoglio, también arzobispo de Buenos Aires, advirtió además sobre el avance de la pobreza en la capital argentina, gobernada por el alcalde derechista Mauricio Macri, opositor al gobierno federal.
"Cuánta gente, cada día más, duerme en la calle, en plena Plaza de Mayo (frente a la Casa de Gobierno y a la Catedral Metropolitana), en pleno corazón de esta ciudad", donde viven tres millones de personas, dijo el cardenal frente a la multitud de peregrinos.
ls/dm/aic
"Vivimos situaciones de pobreza escandalosa y falta de trabajo", alertó en su homilía el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, uno de los papables durante el cónclave en que fue elegido Joseph Ratzinger.
La expresión del cardenal estuvo en línea con el mensaje enviado el jueves por el Papa Benedicto XVI con motivo de la tradicional colecta anual de Cáritas, de ayuda a los más pobres, organizada por la Iglesia católica, el culto mayoritario.
En la misiva, el Papa alentó "a los cristianos, y a quienes participen de la colecta, a un esfuerzo solidario que contribuya a reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social".
A su vez, Bergoglio dijo que "es una injusticia que en nuestra patria bendita a tantos les falte el trabajo y el pan. (...) El mundo de hoy es muy cruel. Primero excluye borrando el rostro de la gente para luego no sentir nada cuando los desprecia".
Bergoglio habló ante los fieles que formaron filas de varias calles de extensión y durmieron en carpas para poder rendir tributo espiritual a San Cayetano, el Santo Patrono del Pan y del Trabajo según la tradición religiosa argentina.
El santuario se encuentra en el barrio de Liniers, en el lado oeste de Buenos Aires, pero otros 40 templos consagrados al santo también convocaron a los feligreses, como cada 7 de agosto.
El mensaje papal y la homilía del cardenal cobraron especial dimensión este año por la polémica que se generó en las últimas semanas sobre los índices de pobreza en el país sudamericano.
Según los cuestionados índices oficiales, el 15% de los argentinos se encuentra por debajo de la línea de pobreza, aunque el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la mandataria Cristina Kirchner, admitió el jueves que alcanza "entre el 22% y 23%".
En cambio, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, ubicó el índice de pobreza en 40%.
Según el dato oficial del Gobierno hay seis millones de pobres, pero la oposición dice que son casi 14 millones, en tanto que la Iglesia católica, el culto mayoritario, los calculó en unos 16 millones, en un país de 40 millones de habitantes.
"La prioridad número uno para nosotros es que hay 14 millones de pobres", ratificó el diputado opositor Claudio Lozano, de Proyecto Sur (centroizquierda), que reclama una asignación universal por hijo para paliar la pobreza.
El gobierno evitó, no obstante, un nuevo enfrentamiento con la Iglesia Católica, con la que mantiene ríspidas relaciones desde el gobierno de Néstor Kirchner, al manifestarse esta vez de acuerdo con el Papa.
"No vamos a pactar con la pobreza, la vamos a derrotar. Nosotros hemos luchado contra la pobreza desde 2003. Coincido con el Papa, siempre la pobreza es un escándalo", dijo el ex presidente.
Néstor Kirchner advirtió que "muchos hablan de la pobreza y son los que la generaron".
Bergoglio, también arzobispo de Buenos Aires, advirtió además sobre el avance de la pobreza en la capital argentina, gobernada por el alcalde derechista Mauricio Macri, opositor al gobierno federal.
"Cuánta gente, cada día más, duerme en la calle, en plena Plaza de Mayo (frente a la Casa de Gobierno y a la Catedral Metropolitana), en pleno corazón de esta ciudad", donde viven tres millones de personas, dijo el cardenal frente a la multitud de peregrinos.
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