26 de febrero de 2010, 11:36 AM
Orlando (Florida), 26 feb (EFE).- Tras superar la pérdida de su hijo de dos años por una sobredosis de medicamentos y una serie de errores médicos, una pareja hispana concentra sus esfuerzos en la construcción de un hospital dedicado al cuidado infantil en Florida.
Horst y Luisa Ferrero, dos profesionales de origen venezolano que en 2003 se radicaron en el norte de Florida, siempre supieron que tenían un espíritu altruista, pero lo que nunca sospecharon es que sus deseos de ayudar a otros estaría marcado por la muerte de su hijo Sebastián, un niño "alegre, lleno de vida y energía".
Sebastián Ferrero, de dos años, murió tras recibir una dosis letal de una hormona para el crecimiento, en el Hospital Shands, de la Universidad de Florida, en Gainesville.
"Su médico prescribió una dosis de 5,75 gramos, pero le inyectaron una dosis 60 veces mayor", dijo a Efe Luisa Ferrero, de 35 años. "Yo me di cuenta que la cantidad del medicamento era mucha y alerté a la enfermera quien ignoró mi preocupación".
Sebastián murió días después, el 10 de octubre de 2007, una muerte que según sus padres, fue precedida por una "serie de errores".
"La muerte de Sebastián no fue causada por un decimal, o sólo una sobredosis. Fue el resultado de un serie de errores centinelas, incluyendo pobre comunicación, no revisar doblemente (los medicamentos y prescripciones), falta de atención a las preocupaciones de sus padres, y la grosera negligencia de varios individuos", dijo el urbanista y abogado Horst Ferrero, de 35 años.
Pese al dolor, los Ferrero aceptaron las condolencias del hospital y utilizaron los 850.000 dólares -cantidad máxima con la que este centro médico podría compensar la muerte por negligencia de un ser querido, de acuerdo con las leyes de Florida- para iniciar su fundación.
"Tanto el hospital Shands como la Universidad de Florida aceptaron sus responsabilidades en el caso, se excusaron y nosotros aceptamos sus excusas", dijo Horst Ferrero.
"Con el dinero que nos compensaron y del que no teníamos necesidad, empezamos la Fundación Ferrero, una entidad sin fines de lucro que busca recaudar fondos, en un principio, para la construcción de un hospital exclusivamente dedicado a los niños", sostuvo.
Los Ferrero no sólo han recibido el apoyo de la comunidad en Gainesville, donde la "Noche de Gala" que realizan cada año es ya una tradición, sino también de la Asociación de Hospitales de Niños de Florida (FACH) e incluso, de la Universidad de Florida y su Hospital Shands.
El pasado 10 de febrero anunciaron conjuntamente con dichas instituciones la contratación de una empresa de proyectos de factibilidad que se encargará de analizar las necesidades de un hospital infantil en el norte de Florida y cuyo reporte inicial estará listo el próximo verano.
"Estamos trabajando en conjunto para lograr que otras familias tengan un centro médico dedicado a sus hijos, cuando lo necesiten", aseguró Ferrero, quien estima iniciar la construcción del hospital entre tres y cinco años.
Tras la muerte de Sebastián, la Universidad de Florida implementó una serie de medidas para asegurar que errores similares no ocurran de nuevo, y añadió a su currículo cursos destinados a educar a los futuros médicos y todo el personal involucrado en el cuidado de menores.
Para Luisa Ferrero, la muerte de Sebastián, que empezó en la sala de emergencia del hospital, "donde hasta el aparato de tomar la presión era muy grande y se caía de su brazo", debería también servir para alertar a los padres hispanos.
"Le digo a otros padres que no tengan miedo, que hablen, se quejen, hagan preguntas y que no se dejen intimidar por el personal médico. Es la vida de sus hijos lo que está en juego", aconsejó finalmente esta madre hispana quien ha hecho de su tragedia una motivación para ayudar a otros.
