En el fin del tiempo se levantarán personas que crearán confusión y rebelión entre el pueblo que profesa obedecer la ley de Dios. Pero tan ciertamente como cayeron los castigos divinos sobre los falsos profetas en los días de Jeremías, con la misma seguridad los obradores de iniquidad de hoy recibirán una medida completa de castigo, pues el Señor no ha cambiado. Los que profetizan mentiras animan a los hombres a que consideren livianamente el pecado. Pero cuando se manifiestan los terribles resultados de sus malos actos, procuran si es posible, que aparezca como responsable de sus dificultades el que los ha amonestado Fielmente, así como los judíos culparon a Jeremías de sus desgracias. ..[se cita Jer. 29: 14] (RH 14-3-1907).
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