Si desea que su cabeza le de vueltas, pruebe la filosofía de la Nueva Era. Joseph Campbell nos dice: "El misterio de la vida está más allá de toda concepción humana. . . . Siempre pensamos en términos de opuestos. Pero Dios, el supremo, está más allá de los pares de opuestos, y eso es todo."1 Neal Donald Walsch aclara las cosas diciendo: "Todas las cosas son Una Cosa. Existe sólo Una Cosa, y todas las cosas forman parte de la Única Cosa Que Existe."2
Para comprender la filosofía de la Nueva Era es importante entender que el movimiento humanista cósmico contemporáneo tiene sus raíces en los poetas románticos de los años 1800, como Ralph Waldo Emerson, Walt Whitman, y Henry David Thoreau. Estos hombres rechazaron al Dios de la Biblia, escribiendo extensamente, en cambio, acerca de una cualidad trascendente de espiritualidad experimentada estrictamente a través de la introspección personal. Estas ideas no atrajeron una gran audiencia hasta los años sesenta, cuando cantantes populares, estrellas de cine, y gurús orientales empezaron a pregonar sus opiniones de la Nueva Era a través de la nación. Más recientemente, reconocidos artistas, como Madona y Alanis Morissette, se han identificado con el hinduismo, mientras que personalidades populares, como Tiger Woods, Phil Jackson, y Richard Gere, adoptan abiertamente el budismo Zen. Otras luminarias, tales como Tom Cruise y John Travolta, expresan una creencia en la cienciología.
Como resultado, las ideas de los humanistas cósmicos están siendo difundidas extensamente a través de películas, televisión, y crecientes ventas de libros. Desde su publicación en 1993, La Profecía Celestina ha vendido más de 8 millones de copias en más de 32 países, logrando distinguirse como el libro americano de mayor venta en el mundo durante dos años consecutivos. El autor James Redfield escribió en el epílogo de 1997: “Estamos manifestando nada menos que una visión del nuevo mundo que florecerá en el próximo milenio." Otro "mensajero espiritual moderno" es Neale Donald Walsch, el autor de quince libros sobre espiritualidad en la vida cotidiana. Sus primeros cinco libros de la serieConversaciones con Dios todos estuvieron en la lista de libros de mayor venta del de New York Times (el primer libro permaneció allí por más de dos años). Sus libros han sido traducidos a 27 idiomas, vendiendo más de 7 millones de copias en todo el mundo.
Filosofía de la Nueva Era – ¿Qué es Real?
La filosofía de la Nueva Era rechaza las filosofías naturalistas y materialistas, porque tales explicaciones niegan el omnipresente mundo sobrenatural. David Spangler dice: "Desde muy temprana edad estuve consciente de una dimensión extra o presencia en el mundo a mi alrededor que, a medida que crecí, vine a identificar como una dimensión sagrada o trascendental."3 Si la perspectiva de Spangler es correcta, y si (como el panteísmo declara) cada aspecto de la existencia es sagrado, entonces todo tiene que tener una naturaleza espiritual.
Si los aspectos espirituales de la vida conducen a una conciencia más elevada y verdad interior, deberíamos ver toda la realidad desde una perspectiva sobrenatural. Esta perspectiva conduce a los humanistas cósmicos a una filosofía de no naturalismo—nada es natural, todo es sobrenatural. La postura filosófica del humanismo cósmico es que la realidad suprema está en la dimensión espiritual.
Los humanistas cósmicos creen que toda la realidad es Dios—desde un grano de arena hasta la Vía Láctea. Su filosofía refleja esta creencia al enfocarse en tales principios como la hipótesis de Gaia, la cual ve al planeta Tierra, y ciertamente, al universo entero, como un organismo vivo. (Gaia es referida a veces como la Madre Tierra.) Según Fritjof Capra: "El universo ya no es visto como una máquina, compuesto de una multitud de objetos, sino que tiene que ser imaginado como un todo indivisible y dinámico, cuyas partes son en esencia correlativas y sólo pueden ser comprendidas como patrones de un proceso cósmico."4
Filosofía de la Nueva Era – Epistemología: ¿Cómo Sabemos?