Orlando (Florida), 26 feb (EFE).- Tras superar la pérdida de su hijo de dos años por una sobredosis de medicamentos y una serie de errores médicos, una pareja hispana concentra sus esfuerzos en la construcción de un hospital dedicado al cuidado infantil en Florida.
Horst y Luisa Ferrero, dos profesionales de origen venezolano que en 2003 se radicaron en el norte de Florida, siempre supieron que tenían un espíritu altruista, pero lo que nunca sospecharon es que sus deseos de ayudar a otros estaría marcado por la muerte de su hijo Sebastián, un niño "alegre, lleno de vida y energía".
Sebastián Ferrero, de dos años, murió tras recibir una dosis letal de una hormona para el crecimiento, en el Hospital Shands, de la Universidad de Florida, en Gainesville.
"Su médico prescribió una dosis de 5,75 gramos, pero le inyectaron una dosis 60 veces mayor", dijo a Efe Luisa Ferrero, de 35 años. "Yo me di cuenta que la cantidad del medicamento era mucha y alerté a la enfermera quien ignoró mi preocupación".
Sebastián murió días después, el 10 de octubre de 2007, una muerte que según sus padres, fue precedida por una "serie de errores".
"La muerte de Sebastián no fue causada por un decimal, o sólo una sobredosis. Fue el resultado de un serie de errores centinelas, incluyendo pobre comunicación, no revisar doblemente (los medicamentos y prescripciones), falta de atención a las preocupaciones de sus padres, y la grosera negligencia de varios individuos", dijo el urbanista y abogado Horst Ferrero, de 35 años.
Pese al dolor, los Ferrero aceptaron las condolencias del hospital y utilizaron los 850.000 dólares -cantidad máxima con la que este centro médico podría compensar la muerte por negligencia de un ser querido, de acuerdo con las leyes de Florida- para iniciar su fundación.
"Tanto el hospital Shands como la Universidad de Florida aceptaron sus responsabilidades en el caso, se excusaron y nosotros aceptamos sus excusas", dijo Horst Ferrero.
"Con el dinero que nos compensaron y del que no teníamos necesidad, empezamos la Fundación Ferrero, una entidad sin fines de lucro que busca recaudar fondos, en un principio, para la construcción de un hospital exclusivamente dedicado a los niños", sostuvo.
Los Ferrero no sólo han recibido el apoyo de la comunidad en Gainesville, donde la "Noche de Gala" que realizan cada año es ya una tradición, sino también de la Asociación de Hospitales de Niños de Florida (FACH) e incluso, de la Universidad de Florida y su Hospital Shands.
El pasado 10 de febrero anunciaron conjuntamente con dichas instituciones la contratación de una empresa de proyectos de factibilidad que se encargará de analizar las necesidades de un hospital infantil en el norte de Florida y cuyo reporte inicial estará listo el próximo verano.
"Estamos trabajando en conjunto para lograr que otras familias tengan un centro médico dedicado a sus hijos, cuando lo necesiten", aseguró Ferrero, quien estima iniciar la construcción del hospital entre tres y cinco años.
Tras la muerte de Sebastián, la Universidad de Florida implementó una serie de medidas para asegurar que errores similares no ocurran de nuevo, y añadió a su currículo cursos destinados a educar a los futuros médicos y todo el personal involucrado en el cuidado de menores.
Para Luisa Ferrero, la muerte de Sebastián, que empezó en la sala de emergencia del hospital, "donde hasta el aparato de tomar la presión era muy grande y se caía de su brazo", debería también servir para alertar a los padres hispanos.
"Le digo a otros padres que no tengan miedo, que hablen, se quejen, hagan preguntas y que no se dejen intimidar por el personal médico. Es la vida de sus hijos lo que está en juego", aconsejó finalmente esta madre hispana quien ha hecho de su tragedia una motivación para ayudar a otros.
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Fuente:http://espanol.news.yahoo.com/s/26022010/54/n-usa-padres-hispanos-convierten-tragedia-esperanza.html
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