Laura Chinchilla, favorita a la presidencia de Costa Rica
Por Ana Fernández (AFP) – hace 6 horas
SAN JOSÉ — La lucha contra el narcotráfico, generación de empleo, mejora de la competitividad y generalización de las energías renovables son los principales retos para la candidata oficialista, Laura Chinchilla, que este domingo podría convertirse en la próxima presidenta de Costa Rica.
La candidata del Partido Liberación Nacional (PLN, centro-derecha), que lidera todas las encuestas de intención de voto en los comicios del domingo, advirtió en una conferencia de prensa, que el narcotráfico es una "gravísima amenaza" no sólo para Costa Rica, sino para Centroamérica.
"Es en Centroamérica donde se va a librar probablemente la última batalla de las bandas criminales en América Latina", tras las políticas drásticas para combatir esta lacra de Colombia y México y la debilidad institucional en los países de la región, advirtió esta experta en temas de seguridad.
Una de sus primeras decisiones sería nombrar a un comisionado nacional antidrogas que centralice y coordine la "dispersa" lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en Costa Rica.
El narcotráfico es uno de los componentes de la inseguridad ciudadana que tanto preocupa a los costarricenses, acostumbrados a vivir, hasta hace poco, en un oasis de paz en comparación con el resto de los países de la región.
Capacitar a la policía, fortalecer el estado de derecho y gravar a los casinos y las casas de apuestas que hasta ahora escapan al fisco costarricense, para alimentar un fondo permanente de seguridad ciudadana con unos 60.000 millones de colones al año (algo más de 100 millones de dólares) son algunas de las soluciones que apunta.
No obstante, precisó, "la gran respuesta a los temas de violencia que vivimos tiene que venir de una agenda social y política más que de una agenda policial y militar", que se aplica no sólo en Costa Rica sino en toda Latinoamérica, la región más desigual y violenta del mundo en tiempos de paz, recordó.
También espera que reactivar la economía y no conformarse con un crecimiento del 3,2% que se anuncia para este año, después de la caída del 1,3% del PIB de 2009.
Para ello, hará una "apuesta muy fuerte" por la inversión extranjera, por la sociedad del conocimiento, apoyo a los sectores productivos nacionales, simplificación de lo que en el país se llama tramitología y que supone un verdadero calvario administrativo para empresas y particulares, y las energías limpias y el desarrollo verde.
En este sentido, prometió que "toda la energía" que se consuma en Costa Rica provendrá en el "100% de fuentes renovables", aunque no dio fecha para ello.
Con este objetivo, Costa Rica tendrá que invertir en los próximos años, "el doble de lo que ha invertido en los últimos 60 años", recordó.
En cuanto a una eventual reforma fiscal, recomendada incluso por el Fondo Monetario Internacional y aplazada en esta legislatura, dijo que "no renunciamos del todo", pero en un primer momento van a esperar a ver cómo se "decanta la economía".
"Una vez que tengamos más clara" la situación económica, prometió abrir "un diálogo" con todos los sectores para ver qué "reformas podríamos requerir".
La probable sucesora del presidente costarricense y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, supeditó la eventual adhesión de Costa Rica a PetroCaribe, el foro del presidente venezolano Hugo Chávez, para conseguir petróleo a precios preferenciales y pagos diferidos, a que "no haya condicionamientos políticos".
No obstante, precisó que espera que en las relaciones con los países "prime menos la ideología y más los retos comunes".
SAN JOSÉ — La lucha contra el narcotráfico, generación de empleo, mejora de la competitividad y generalización de las energías renovables son los principales retos para la candidata oficialista, Laura Chinchilla, que este domingo podría convertirse en la próxima presidenta de Costa Rica.
La candidata del Partido Liberación Nacional (PLN, centro-derecha), que lidera todas las encuestas de intención de voto en los comicios del domingo, advirtió en una conferencia de prensa, que el narcotráfico es una "gravísima amenaza" no sólo para Costa Rica, sino para Centroamérica.
"Es en Centroamérica donde se va a librar probablemente la última batalla de las bandas criminales en América Latina", tras las políticas drásticas para combatir esta lacra de Colombia y México y la debilidad institucional en los países de la región, advirtió esta experta en temas de seguridad.
Una de sus primeras decisiones sería nombrar a un comisionado nacional antidrogas que centralice y coordine la "dispersa" lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en Costa Rica.
El narcotráfico es uno de los componentes de la inseguridad ciudadana que tanto preocupa a los costarricenses, acostumbrados a vivir, hasta hace poco, en un oasis de paz en comparación con el resto de los países de la región.
Capacitar a la policía, fortalecer el estado de derecho y gravar a los casinos y las casas de apuestas que hasta ahora escapan al fisco costarricense, para alimentar un fondo permanente de seguridad ciudadana con unos 60.000 millones de colones al año (algo más de 100 millones de dólares) son algunas de las soluciones que apunta.
No obstante, precisó, "la gran respuesta a los temas de violencia que vivimos tiene que venir de una agenda social y política más que de una agenda policial y militar", que se aplica no sólo en Costa Rica sino en toda Latinoamérica, la región más desigual y violenta del mundo en tiempos de paz, recordó.
También espera que reactivar la economía y no conformarse con un crecimiento del 3,2% que se anuncia para este año, después de la caída del 1,3% del PIB de 2009.
Para ello, hará una "apuesta muy fuerte" por la inversión extranjera, por la sociedad del conocimiento, apoyo a los sectores productivos nacionales, simplificación de lo que en el país se llama tramitología y que supone un verdadero calvario administrativo para empresas y particulares, y las energías limpias y el desarrollo verde.
En este sentido, prometió que "toda la energía" que se consuma en Costa Rica provendrá en el "100% de fuentes renovables", aunque no dio fecha para ello.
Con este objetivo, Costa Rica tendrá que invertir en los próximos años, "el doble de lo que ha invertido en los últimos 60 años", recordó.
En cuanto a una eventual reforma fiscal, recomendada incluso por el Fondo Monetario Internacional y aplazada en esta legislatura, dijo que "no renunciamos del todo", pero en un primer momento van a esperar a ver cómo se "decanta la economía".
"Una vez que tengamos más clara" la situación económica, prometió abrir "un diálogo" con todos los sectores para ver qué "reformas podríamos requerir".
La probable sucesora del presidente costarricense y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, supeditó la eventual adhesión de Costa Rica a PetroCaribe, el foro del presidente venezolano Hugo Chávez, para conseguir petróleo a precios preferenciales y pagos diferidos, a que "no haya condicionamientos políticos".
No obstante, precisó que espera que en las relaciones con los países "prime menos la ideología y más los retos comunes".
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