La filosofía de la Nueva Era del no-naturalismo afecta tanto su epistemología como su ontología. En términos de epistemología (teoría del conocimiento), los defensores del movimiento de la Nueva Era enfatizan la importancia de ponernos en contacto con nuestro yo más elevado. Cuando nos ponemos en contacto con la fuerza Dios interior, podemos conocer intuitivamente la verdad sin límites. Shakti Gawain dice: "Cuando suprimimos y desconfiamos sistemáticamente de nuestra sabiduría intuitiva, buscando en cambio autoridad [externa], validación, y aprobación de otros, renunciamos a nuestro poder personal."5
Cuando miremos dentro encontraremos la verdad, pero esta no es la verdad de la manera que se entiende comúnmente. La verdad de la Nueva Era es emotiva, en lugar de descriptiva. Joseph Campbell, en uno de los libros más influyentes del movimiento de la Nueva Era, dice: "Cuál es el significado del universo? ¿Cuál es el significado de una pulga? Sólo está ahí. Eso es todo. Y el significado suyo es que usted está allí. Estamos tan ocupados haciendo cosas para alcanzar propósitos de valor exterior, que nos olvidamos que el valor interior, el éxtasis que está asociado con el estar vivo, es de lo que se trata."6 Para los humanistas cósmicos, la verdad—esa que podemos conocer—es un sentimiento o una experiencia. El conocimiento no contiene el significado de la vida.
Cada uno de nosotros crea su propia verdad según el principio de que si a ti te parece que es verdad, entonces lo es. Todo conocimiento existe en la fuerza Dios dentro de nosotros, y si nos conectamos con ese poder, nos conectamos con el conocimiento. Jack Underhill explica lo que sucedería si todos en el mundo se conectaran con su divinidad: "Pueden apagar el sol y prenderlo de nuevo. Pueden congelar océanos, transformar el aire en oro, hablar al unísono sin movimiento ni sonido. Pueden volar sin alas y amar sin dolor, sanar con sólo un pensamiento o una sonrisa. Pueden hacer que la tierra gire al contrario o que salte arriba y abajo, partirla por la mitad o cambiarla. . . . No hay nada que no puedan hacer."7
Filosofía de la Nueva Era – Ontología: ¿Cuál es la Realidad Suprema?
La ontología humanista cósmica también proviene de una filosofía no-naturalista. La realidad suprema o sustancia es la fuerza Dios o conciencia de Cristo. Dios es "la esencia de la existencia, la fuerza de vida dentro de todas las cosas."8 La filosofía humanista cósmica, como el humanismo secular y el marxismo-leninismo, es monista—toda realidad es una—pero en un sentido muy diferente. En el humanismo cósmico, la realidad suprema es espiritual, en lugar de material. Robert Muller sugiere esto cuando dice: "Oh Dios, yo sé que vengo de ti, que formo parte de ti, que regresaré a ti, y que mi renacimiento no tendrá fin en la corriente eterna de tu creación espléndida."9
Aunque la afirmación de Muller sólo implica que Dios es la esencia de la humanidad, Spangler describe más exactamente la ontología de la Nueva Era: "Esta cosmovisión nos exhorta a tratar todas las cosas no sólo como a nosotros mismos, como la visión holística lo vería, sino como manifestaciones aceptadas y preciosas de Dios."10
Esta perspectiva ontológica puede demostrar ser problemática, ya que no especifica la sustancia que constituye la fuerza Dios. Sin embargo, los humanistas cósmicos parecen no preocuparse con esta pregunta, ya que cada uno de nosotros llegamos a nuestra propia verdad y nuestras interpretaciones variarán. Para Gary Zukav, la conciencia es la realidad suprema: "Todo lo que existe puede formarse en gotitas individuales de conciencia. Debido a que usted forma parte de todo lo que existe, literalmente usted siempre ha existido, aunque existió ese instante cuando esa corriente individual de energía que es usted, fue formada. Considere que el océano es Dios. Ha existido siempre. Ahora extienda su mano y tome un vaso de agua. En ese instante, el vaso se vuelve individual, pero siempre ha existido, ¿no? Este es el caso de su alma. Existió ese instante cuando usted se convirtió en un vaso de energía, pero era de un Ser inmortal original. Usted siempre ha existido, porque lo que existe que es usted, es Dios, o Inteligencia Divina, pero Dios toma formas individuales, gotitas, reduciendo su poder a pequeñas partículas de conciencia individual."11
