Posted: 2010-02-06 11:35:36
Ciudad del Vaticano (Notimex).- El Papa Benedicto XVI se mostró hoy preocupado por la indiferencia y el individualismo que afectan cada vez más a las grandes ciudades, donde el egoísmo impide al ser humano disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Esto al recibir en el Palacio Apostólico del Vaticano a un grupo de dirigentes y personal de la Acea de Roma (Empresa Comunal Energía y Ambiente, por sus siglas en italiano), organismo responsable de la iluminación de la metrópoli.
"En toda gran ciudad, se advierten los efectos de una cultura que exaspera el concepto de individuo y, quien está llamado a su mantenimiento, debe tener cuidado de buscar la realización de ciudades de rostro humano", dijo el pontífice.
"A menudo ?agregó- se vive cerrados en sí mismos, replegados sobre los propios problemas, distraídos por las tantas preocupaciones que abruman la mente y hacen al hombre incapaz de gozar de las pequeñas alegrías presentes en la vida de cada uno".
Según el líder religioso, el cuidado de la creación implica también la tutela de los sentimientos de bondad, generosidad, corrección y honestidad que Dios ha puesto en el corazón de todo ser humano.
Por ello invitó a mirar a Cristo, "el hombre perfecto", a tomarlo siempre como ejemplo para poder crecer en humanidad y así realizar una ciudad cada vez más de rostro amable, en la cual cada uno es considerado persona, ser espiritual en relación con los demás.
En su discurso, Benedicto XVI advirtió también que, en la actualidad, se vive un periodo "denso de dificultades", caracterizado por crisis internacional que ha llevado al mundo a repensar un modelo de desarrollo basado, sobre todo, en la finanza y la ganancia.
Esta reflexión ha llevado a la humanidad a orientarse a poner al centro de la acción del hombre su capacidad de produci r, de innovar, de pensar y construir el futuro, ponderó.
Consideró importante que crezca una responsabilidad social de las empresas, la cual empuje a tener en la justa consideración las expectativas y necesidades de los trabajadores, clientes, proveedores y la entera comunidad, y a tener una particular atención hacia el medio ambiente.
Como consecuencia de ello la producción de bienes y servicios no debe estar ligada exclusivamente a la búsqueda de la ganancia económica, sino también a la promoción del bien de todos, estableció.
"Auguro la adopción de un modelo de desarrollo fundado sobre la centralidad del ser humano, sobre la promoción del bien común, sobre la responsabilidad, sobre la conciencia del necesario cambio de los estilos de vida", instó.
2010-02-06 11:35:36
Esto al recibir en el Palacio Apostólico del Vaticano a un grupo de dirigentes y personal de la Acea de Roma (Empresa Comunal Energía y Ambiente, por sus siglas en italiano), organismo responsable de la iluminación de la metrópoli.
"En toda gran ciudad, se advierten los efectos de una cultura que exaspera el concepto de individuo y, quien está llamado a su mantenimiento, debe tener cuidado de buscar la realización de ciudades de rostro humano", dijo el pontífice.
"A menudo ?agregó- se vive cerrados en sí mismos, replegados sobre los propios problemas, distraídos por las tantas preocupaciones que abruman la mente y hacen al hombre incapaz de gozar de las pequeñas alegrías presentes en la vida de cada uno".
Según el líder religioso, el cuidado de la creación implica también la tutela de los sentimientos de bondad, generosidad, corrección y honestidad que Dios ha puesto en el corazón de todo ser humano.
Por ello invitó a mirar a Cristo, "el hombre perfecto", a tomarlo siempre como ejemplo para poder crecer en humanidad y así realizar una ciudad cada vez más de rostro amable, en la cual cada uno es considerado persona, ser espiritual en relación con los demás.
En su discurso, Benedicto XVI advirtió también que, en la actualidad, se vive un periodo "denso de dificultades", caracterizado por crisis internacional que ha llevado al mundo a repensar un modelo de desarrollo basado, sobre todo, en la finanza y la ganancia.
Esta reflexión ha llevado a la humanidad a orientarse a poner al centro de la acción del hombre su capacidad de produci r, de innovar, de pensar y construir el futuro, ponderó.
Consideró importante que crezca una responsabilidad social de las empresas, la cual empuje a tener en la justa consideración las expectativas y necesidades de los trabajadores, clientes, proveedores y la entera comunidad, y a tener una particular atención hacia el medio ambiente.
Como consecuencia de ello la producción de bienes y servicios no debe estar ligada exclusivamente a la búsqueda de la ganancia económica, sino también a la promoción del bien de todos, estableció.
"Auguro la adopción de un modelo de desarrollo fundado sobre la centralidad del ser humano, sobre la promoción del bien común, sobre la responsabilidad, sobre la conciencia del necesario cambio de los estilos de vida", instó.
2010-02-06 11:35:36
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Fuente: http://noticias.aol.com/articulos/_a/vaticano-preocupa-al-papa-indiferencia/20100206113009990001
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