8 de agosto de 2012
Hace más de un siglo el prócer puertorriqueño Ramón Emeterio Betances elaboró su teoría de una Antilla unida, entre Puerto Rico, República Dominicana y Cuba. Han pasado muchos años y aunque estamos hermanados por la cultura, el idioma, la música y en otros aspectos, cada país tiene su propia forma de gobierno y de enfrentar sus problemas.
Hago esta reflexión, porque aunque ansiaba como nadie ganar una medalla de oro con Javier Culson en los 400 metros vallas el lunes en la tarde, en cierta manera tuve un consuelo cuando esa presea fue ganada por el dominicano Félix Sánchez, en buena lid, con una gran carrera y una sólida preparación física y mental. Observando a la distancia y escuchando los primeros comentarios de Culson y su grupo de trabajo, me parece que hubo algo más que fallar y cambiar de paso en la valla siete.
Aunque hay que valorizar y apreciar la entrega del ponceño con el pueblo, a través de las redes sociales y toda la atención mediática que recibió en los días previos y durante la carrera, considero que toda esa atención fue contraproducente en la preparación mental de él y de su entrenador. Durante todo el año Culson no había confrontado problemas en sus carreras, en su preparación mental y física. De momento en la carrera más importante para el pueblo, que ansiaba y acariciaba la idea de ganar su primer oro olímpico en 64 años, afloraron varios problemas en la mecánica y ejecución de la carrera que lo llevó a un respetable bronce, pero no el deseado oro, que tanto se mercadeó y se promovió entre el pueblo.
Pero con el bronce del lunes, el sueño de un oro olímpico no termina en esta olimpiada, no tenemos que esperar hasta la edición de Río de Janeiro en el 2016, para volver a vivir la emoción y la atención que le brindamos a Culson el lunes pasado.
Este sábado 11 de agosto, desde las ocho de la mañana un hijo nacido en quisqueya, pero criado y desarrollado en Puerto Nuevo, Franklin Gómez tendrá la dorada oportunidad en el evento de los 60 kilos en la lucha libre de coronarse campeón olímpico y hacer sonar el himno nacional del país que lo adoptó y subir al asta del templo olímpica, la bandera que lo cobija, la mono estrellada. Gómez es muy diferente a Culson, este no es mediático, no utiliza las redes sociales para comunicarse con sus seguidores, es un competidor muy centrado, callado y muy sólido mentalmente. Este comenzará su ruta al podio, teniendo su primer combate a las 8:00 de la mañana en octavos de finales, de ganar irá a los cuartos de finales y debe combatir por el oro, cerca de la 1:45 de la tarde. Su rival debe ser el ruso Besik Kudukhov, campeón mundial y que lo derrotó en Estambul, Turquía en septiembre del 2011.
Desde esa derrota, Gómez no ha perdido un combate más, ganando de forma invicta la medalla de oro en los Juegos Panamericanos y durante el año varias Copas del Mundo frente a luchadores europeos, incluyendo al ruso hace unas semanas atrás. Su actuación en los matress internacionales, más sus entrenamientos alejados de las bambalinas, de los medios y de las redes sociales, hacen de Gómez un competidor de mucho nivel que no debe fallar en las expectativas de discutir la final de los 60 kilos. Aunque no tiene el “glamour” de Culson, ni genera la atención, pasión y emoción en los medios que hace la figura de Culson, nadie se debe equivocar con la calidad de Gómez, que muy bien puede hacer cumplir el sueño olímpico del pueblo puertorriqueño, que es ganar un oro en las olimpiadas.
De ser así, o ganar otra medalla que no sea oro, me sentiré igual de emocionado, ya que en cierta manera se cumplirá uno de los deseos de Betances, que era la unión de las Antillas, por eso fue conocido como el antillano y el triunfo de Gómez no será solo nuestro, lo compartiremos con todo el Caribe, especialmente con la República Dominicana.
Juegos Olímpicos Londres 2012
A mi estilo
Carlos Uriarte González
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