Otros humanistas cósmicos pueden responder la pregunta de forma distinta, basados en su propia experiencia personal de la verdad, prefiriendo reconocer su divinidad sin insistir en visiones dogmáticas de su suprema naturaleza. Marilyn Ferguson afirma: "No necesitamos postular un propósito para esta Causa Suprema, ni preguntarnos quién o qué ocasionó que el Big Bang iniciara el universo visible. Existe sólo la experiencia."12
Filosofía de la Nueva Era – Conclusión
En la filosofía de la Nueva Era todo es una unidad, así que sólo un tipo de realidad suprema puede existir. Esta realidad suprema tiene que ser espiritual porque Dios, el cual es todo, es supremamente espiritual. El espíritu es la única sustancia que existe, y la materia es sólo una manifestación de espíritu.
El propósito de saber no es explicar ni describir la realidad. Más bien, el conocimiento es útil sólo como experiencia, y experiencia es el ponerse en contacto con nuestra divinidad. Cada uno de nosotros puede experimentar verdades diferentes, porque la verdad reside en el individuo y se manifiesta en nuestra divinidad.
La filosofía de la Nueva Era es una herramienta útil para ayudarnos a tener pensamientos que conducen a sentimientos de unidad, en lugar de un sistema para descubrir e interpretar la realidad. Marianne Williamson, una popular autora feminista de la Nueva Era, dice que aunque la mayoría de las personas no piensan de esta manera, deberían: "Decir: 'Dios, por favor, ayúdame,' significa: 'Dios, corrige mi pensamiento.' ''Líbrame del infierno,' significa: 'Líbrame de mis locos pensamientos.'"13 Los mejores pensamientos no son necesariamente lógicos, pero son sanos debido a que nos recuerdan el sentirnos uno con Dios.
¡Aprenda Más!
Notas:
Presentado con autorización del libro: Understanding the Times: The Collision of Today’s Competing Worldviews (Rev. 2nd ed), David Noebel, Summit Press, 2006. Cortesía de John Stonestreet, David Noebel, y del Christian Worldview Ministry en Summit Ministries. Todos los derechos reservados en el original. 1 Joseph Campbell, The Power of Myth (New York, NY: Doubleday, 1988), 49.
2 Neale Donald Walsch, The New Revelations: A Conversation with God(New York, NY: Atria Books, 2002), 360.
3 David Spangler, Emergence: The Rebirth of the Sacred (New York, NY: Delta/Merloyd Lawrence, 1984), 12.
4 Fritjof Capra, The Turning Point (Toronto, ON: Bantam, 1982), 77–8.
5 Shakti Gawain, Living in the Light (San Rafael, CA: New World Library, 1986), 69.
6 Campbell, The Power of Myth, 6.
7 Jack Underhill, “My Goal in Life,” Life Times Magazine, Invierno 1986/1987, 90.
8 Dean C. Halverson, Crystal Clear: Understanding and Reaching New Agers (Colorado Springs, CO: NavPress, 1990), 91.
9 Robert Muller, The New Genesis: Shaping a Global Spirituality (New York, NY: Image Books, 1984), 189.
10 Spangler, Emergence, 83.
11 Gary Zukav, The Seat of the Soul (New York, NY: Simon and Schuster), 85–6.
12 Marilyn Ferguson, The Aquarian Conspiracy (Los Angeles, CA: J.P. Tarcher, 1980), 383.
13 Marianne Williamson, A Return to Love: Reflections on the Principles of “A Course in Miracles” (New York, NY: Harper Collins, 1992), 22.
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